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Un encuentro inesperado de whatsapp que generó un nuevo café de ovnis en Rosario

Uno de los fines sobre el que se gestó el Café Ufológico, según dijo la mujer, quien se autodefine como interesada en la “ovnilogía científica”, fue la posibilidad de tener un espacio en donde la gente se encuentre con otras personas a las que también les guste el tema

Cuando Florencia Sanchi, una joven rosarina de 29 años ingresó a un grupo de whatsapp del que participan aficionados e investigadores del fenómeno ovni de distintas partes del país, no imaginó que se encontraría con Lorena Sciaratta y, que el nuevo contacto sería el generador de un nuevo Café Ufológico (es decir una espacio para hablar de ovnis) en la ciudad. El primer encuentro, contó una de ellas a El Ciudadano, superó las expectativas que ambas mujeres tenían sobre el proyecto.

Debido a la repercusión que tuvo esa primera reunión en el bar de San Luis 2585, este sábado 16 de noviembre los integrantes del Círculo de Investigaciones del Fenómeno Ovni de Rosario presentarán la compilación de trabajos Cifo El Legado Volumen I.

“Sin saber la repercusión que iba a tener el Café Ufológico, una semana antes del primer encuentro, Juan Acevedo Peinado (uno de los autores de la obra) se comunicó conmigo y hablamos sobre la posibilidad de presentar el libro en nuestro café. Es para destacar que se hayan interesado”, agregó Sciaratta.

También visitará el Café Carlos Alberto Iurchuk, director del canal «Demonios» en Youtube y conocido dentro del ambiente de la ovnilogía en el país por sus investigaciones.

“Creíamos que íbamos a tener una buena convocatoria pero superó lejos las expectativas. Lo que intentamos hacer fue una presentación de algunos objetivos iniciales pero realmente superó lo que teníamos previsto”, contó Sciaratta.

La convocatoria fue sorprendente para las organizadoras, que además se sintieron honradas con la visita de la investigadora radicada en Victoria, Silvia Pérez Simondini. “El mozo empezó a poner más sillas y mesas y el lugar se llenó”, confesó.

Uno de los fines sobre el que se gestó el Café Ufológico, según dijo la mujer, quien se autodefine como interesada en la “ovnilogía científica”, fue la posibilidad de tener un espacio en donde la gente se encuentre con otras personas a las que también les guste el tema. “Pero no quedar sólo en eso, sino también volver a investigar casos que quizás hayan quedado olvidados y en donde intervinieron militares, policías, médicos y que incluso salieron en reportes periodísticos. En definitiva, la reinvestigación de viejos casos o generar el interés por otros nuevos. Hay que tener en cuenta el trabajo que viene haciendo la Cefora (Comisión de Estudio del Fenómeno Ovni de la República Argentina) por la desclasificación de archivos en el país”, agregó.

La iniciativa de estas dos mujeres que se conocieron a través de waatsapp derivó en algo que fue más allá y, al haber superado ampliamente las expectativas del primer encuentro, ambas decidieron cambiar la propuesta sin apartarse del espíritu inicial: “La idea es hacer del Café Ufológico un multiespacio, tratando de generar un lugar vinculado a lo cultural, con expositores que quieran sumarse. También habrá proyecciones y contactos con distintos organismos”.

 

Cómo se vinculó con el tema

Sciaratta tiene cerca de 40 años. Asegura que el tema le gusta hace casi dos décadas, que incursionó en distintos espacios hasta que un día dio con lo que realmente le gustaba que es la “ovnilogía científica”

“El testimonio del protagonista es sumamente importante, empatizar con quien cuenta sobre su experiencia lo es, pero necesito algo más, una prueba que verifique, de manera más profunda, lo que esa persona está contando. Tratamos de no desvalorizar ningún relato pero darle énfasis a casos en los que intervinieron organismos militares, policiales o médicos”.

En su vida cotidiana, Lorena cuenta que el tema le insume tiempo pero que lo intercala con su trabajo, su familia y amistades: “Me lleva tiempo, sobre todo responsabilidad y compromiso. Porque si bien seguramente cometeremos muchos errores porque somos nuevas en el tema, lo que tenemos como objetivo es llevar adelante el proyecto de la mejor manera y tratar de ser lo más objetivas posible dentro de la subjetividad que tiene el tema”.

 

La resistencia a «hablar»

“Además de que tanto Florencia como yo, hemos vivenciado algo, lo que intentamos hoy es generar un espacio para aquellos que han pasado por experiencias similares o no pueden o no se animan a hablarlo”, asegura.

También dice que “hay mucha más gente de la que uno se imagina que vivió o vio cosas y que por el temor a lo que pensarán no lo cuentan”.

Por eso, insiste, que el Café es libre para cualquier persona que esté o no interesada en el tema y que quiera saber de qué se trata. Para quienes han pasado por “situaciones extrañas y jamás lo han podido contar por su profesión o entrono” y en el café encontraron esa posibilidad.

“Si bien éramos muchos en el encuentro, me impactó mucho la experiencia de una mujer de unos 60 años, profesional, que contó que buscó toda la vida con quién poder hablar sobre cosas que le venían pasando desde que era chica y nunca lo pudo hacer ni contar, sintiéndose limitada por su profesión”.

Ese sábado levantó la mano y dijo: “Jamás pude hablar de esto y hoy estoy feliz de poder compartir, aunque sea dos horas al mes, de estas cosas con gente que no me va a juzgar y que no me va a condicionar”.

 

El poder del Whatsapp

Sobre el Café Ufológico que se desarrolla todos los tercer sábados de cada mes en el bar de San Luis 2585, Sciaratta dijo: “Es un sueño personal que tenía yo por mi parte y Florencia Sanchi por su lado. Nos conocimos de una manera muy espontánea. Fue muy raro”.

Sobre el contacto que establecieron las dos rosarinas amantes de los ovnis contó : “Éramos dos personas que queríamos lo mismo. Yo estoy en un grupo de waatsapp en el que hay gente de distintas partes del país, ella se sumó, le di la bienvenida, nos pusimos a charlar por privado sobre el tema y me cuenta que en Rosario no conocía a nadie. Fue a través de waatsapp que organizamos un encuentro en su casa, eso fue un martes y el miércoles a la tarde ya había unas 50 personas interesadas en el Café Ufológico. Armamos la actividad prácticamente sin conocernos y, cuando nos encontramos, fue una empatía como pocas veces me pasó en la vida”.

Hay un nuevo café de ovnis en Rosario para compartir experiencias de otro mundo

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