Igual trabajo, igual salario. La Federación de Fútbol Australiano comunicó que firmaron un acuerdo con el sindicato de jugadores para que los ingresos de las selecciones femenina y masculina sean iguales.
Por medio de un comunicado en su página web, la Federación escribió: “La FFA y el PFA han alcanzado un nuevo Acuerdo de Negociación Colectiva que cierra la brecha salarial entre los equipos nacionales de Australia, los Socceroos y las Matildas”.
El convenio, firmado por cuatro años, generará que ambos planteles reciban una participación del 24 por ciento de los ingresos generados desde la temporada 2019/20. Aunque en realidad será un 19, porque el 5 restante acordaron invertirlo en las selecciones juveniles para garantizar un nivel mínimo de inversión en las futuras generaciones. Así no sólo se apuesta a garantizar “los valores de igualdad, inclusión y oportunidad”, sino que se apuesta a los y las futuras futbolistas.
“La remuneración de los jugadores estará directamente vinculada a los ingresos generados por nuestros equipos nacionales, lo que creará un modelo financiero sostenible que incentivará a los jugadores y a la FFA a colaborar y crecer juntos”, celebró Chris Nikou, presidente de la federación.
Además, la FFA confirmó que revisará y actualizará su política parental para proporcionar un nivel de apoyo aún mayor para aquellas jugadoras que deseen ejercer la maternidad y luego de atravesar un embarazo tengan que retomar su carrera internacional. Algo que pocas federaciones tienen en cuentan a la hora de establecer los convenios colectivos de trabajo.
El anuncio de este acuerdo se produce en un momento en donde muchos otros países reclaman la igualdad de salarios, como por ejemplo Estados Unidos, que es actual campeona del mundo y una gran potencia del fútbol femenino y las jugadoras presentaron una demanda contra su federación porque sus pagos y condiciones eran peores que las del equipo masculino.
En la última Copa del Mundo femenina, disputada en Francia, la Selección de Australia llegó hasta los octavos de final en donde cayó en los penales ante Noruega tras empatar 1-1 en el tiempo regular.
