Los cuatro policías que fueron detenidos este jueves más Marcelo Rey, quien ya había sido imputado como integrante de la asociación ilícita liderada por Esteban Alvarado, se sentaron este viernes en el banquillo cuando, ante la jueza María Melania Carrara, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra ampliaron la imputación.
Marcelo Rey, comisario de la Policía de Investigaciones (PDI), con base en nueva evidencia, fue acusado por hechos ocurridos desde junio de 2012, cuando era integrante de la Brigada Sustracción de Automotores de la Unidad Regional II de Rosario. Para los fiscales encubrió actos ilícitos relacionados con la adquisición ilegal de autos. Los funcionarios contaron que por su función sabía que Alvarado y Walter Bucci (condenado como integrante de la banda de los Rosarinos) obtenían vehículos de manera ilegítima. Le atribuyen una llamada telefónica al segundo el 11 de julio de 2012 para avisarle de unos allanamientos. También, según la Fiscalía, coordinó con Alvarado y Lucas N. el hallazgo de los autos que habían sido sustraídos en el estacionamiento de Car Wash Milenium el 1° de julio de ese año, para no perjudicar el funcionamiento de la banda.
Con respecto a Gustavo Spoleti, quien fuera jefe de la ex Digedrop en el sur provincial y ex titular de Unidades Especiales en la Unidad Regional de San Lorenzo, los fiscales le atribuyeron el lavado de activo en una maniobra conjunta con el imputado Jorge Benegas en base a un inmueble que está dentro de la asociación ilícita de Alvarado. En este sentido, el fiscal Schiappa Pietra explicó que Spoleti no está como parte de la organización.
Este jueves la causa que lo investigaba por enriquecimiento ilícito por propiedades que no pudo justificar el origen del dinero utilizado para la construcción de una casa en Furlong al 1103 (altura Mendoza al 8100) fue desarchivada. Esta maniobra consistió en dar legitimidad a sumas de dinero que no podía justificar frente a un requerimiento de la Dirección Provincial de Asuntos Internos de la Policía de Santa Fe, dijeron los fiscales. Cuando le pidieron que justifique el incremento de su patrimonio, Spoleti y Benegas presentaron la venta de una casa en 2012 ubicada en Bolivia 1833, valuada en una escritura en 354.750 pesos. Spoleti dijo que la vendió por un valor de 89.500 dólares y este dinero le permitió contar con recursos para construir la casa de calle Furlong. Esta operación, hecha a través de un boleto de compra venta, de fecha anterior a la escrituración y sin constancias documentales que acrediten el pago de dinero en forma de cancelación, contradice lo dicho en la escritura, dijeron.
Con respecto a Cristian “Chamuyo” Di Franco fue subjefe de la comisaría 3ª de Carcaraña en 2012. Para los fiscales es parte de la asociación ilícita e incumplió deberes de funcionario público. Le achacaron ingresar en tres oportunidades a mediados de 2012 al sistema de plana de secuestro y del Registro Nacional de la Propiedad Automotor a pedido de Alvarado para suministrarle información de tres autos facilitando así la comercialización de autos adquiridos de manera ilegítima.
Luis Quevertoque es conocido de las crónicas policiales como activo investigador en la megacausa Monos. Los fiscales detallaron que proveyó apoyo logístico en el traslado de mercaderías provenientes de hechos delictivos, sirvió de nexo entre policías de su división y Alvarado. Mantuvo reuniones con otros miembros de la organización encargados de la logística que visitaban al jefe de la banda mixta en la cárcel.
Javier Makhat es ex jefe del área de inteligencia de la PDI. Su nombre quedó vinculado públicamente cuando se allanó un departamento en Condominios del Alto y los investigadores se encontraron con que allí, en una vivienda vinculada con Alvarado, residía el uniformado. Los fiscales lo imputaron como miembro de la organización y le asignaron la calidad de prestanombres.
Los fiscales le achacaron una maniobra de lavado de activos con esta propiedad. En marzo de 2009 dos hermanos vendieron el 50 por ciento a otra persona con el mismo apellido; luego este hombre cedió el ciento por ciento de este bien a Damiana G. (que al momento la adquisición estaba declarada fallida). En febrero de 2014 esta mujer le vendió a Liliana Z., suegra de Luciano Privitera, demorado anteayer, y 6 meses más tarde se lo cedió a la mujer de Makhat.
Para su defensor, Germán Mahieu, su cliente tenía los fondos para comprarlo y la documentación que se secuestró en una quinta propiedad de Alvarado era de fecha previa a la compra del departamento. Pero el fiscal Edery dijo que la primera aparición de Makhat en esta causa es en un mail que mandó el policía Gustavo “Gula” Pereyra a la Secretaría de Delitos Complejos, que decía que había tres personas que tenían terrenos en Puerto Roldán y cuando verificaron uno de ellos era de Makhat y existen audios de donde surge que Alvarado disponía de esos lotes a través de una persona identificada como Greci Hazzi, que regenteaba las propiedades. Para la Fiscalía lo de Condominios del Alto es la segunda maniobra de estas características, a lo que sumaron que existe información que asegura que en 2013 Rosa Capuano –ex esposa de Alvarado– y sus hijos vivieron en el departamento.
En la investigación aparecieron integrantes de la banda de Los Rosarinos
En la imputación al policía David Marcelo Rey, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra hicieron referencia a comunicaciones del uniformado que datan desde junio de 2012 cuando era integrante de la Brigada de la Sección Sustracción de Automotores de la Unidad Regional II de Rosario no sólo con Alvarado sino también con Walter Ramón Bucci y Gabriel Antonio “Peto” García, quienes no figuran en esta nueva causa. Las conversaciones se enmarcaron en la ayuda que brindó el policía a estas personas para que no se descubriera los manejos con autos robados. Justamente estos hombres, fueron detenidos un mes más tarde junto con Alvarado en la investigación que llevó adelante el fiscal de San Isidro, Patricio Ferrari a la denominada banda de Los Rosarinos. El fiscal porteño los imputó a los tres como los líderes de la organización que tenía su base en Rosario donde recibían los autos robados en Buenos Aires para desguazarlos. A principios de agosto de 2012, la banda quedó desarticulada tras 27 allanamientos donde atraparon a los tres líderes junto a una decena de integrantes, entre los que se encontraban dos ex subcomisarios de la Policía bonaerense. El fiscal explicó en dicha oportunidad que se hacían de los vehículos de alta gama de tres maneras: robándolos a mano armada, levantándolos en la vía pública con ganzúas, o con la connivencia de sus propietarios que los denunciaban como robados para cobrar los seguros. Tras los operativos, los investigadores hallaron 31 autos de alta gama, miles de autopartes junto a siete armas de fuego. Por esta causa, Alvarado fue condenado a seis años y medio de prisión como organización mientras que Bucci y García quedaron como reducidores.
Para la Fiscalía, Esteban Alvarado operaba la organización desde 2012