El traspaso de mando parece ser un tema sin resolución sencilla en la Argentina. El antecedente del nacional, de Cristina Fernández de Kirchner a Mauricio Macri, se reactiva ahora con el pedido del gobernador electo Omar Perotti al saliente Miguel Lifschitz. Este jueves, desde el PJ enviaron una carta del ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, para definir los detalles de cómo será la puesta en funciones de Perotti. La controversia, más precisamente, es por el capítulo simbólico, que no tiene validez jurídica: el cambio de manos de los atributos del cargo y la jura de ministros. La fecha propuesta por el PJ fue el 11 de diciembre. El lugar: la explanada de la Casa Gris en la capital santafesina. La hora: 19. El pedido surge en medio de la polémica que incluyó cruces entre funcionarios salientes y entrantes por la transición, incluido el envío del presupuesto provincial de 2020.
Según una carta a la que accedió El Ciudadano, la definición para el pase de mando entre Lifschitz y Perotti empezó en septiembre, cuando la directora provincial de Relaciones Públicas y Ceremonial se reunió con el secretario privado del gobernador. También participó la directora de ceremonial de la Cámara de Senadores de Santa Fe.
En noviembre, desde las oficinas de Perotti mandaron una carta para reservar el teatro municipal Primero de Mayo y así seguir la ceremonia de paso de mando en caso de lluvia. También habían solicitado que la provincia imprima dos mil invitaciones para convocar al acto y jura de los nuevos ministros. Sin embargo, siempre según la carta de este jueves, no recibieron respuesta. Es más, desde el Frente Progresista, se quejaron, propusieron otro cronograma.
“Es un acto protocolar que simboliza que el poder no es personal sino del pueblo”, escribieron desde el escritorio de Perotti en favor de una jornada abierta, no en el interior de la sede de gobierno. E insistieron en que no será un acto partidario sino uno cívico con la presencia de instituciones de la provincia.
En la carta recordaron las declaraciones de Lifschitz sobre la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner al ceder el mando a Mauricio Macri en 2015. Y señalaron: “Recordamos al gobernador saliente en oportunidad del último traspaso de mando presidencial cuando expresó que la presidenta se pone en un lugar de decisión que le correspondería al gobierno entrante, el que debería tener la derecha. En este caso es que consideramos que estamos ante una nueva intromisión a las definiciones que corresponden por mandato popular al gobernador electo Omar Perotti”.
Es que, sostienen desde el PJ, el acto jurídicamente válido de traspaso de mando es el que se realiza en la Legislatura, con la presencia de diputados y senadores. A partir de ese momento, argumentan, hay nuevo gobierno, y es ese el que debe definir cómo sigue el capítulo de los atributos, una tradición con mucho de formalidad pero que también tiene una carga simbólica. El peronismo lo quiere al aire libre, con acto público, siempre que el tiempo lo permita.
