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Masacre en México: relato desde el epicentro del horror

Cómo ocurrieron los inexplicables hechos en los que miembros de una conocida colonia cristiana mexicano-estadounidense y sus hijos fueron brutalmente asesinados cuando viajaban de Chihuahua a Sonora y sus vehículos fueron atacados a balazos y prendidos fuego

Con información de Sinembargo.mx

De muchos no quedaron ni los huesos. Los quemaron dentro del auto. Los criminales abandonaron a los heridos. Los niños que se salvaron, se ocultaron entre los matorrales en el desierto. Esto es lo que contó Kendra Miller, de la comunidad menonita de la colonia de Le Barón, en el estado mexicano de Chihuahua, en un estremecedor relato de los hechos: “En la mañana del 4 de noviembre de 2019, tres madres en tres vehículos, con catorce niños entre ellas, se juntaron para ir a La Mora, una pequeña comunidad familiar en las montañas de Sonora. Dos de ellas, para ver a la familia en Chihuahua, y uno de ellos para recoger a su marido del aeropuerto en Phoenix, Arizona (Estados Unidos). Nunca lo habían hecho. Fueron emboscados por los cárteles mexicanos; fueron baleados, quemados y asesinados a sangre fría. Eran civiles inocentes, ciudadanos estadounidenses simplemente tratando de vivir vidas tranquilas”, dijo Miller, prima de Jhon LeBaron, miembro de la familia que en 1924 fundó la colonia en México, tras un cisma con los mormones de Estados Unidos.

“Durante 11 horas, sus familias por todo Sonora, Chihuahua, y el medio oeste de Estados Unidos esperaban con miedo y horror cualquier noticia de posibles sobrevivientes. El primer vehículo fue encontrado lleno de agujeros de bala y completamente en llamas. Nita y los cuatro de sus siete hijos que viajaban fueron quemados, la mayoría hasta cenizas, y sólo quedaron unos pocos huesos calcinados para identificar que los cinco estaban adentro. Al parecer uno trató de escapar, ya que la puerta de lado del acompañante estaba abierta y los restos quedaron parcialmente dentro y fuera del vehículo”, agregó en su cuenta de Facebook, en donde ha realizado distintas actualizaciones desde ayer.

“En otra parte de la carretera –continúa Kendra Miller–, alrededor de 10 millas (16 kilómetros) más adelante, estaban Christina con su bebé Faith en su vehículo, y Dawna, madre de 9 niños, con ella. Ambas fueron ejecutados desde adelante y Christina saltó haciendo señas con sus brazos para que los atacantes supieran que eran mujeres y niños en los vehículos. Ella dio su vida para tratar de salvar el resto. Dawna y dos de sus chicos también fueron asesinados por los disparos”.

“Después de presenciar la muerte de su madre y hermanos, Devin, hijo de Dawna, escondió a sus otros 6 hermanos en los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras él iba por ayuda. Como se tomó demasiado tiempo en volver, su hermana de 9 años dejó a los cinco restantes para intentarlo de nuevo. Devin llegó a La Mora a las cinco y media de la tarde, 6 horas después de la emboscada, dando la primera noticia”, dice Kendra.

“Los tíos de Devin fueron a tratar de encontrar a los niños ocultos, sabiendo que muchos de ellos habían sido heridos. No llegaron muy lejos antes de darse cuenta de que se estaban poniendo en riesgo de muerte, ya que había habido un tiroteo continuo durante horas, por todas las montañas cerca de La Mora. El grupo de menonitas esperó un tiempo por refuerzos, y alrededor de las 19.30, encontró a los niños ocultos. Encontraron al bebé de Christina con el vehículo al lado repleto de agujeros de bala. De alguna manera ella quedó intacta, viva, en el asiento para autos, que parecía haber sido colocado rápidamente en el suelo del vehículo por su madre para protegerla”, indica el relato.

“La búsqueda no terminó allí. McKenzie, la niña de 9 años que había ido por ayuda, estaba desaparecida. Los soldados que habían llegado y los hombres de La Mora y pueblos cercanos la buscaron durante dos horas en la oscuridad, hasta que la encontraron alrededor de 21.30”, señala Kendra.

“Los cinco de los niños de Dawna que fueron heridos fueron recogidos por una ambulancia y tratados en el hospital local, hasta que un helicóptero enviado por el Ejército mexicano los vino a recoger. Su padre, David, que para entonces había llegado desde Tucson, Arizona, los acompañó en otro helicóptero, esperando en la frontera con los Estados Unidos. Desde allí, para ser transportado a Phoenix”, continúa relatando.

“Devin, su hermano Jake, y el bebé de Christina, Faith, están ahora al cuidado de sus tías y abuelas en LaMora. Hemos perdido 9 hoy. En este momento estamos esperando, por la mañana, por respuestas, por la justicia”.

El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Alfonso Durazo Montaño, confirmó que el ataque armado contra una familia de mormones en Chihuahua dejó nueve muertos: tres mujeres maores, y seis menores. Y consideró que una hipótesis es que algún grupo criminal pudo haberlos confundido con otro, en una zona sumamente violenta desde hace años.

Las víctimas

Los atacados pertenecían a una familia mormona y tenían nacionalidad mexicana y estadounidense. Las víctimas fatales fueron Rhonita Miller, de 30 años; Howard Miller hijo, de 12 años; Krystal Miller, de 10 años; Titus Miller y Tiana Miller, gemelos de 8 meses; Christina Johnson, de 30 años; Dawna Langford, de 43 años; Trevor Langford, de 11 años; Rogan Langford, de 2 años.

Sobrevivieron Fe Marie Johnson, de 7 meses, en el asiento de bebé para auto que parecía haber sido puesto en el suelo del vehículo; Kylie Langford de 14 años, con un disparo en el pie; Devin Langford, de 13 años, ileso. Él caminó más de 22 kilómetros a La Mora para buscar ayuda después de esconder a sus hermanos en arbustos, y cubrirlos con ramas. También sobrevivieron McKenzie Langford, de 9 años, con un roce de bala en el brazo. A pedido de su hermana Kylie, él también salió a buscar ayuda cuando pasaban las horas y Devin no volvía. Se perdió, y caminó unos 16 kilómetros hasta que fue encontrado por un grupo de búsqueda. Y Jake Langfordo, de 6 años, resultó ileso.

Cody Langford, de 8 años, sufrió un balazo en la mandíbula y otro en la pierna, pero su condición era estable. También resultaron gravemente heridos Xander Langford, de cuatro años, baleado en la espalda, y Brixon Langford, de casi 9 meses, con un disparo en el pecho.

Trump quiere guerra

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recomendó esta mañana a su par de México, Andrés Manuel López Obrador, utilizar “un ejército para derrotar a un ejército”, en relación con los asesinatos. Dijo que con una llamada, juntos librarían una guerra contra los cárteles para eliminarlos de forma “rápida y efectiva”.

El mandatario latinoamericano agradeció, pero remarcó que la opción armada, en México, fracasó. “Voy a hablar con el presidente Trump para agradecerle su apoyo y ver si en los convenios de cooperación hay posibilidad de que se pueda contar con ayuda en caso de que se necesite, y en el marco de la legalidad vigente solicitaríamos ese apoyo que agradecemos mucho. Creo que no necesitamos para atender estos casos de la intervención de un gobierno extranjero. Todo esto de manera muy respetuosa”, respondió el presidente de México.

Además recordó que es un tema de soberanía y que sería como si las autoridades mexicanas se metieran en la matanza de El Paso, en donde murieron mexicanos en crímenes de odio.

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