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Con perspectiva de género, abre las puertas cementerio de mafiosos y explotadas

Este sábado abrirá por primera vez al público la necrópolis de la Zwi Migdal, la organización mafiosa de origen judío que a principios del siglo pasado se dedicaba a la explotación sexual de mujeres en Rosario y ciudades aledañas. La actividad tendrá lugar en el cementerio de Granadero Baigorria

Este sábado abrirá por primera vez al público el cementerio de la Zwi Migdal, la organización mafiosa de origen judío que a principios del siglo pasado se dedicaba a la explotación sexual de mujeres en Rosario y ciudades aledañas. La actividad cuenta con la invitación del área de Género y el auspicio de la Municipalidad de Granadero Baigorria. La recorrida podrá realizarse desde las 17 en Orsetti al 1300, en donde se sitúa el acceso principal a la necrópolis de la vecina localidad.

“Mañana abrimos al público un sector del cementerio El Redentor. Se desarrollará una visita guiada a las tumbas de madamas y proxenetas con una perspectiva de género. Las meretrices eran víctimas de la trata pero no eran enterradas allí”, explicó Mariana Rossi, historiadora a cargo de la visita a las tumbas de la Zwi Migdal.

De un lado del cementerio, las tumbas más ostentosas, con lápidas confeccionadas por finos y oscuros materiales: allí están los hombres, proxenetas de la Zwi Migdal. De otro lado de la callecita descansan los restos de las mujeres, madamas y pupilas. Un poco más alejadas y casi escondidas contra el muro del fondo hay fosas sin identificar que, se presume, podrían ser de las mujeres prostituidas más pobres.

En el cementerio de Granadero Baigorria, los rufianes proxenetas construyeron su propio sitio para dar descanso eterno a sus muertos, luego de que la colectividad judía marginara, precisamente por dedicarse a esta actividad, a “los impuros” de los espacios propios de la comunidad.

Según cuenta el historiador baigorriense Raúl Zavattero, durante la llamada Década Infame llegaron a la entonces comuna de Paganini -actualmente Granadero Baigorria-, tres madamas y esposas de cafishios reconocidos de Rosario, a solicitar la autorización para la instalación de dos prostíbulos en la localidad.

A días que Rosario votara la ordenanza del fin de las casas públicas, “Rosa Weisman, Rosa Prais y Anita Baran de Smit, solicitaron el permiso en la comuna de Paganini para instalar dos casas de tolerancias”, refirió Zavattero.

Desde finales del siglo anterior la Zwi Migdal, con el nombre de La Varsovia, traía desde los países de Europa del este a jóvenes para prostituirse, en muchos casos engañadas con el discurso de un futuro mejor.

En sólo seis meses, de junio a finales de 1932, los proxenetas construyeron en el barrio San Fernando dos prostíbulos en medio de la nada. Dos casonas imponentes, con detalles europeos, revestimientos de primera línea y decoraciones de importación, se alzaron en tiempo récord.

San Fernando, el barrio al extremo noroeste de Baigorria en la actualidad, casi fue un pueblo independiente de la administración baigorriense y de Capitán Bermúdez. El gobierno provincial no aceptó la petición, en la primera década del Siglo XX, de la creación de una comuna en el extenso loteo y todo quedó detenido, sólo campo durante años.

Dos hermanos judíos, de apellido Duckler, polacos y dueños de dos prostíbulos en la zona de Pichincha en Rosario, compraron casi la totalidad de la barriada. Allí fue donde la Zwi Migdal levantó sus últimos burdeles, a 100 metros de la Ruta 11.

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