El siniestro, que se repite en su forma pero cada vez tiene un nuevo nombre y apellido, fue en la localidad santafesina de Sanford poco antes del mediodía de este martes. Lucas González tenía 22 años y quedó sepultado por restos de molienda de cereal en el silo de un molino mientras cumplía tareas de limpieza. Los Bomberos pudieron rescatarlo por un ingreso lateral de la estructura, con vida pero descompensado. Los médicos del servicio de emergencias ordenaron su traslado a un centro de salud de Casilda, donde falleció.
El molino Indelma está en la esquina de Moreno y Rivadavia de Sanford y es una de las pocas unidades productivas del pueblo de 1.800 habitantes que en otras épocas fue próspero. Allí, Lucas paleaba uno de los silos en cumplimiento de tareas de limpieza habituales. Algo pasó y quedó sepultado por el contenido, descrito por uno de los cinco bomberos que lo rescató como «una especie de molienda muy fina».
«Fuimos llamados por una persona atrapada dentro de un silo cerealero, y al llegar al lugar, los propios compañeros de trabajo habían iniciado tareas de rescate», relató al portal AhoraCasilda el jefe de Bomberos de Sanford, Omar Orsili.
Los rescatistas fueron cinco, y cumplieron con una tarea «de poco más de 5 minutos, hasta el traslado», contó Orsili. «Lo pudimos sacar del silo, pero tenía un cuadro respiratorio complejo por lo que pudimos observar, aunque con signos vitales, y el medico del Samco pidió de inmediato su derivación al Hospital San Carlos de Casilda», siguió el jefe de Bomberos.
El rescatista informó que consiguieron rescatar al joven operario «a través de la puerta de inspección lateral del silo», con vida. «Desconozco si había alguna medida de seguridad, porque cuando llegamos no pudimos ver si había cuerdas o arnés (de seguridad)», expresó Orsili.
Los médicos del hospital San Carlos, en Casilda, le practicaron resucitación cardiopulmonar a Lucas, pero informaron que pese a todos los esfuerzos no pudieron salvarle la vida.
Vecinos, familiares y amigos de la víctima, que era padre de dos hijos chicos, hicieron saber por redes sociales su enojo con la empresa por –aseguraron– falta de elementos de seguridad y de controles. «Hace un tiempo echaron sin justa causa a un trabajador por el sólo hecho de haberse accidentado, sin derecho a reclamar absolutamente nada», dijo uno de ellos a un portal casildense.