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Alberto F: «Los peronistas no podemos perdonarnos que sufran los más débiles”

En la sede del PJ, donde se homenajeó a Perón en el aniversario de su natalicio 124, el candidato a presidente del Frente de Todos resaltó la unidad por sobre cualquier diferencia para terminar con el gobierno de Macri

Por Martín Piqué / Diario Tiempo Argentino

La presencia de Alberto Fernández en la sede nacional del PJ tuvo varios simbolismos en simultáneo. El principal, al menos para el propio candidato a presidente, fue el pedido muy enfático de que todos los espacios internos del peronismo se mantengan unidos en el tiempo que viene. “Van a hacer lo imposible por hacernos discutir”, advirtió Fernández en su mensaje ante el colmado auditorio de la sede partidaria, que lleva el nombre del fallecido operador mendocino Juan Carlos ‘Chueco’ Mazzón. El postulante ocupaba el escenario junto con el titular del partido, el diputado sanjuanino José Luis Gioja, y el titular del congreso partidario (cuerpo deliberativo del PJ y órgano soberano para la aprobación de decisiones trascendentes), el gobernador de Formosa Gildo Insfrán. La frase del cierre de Fernández fue una arenga propia de la recta final de cualquier llamado a elecciones -faltan veinte días para el 27 de octubre-. “Sigamos trabajando porque todavía no ganamos”, exhortó.

El encuentro en el histórico local de la calle Matheu fue expeditivo pero no dejó de reunir todos los rituales de la liturgia peronista, en especial aquellas tradiciones no escritas pero repetidas a lo largo de los años que acompañan al movimiento creado por Juan Perón en cada uno de sus regresos al poder. Como candidato presidencial más votado en las PASO, Fernández ingresó a la casona de tres pisos más terraza con todo el movimiento frenético y nervioso que rodea a un candidato con chances muy ciertas de convertirse en Jefe de Estado. Hasta el bombista oficial del PJ, el veterano “Tula”, se acercó hasta el frente de la sede partidaria para tocar su instrumento y pedir que lo dejaran pasar. Quizá adentro recordaron su participación en una marcha a favor de la intervención encabezada por Luis Barrionuevo: lo cierto es que “Tula” esperó en la vereda, se quejó, reclamó y saludó a conocidos –entre ellos el diputado Felipe Solá-, pero las horas fueron pasando. No pudo entrar.

El discurso de Fernández reunió en un único mensaje varias ideas pensadas para transmitir a un público que reunía a gobernadores, intendentes, gremialistas y legisladores: eran los 75 miembros del Consejo Nacional del partido –órgano ejecutivo- más los integrantes de la Comisión de Acción Política (CAP), una mesa de dirigentes que se fue ampliando para ganar representatividad y contribuir con el proceso de reunificación partidaria. El propio Fernández fue sumado a esa Comisión en febrero de este año, cuando todavía no había sido propuesto por la senadora Cristina Fernández como primer candidato de una fórmula presidencial que la llevaría a ella de vice. “La última vez que vine acá fue días antes de aquel sábado catastrófico en que Cristina anunció mi candidatura”, recordó el propio Alberto F. con una sonrisa. El párrafo, por supuesto, incluía cierta ironía. Se refería a la reunión de la CAP con la propia CFK, que tuvo lugar el martes 14 de mayo en ese mismo lugar: el edificio de Matheu.

El encuentro de este martes coincidió con un nuevo aniversario -8 de octubre- del nacimiento de Perón. Para algunos miembros del peronismo la foto perfecta para esta jornada hubiera sido que en la postal de Fernández, Gioja e Insfrán estuviera también Cristina. Pero la senadora, se sabe, retrasó su regreso desde La Habana para este miércoles 9 de octubre. Inicialmente tenía previsto retornar a Buenos Aires en la madrugada del lunes 7. El propio Gioja había pensado conmemorar el natalicio de Perón con la presencia en el local del PJ de los dos candidatos de la fórmula presidencial del Frente de Todos. No pudo ser. Lo que Gioja sí pudo hacer, según tenía planificado, fue reconocerle al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, su aporte a la construcción de la unidad y de la potencial victoria del peronismo: el mandatario puntano fue el primero en convocar a su provincia a toda la dirigencia política, social y gremial del espacio nacional-popular bajo la consigna “Hay 2019”.

