El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, se mantiene “vigilante” y “no descarta ningún escenario” tras producirse una escalada del conflicto de Cataluña, aunque se niega a dar ya los primeros pasos para intervenir la norteña región, como le exigió este miércoles el líder opositor Pablo Casado, con quien se reunió en el Palacio de La Moncloa, sede del Ejecutivo.
Sánchez convocó reuniones urgentes con Casado, Albert Rivera, de Ciudadanos, y Pablo Iglesias, de Podemos, con el objetivo de transmitirles personalmente su posición frente a la irrupción de violencia que tuvo lugar en la noche de este martes en Cataluña en el marco de las protestas de rechazo a la sentencia del Tribunal Supremo español que impuso penas de entre 9 y 13 años de cárcel para 9 líderes del fallido proceso de secesión de 2017.
Los partidos de la derecha llevan tiempo cuestionando la “firmeza” de Sánchez con el gobierno independentista de Quim Torra y los manifestantes y en las últimas horas redoblaron sus exigencias para que intervenga la región.
Exigen que el Ejecutivo central de los pasos necesarios para aplicar el artículo 155 de la Constitución, que permite destituir al gobierno regional, como se hizo hace dos años tras la fallida declaración de independencia.
En cambio, Iglesias aboga por reconducir el conflicto por medio de un diálogo con los soberanistas y no descarta medidas de apaciguamiento, como la adopción de indultos.
El propio Sánchez adelantó antes de las reuniones con los líderes de la oposición que la “determinación” de su gobierno es “garantizar la seguridad, con firmeza, proporcionalidad y unidad”.
Poco después de los disturbios, el gobierno español dijo que “una minoría está queriendo imponer la violencia y quebrar la convivencia en Cataluña”, y advirtió que si era necesario actuaría para evitarlo, en un mensaje velado que apunta a la posibilidad de una intervención en la región.
En conferencia de prensa luego de reunirse con Sánchez, Casado afirmó que “es el momento de mandar un requerimiento” a Torra para que cese sus “graves” declaraciones “contrarias a los intereses de España”.
El requerimiento es el primer paso para aplicar el artículo 155, como ya hizo el PP de Mariano Rajoy en pleno intento independentista hace dos años. La medida, sin embargo, llevó a unas nuevas elecciones en la que los independentistas revalidaron su mayoría.
Casado también explicó que pidió a Sánchez “aplicar ya” la “Ley de Seguridad nacional”, y que la Fiscalía actúe contra los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) para evitar que la huelga convocada en Cataluña para el viernes “se convierta en una nueva jornada de violencia y de disturbios”.
Torra en las “Marchas por la Libertad”
El presidente catalán, Quim Torra, eludió este miércoles condenar los episodios de violencia que tuvieron lugar la noche del martes en Cataluña, como le demandó el Ejecutivo central español, y subrayó que su gobierno “está con la gente”, al unirse a una de las marchas “por la libertad” que se dirige hacia Barcelona.
Tras mantener una reunión con el “núcleo duro” de su gabinete para valorar los disturbios de este martes, que dejaron un saldo de 125 heridos –entre ellos agentes de policía– y 25 manifestantes detenidos, Torra se desplazó este miércoles al mediodía a la localidad de Calles de Malavella para unirse a una marcha independentista que había partido desde la ciudad de Girona, con la intención de llegar a pie hacia Barcelona, a casi 100 kilómetros de distancia.
Cinco columnas de manifestantes partieron este miércoles desde el interior de Cataluña en las “Marchas por la Libertad” organizadas por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que confluirán en Barcelona este viernes en una gran manifestación en coincidencia con una huelga general independentista.