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Diego Torres: “La música es mi columna vertebral”

El cantante y actor Diego Torres llega esta semana a la ciudad para dar comienzo a una gira nacional donde mostrará sus últimos hits, “Un poquito” y “Esa mujer”, y brindará un recorrido por toda su carrera de casi tres décadas

“Será un viaje por un montón de canciones de diferentes discos”, anticipa Diego Torres desde la capital de Perú. Está en Lima y desde la habitación del hotel donde se aloja en el marco de una gira, atiende a El Ciudadano para contar cómo será su nueva llegada a la ciudad que se concretará este miércoles en el City Center Rosario.

Torres recuerda cada paso que dio en estos casi treinta años dedicados a la música, su mayor pasión artística. Detallista y minucioso en sus contestaciones toma el guante que se le brinda para romper el hielo y recuerda la primera vez que este cronista lo vio en vivo: era el año 1994 y llegaba al Estadio cubierto de Newell’s Old Boys para dar a conocer Tratar de estar mejor, su segundo disco que tenía producción de Cachorro López. “Todavía debo estar sonando ahí; había un rebote bárbaro en ese estadio”, comentó con humor.

A Rosario vuelve para abrir la primera parte de su gira nacional donde interpretará sus últimos hits, “Un poquito” y “Esa mujer” pero, además, revisará toda su carrera en un espectáculo que, según anticipó, tendrá un set acústico donde recordará canciones en un formato unplugged, “más puro e íntimo, como si fuera el living de mi casa”, dijo.

A lo largo de la entrevista el cantautor repasó sus orígenes, recordó a su madre Lolita Torres, a su padre Julio César Caccia, habló del exitoso presente y auguró un futuro en el que no quedarse quieto parece resultarle una fórmula de éxito. “Como lo hablaba con mi madre –dijo–, en la carrera del artista hay desilusiones, cosas que no salen, adversidades; uno se tiene que hacer fuerte para ver si su vocación gana la batalla y es verdadera”.

—En Rosario estuviste hace poco y ahora volvés para abrir la gira nacional. ¿Qué recuerdos tenés de esta ciudad? 

—El público de Rosario es fervoroso, intenso, con buena energía. Y es una ciudad que tiene muchas cosas vividas a lo largo de diferentes etapas, de los conciertos en el estadio de Newell’s, en la cancha de Rosario Central y en los teatros. Siempre es un placer volver y más ahora con este espectáculo nuevo con el que decidí salir al interior, volver a ciudades como Salta, Tucumán y San Juan que hacía hasta doce años que no iba. Más allá de la situación difícil que estamos viviendo en nuestro país esperamos poder, más adelante, incluir otras ciudades, ir al sur y visitar lugares que quedarán afuera en esta primera parte.

—Las últimas canciones, “Esa mujer” y “Un poquito”, tienen ritmo pero también mensaje, una cuota de optimismo y quizás de alegría. ¿Te proponés aportarle un mensaje esperanzador a tus fans?

—Las canciones reflejan diferentes sensaciones. Así como están las alegres hay otras que reflejan momentos tristes: “Tal vez” es una canción que escribí cuando murió mamá (Lolita Torres), que reflejaba ese duro momento. “Reggae para mi viejo” es una canción que refleja esos últimos años que pude compartir con mi papá. Siempre me gustó esa química, esa mezcla de un ritmo o una cadencia diciendo una letra con un mensaje y un contenido. Inconscientemente siempre busqué eso, desde “Tratar de estar mejor” que era una canción que escribí pensando en mi familia y en las cosas difíciles que cualquier familia tiene que atravesar. Sí está mi impronta, ser un tipo con sentido del humor, guerrero, luchador, que va para adelante ante la adversidad y se hace fuerte para seguir adelante. Es el legado que recibí de mi vieja que también era así, de esa manera hizo su vida y nos dejó esa enseñanza a todos. En los shows me gusta entretener y hacerle pasar un buen momento a la gente que viene a verme; cantar canciones que emocionen, que te toquen, que te dejen un buen recuerdo o uno triste. Eso es lo mágico de las canciones, que atraviesan la vida en diversos momentos.

—Hace 27 años grabaste tu primer álbum más allá que también hiciste televisión y cine. ¿Qué te posibilita hoy la música?

—Yo me considero y encontré el título de artista integral porque creo que es lo que me identifica. Nací músico y cantor. Y escribí mis primeras canciones a los quince años. Empecé con todo al mismo tiempo. La televisión me dio mucha popularidad, después empecé con las giras y la música pero siempre volviendo al oficio de actor con La Furia (1997) y La Venganza (1999) en su momento, y ahora, en el último tiempo con Papeles en el viento (2015), Casi leyenda (2017) y Re Loca (2018). Ahora participé en una serie mexicana llamada Run Coyote Run y para el año que viene ya tengo una serie para hacer. Pero la música es mi columna vertebral. No concibo la vida sin la música, tampoco sin el oficio de actor; necesito ambas cosas. Disfruto de ambos oficios.

—Desde tu debut nunca te detuviste y generaste un suelo firme. ¿Qué significa esa permanencia en los escenarios de Europa y América? ¿Cuánto hay de autosuperación en toda esta búsqueda?

—Las cosas se logran trabajando y está bueno trasmitir eso; hay mucho esfuerzo. Como lo hablaba con mi madre, en la carrera del artista hay desilusiones, cosas que no salen, adversidades; uno se tiene que hacer fuerte para ver si su vocación gana la batalla y es verdadera. Son muchos viajes, muchos discos que van construyendo un camino o una carrera. En mi caso comenzó con canciones como “Estamos juntos” y “Alguien la vio partir” (Diego Torres, 1992), una canción, esta última, que fue muy importante porque entró en Colombia de una forma natural. Después vino “Tratar de estar mejor” del segundo disco (homónimo, 1994), un trabajo muy popular y vendido con canciones importantes que generaron una respuesta en la gente que me permitió recorrer todo el país y comenzar a viajar a Chile, Perú, Uruguay, Venezuela y Colombia. Y vino “No lo soñé” y “Sé que no volverás” (Luna Nueva, 1996), que fue una balada muy importante. Y en esa época me invitaron a ser parte del homenaje a (Joan Manuel) Serrat. Recuerdo que cuando llegué ya habían grabado todos los artistas convocados y yo era el último. Me pidieron que hiciera una versión de “Penélope”. Me metí al estudio con dos colegas e hicimos algo que nunca pensamos que podríamos provocar. Ésa se convirtió en una canción muy especial para mí y muy importante para los españoles, los mexicanos y los estadounidenses. Y llegaron “La última noche” y después “Tal cual es” (1999) con la que por primera vez llegué al puesto número uno en las radios de España. Y así, un ladrillo sobre otro para construir una casa. Y llego hoy al presente sintiendo que sigo construyendo el camino, viajando y recorriendo el mundo.

Para agendar

Diego Torres abrirá su gira nacional este miércoles, desde las 21, en el Centro de Convenciones del City Center Rosario, de Oroño y Circunvalación, donde mostrará sus últimos hits y hará un repaso por toda su carrera

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