El otro gesto importante de la jornada fue la entrega a Fernández de un informe titulado “Aportes de equipos técnicos de la unidad”, que sintetiza las propuestas elaboradas por las 18 comisiones de trabajo (Salud, Educación, Ciencia y Tecnología, Hábitat y Vivienda, Cuidados, Políticas Sociales, Trabajo, Producción Agropecuaria, Reactivación Industrial, Energía, Financiamiento al Desarrollo, Comercio Exterior, Ingresos Públicos, Gestión Estatal Federal, Política Exterior, Defensa Nacional y Seguridad) que se convocaron desde el propio PJ y que congregaron a 700 participantes. Ex embajador en Chile y ex ministro de Salud, Ginés González García subió al estrado para darle a Fernández una copia del documento. Lo mismo hizo con Gioja e Insfrán. En su rol de anfitrión de toda la actividad, el propio Gioja se encargó de dirigir el homenaje a Perón: pidió a los presentes que se levantaran del asiento y emitieran un largo aplauso. “Hoy cumpliría 124 años. Desde el cielo debe estar muy contento con lo que ha hecho el Movimiento Nacional Justicialista en la Argentina: que estemos todos juntos”, remarcó.

“Divididos desde adentro”

Otra de las claves del encuentro en el PJ fueron las alusiones a las diferencias internas del partido. En ese punto, el propio Fernández hizo un reconocimiento a Gioja por encabezar la disputa por la recuperación de la institucionalidad partidaria tras la intervención judicial dispuesta por María Servini en abril de 2018. “Gran parte del triunfo se lo debemos al Flaco (por Gioja), que se hizo cargo del partido en un momento en el que muchos decíamos ‘para qué te estás poniendo al frente de este bodrio’. Por eso mi reconocimiento a José Luis, a quien llegué a decirle ‘estás loco’ pero puso el hombro en esta tarea”, elogió el candidato. En otro tramo de su discurso, definió a la intervención que puso temporariamente a Barrionuevo al frente del partido como “vergonzosa, inmoral e indecente”. “Querían dividirnos desde adentro”, aseguró en referencia a la decisión de Servini.

Pero enseguida quedó claro que la insistencia de Fernández respecto a las diferencias y las contradicciones internas del peronismo no se limitaban al pasado. El propio candidato dijo incluso que querían enfrentarlo con (Sergio) Berni, ex secretario de Seguridad del kirchnerismo y actual senador bonaerense. Con esas palabras se refería a un artículo que unas horas antes había aparecido en Clarín y que atribuía al ex funcionario K un modelo de gestión de la Seguridad que, presuntamente, según esa nota, el albertismo pensaría dejar en el pasado. Berni se encontraba presente en el auditorio. Al retirarse confió a Tiempo que no había leído la nota en cuestión. Fernández también desmintió la existencia de supuestas diferencias o pujas con miembros del kirchnerismo o del entorno de Cristina. “Dicen que los de La Cámpora son malos o que los de La Cámpora me aprietan. No es así. Pero está claro que van a hacer lo imposible por hacernos dividir. Porque peleados somos más débiles, mientras que unidos somos más fuertes”, subrayó.

Antes de despedirse –se retiró sin hacer declaraciones a la prensa y directamente a bordo de una camioneta con vidrios polarizados, como había sido su ingreso-, Fernández convocó a toda la dirigencia del peronismo que estaba presente a dinamizar el partido con actividades, acciones públicas, convocatorias y reuniones. “Yo he nacido en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), a los 14 años, y moriré en el PJ. Ustedes son mis compañeros y (el peronismo) mi horizonte de pertenencia. Yo les pido que se pongan en movimiento. Que conviertan el partido en movimiento. Porque lo que menos quiero es un partido que duerme mientras yo gobierno”, remarcó entre aplausos y gestos de aprobación. Esa última definición no tardó en ser contrastada con la inactividad que mantuvo la estructura oficial del PJ durante un período significativo de los tres mandatos del kirchnerismo. Matices que asoman, desacuerdos que empiezan a perfilarse. Y que, razonablemente, serán amplificados por quienes buscan condicionar o debilitar un proceso que todavía ni siquiera arrancó. “Los tiempos que vienen son difíciles y tenemos que estar unidos. Todos los días nos plantean una pelea nueva. No es casual. Nos necesitan divididos. Eso nos hace vulnerables”, repitió este miércoles Fernández.

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