Con intervención de la Dirección Provincial de Recursos Naturales y luego de un alerta del Sistema de Alerta Temprana (SAT) que implementa la secretaría de Ambiente y Desarrollo sustentable de la Nación, se evitó la deforestación de más de 42,6 hectáreas de bosque nativo en el norte santafesino, en el Departamento 9 de Julio.
El SAT es un software que procesa, en cada ciclo, imágenes satelitales Modis y Landsat 8, aplicando tres algoritmos que analizan con diversas técnicas —árboles de decisión, Machine Learning—, series de tiempo y patrones espaciales, explicaron desde el área de control de la Nación.
“El ciento por ciento de las alertas son validadas y procesadas en un entorno SIG para ser cruzadas con información secundaria relacionada —OTBN y planes—. Finalmente, se envía a cada provincia un reporte con el detalle de las alertas y el requerimiento de información sobre la legalidad de cada evento de deforestación, por ejemplo: si estaba autorizado o no y, en tal caso, qué instrumento lo permite, número de expediente y medidas a tomar en el caso de eventos ilegales, entre otros datos”, señala un informe de la Dirección de Bosques Nativos de la Nación.
El alerta emitido por el SAT fue constatado a través de una imagen satelital del 24 de octubre, en un área de bosque nativo en donde previamente se había detectado actividad ilegal. La información llegó hasta la Dirección Provincial de Recursos Naturales, que es el órgano de aplicación en territorio santafesino.
“Hay un satélite que pasa cada 16 días por el mismo lugar. El SAT detecta donde hay cambios en la vegetación. Una vez que llega el alerta, se hace una corroboración visual de la información que arroja el software y, si da positivo, nos mandan el informe desde Nación y se inician los trámites para actuar en el lugar donde presuntamente se está llevando a cabo la actividad ilegal”, explicó a El Ciudadano Gerardo Castro, del Ministerio de Medio Ambiente de la provincia.
Para poder ingresar a los campos en donde el alerta del SAT emite una irregularidad o cambios en la vegetación, los organismos de aplicación de la ley necesitan una orden de allanamiento, por lo que Castro explicó que “se llevaron a cabo las presentaciones judiciales correspondientes y de esta manera se presentaron en el lugar inspectores de Recursos Naturales junto con agentes de la Policía provincial”.
El proceso que sigue, una vez corroborada la situación ilegal en los bosques, según señaló Castro, es labrar el acta e iniciar un expediente de infracción en el cual se comunica al supuesto infractor de la situación. “Tiene un tiempo para hacer descargo y, en caso de que se confirmen las infracciones, les cabe la multa que establece la ley nacional de Bosques Nativos Nº 26.331, que van desde 300 a 10 mil sueldos básicos de la administración pública nacional”, dijo.
“Actualmente hay en la provincia 39 expedientes en proceso de multas. Son 17 que están en distintas instancias para su cobro y sobre las 22 restantes aún no se ha expedido la Justicia”, agregó Castro.
La importancia de los Bosques Nativos
El desmonte tiene incidencia directa en el impacto que pueden provocar las inundaciones. Castro explicó que los árboles funcionan como una esponja natural.
“Es decir, tiene condiciones para que el agua se infiltre en el suelo y también funciona como una bomba que hace que el agua se imprima en las napas. Al no haber vegetación, es menos el agua que escurre”, dijo.
El técnico que forma parte de la cartera de Medio Ambiente de la provincia, señaló al respecto: “Se dice que un bosque puede absorber durante la primera hora de lluvia hasta un 80 por ciento de 300 milímetros de lluvia. Es como una bomba en que la planta funciona como un vehículo entre el agua y la atmosfera y aumenta el nivel de las napas. Al sacar el bosque, entonces, se compacta el suelo y es obvio que el agua que está sobrando se va a escurrir”.
Sobre la ley Nacional de Bosques Nativos
En noviembre de 2013 fue aprobado el proyecto a través del que la provincia adhiere a la ley nacional de Bosques Nativos Nº 26.331 que reglamenta la protección ambiental en tres categorías de conservación: los que requieren de más alto nivel de preservación con rojo, la de mediano nivel con amarillo y la de menor valor, con verde.
“Desde que está la ley y por una decisión política, en la provincia de Santa Fe todos los campos están pintados rojo y amarillo. Todos los bosques son de importante valor. En la provincia no se puede desmontar para hacer agricultura o forraje para ganado. Todo lo que es bosque nativo tiene que ser preservado, con todo lo que ello implica: especies arbóreas y el ecosistema asociado a ellas”, dijo Castro.