Search

Las bancas de las pibas

A partir de la primera semana de diciembre una de cada cinco bancas de la Cámara de Diputades de la provincia estarán ocupadas por mujeres menores de 35. Tres de ellas, además, tienen menos de 29. En estas elecciones, se logró alcanzar el 46 por ciento de representatividad de mujeres

Por Bárbara Favant, de Periódicas

Las nuevas autoridades legislativas asumirán este fin de año y el promedio de edad en la Cámara de Diputades de la provincia de Santa Fe será de 45 años, según un relevamiento de Periódicas. En 2015, las bancas asumidas promediaron los 51 años por lo que se puede afirmar que se trata de una renovación generacional que pasará a la historia. De les 50 diputades totales, son once les menores de 35 de les cuales sólo uno es varón. De las 10, tres tienen menos de 29 años. Hay seis mayores de 60 y son todos hombres. El Senado tiene una edad promedio de 57. La más joven en ocupar una banca de la historia será, a partir del 5 de diciembre, Agustina Donnet de Igualdad y Participación (IyP) con 25. El más avanzado en edad será Ricardo Olivera del Partido Justicialista (PJ) con 65.

La repercusión de la reglamentación de la ley nacional 27.412 de paridad de género en las listas nacionales -implementadas a partir de las Paso del 11 de agosto de 2019-, los movimientos de mujeres durante los últimos 34 años, y la organización de militantes dentro de los partidos políticos para exigir representación en las precandidaturas, son algunas de las razones que se pueden esgrimir para empezar a hacer una lectura de lo sucedido en Santa Fe durante 2019. Si bien en la provincia está vigente desde 1992 la Ley 10.802 que establece que (cómo mínimo) un tercio de las listas en todas las escalas provinciales deben estar compuestas por mujeres, es la primera vez que se alcanzó un 46 por ciento de participación de bancas femeninas en la Cámara de Diputades. El cupo trans, en cambio, sigue siendo una deuda pendiente.

El 56 por ciento del total de las bancas femeninas serán ocupadas por mujeres menores de 40 años y las menores de 35 representan el 22 por ciento del total de la Cámara de Diputades. Es decir, una de cada cinco bancas será de una joven. El Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) es el espacio político que más mujeres jóvenes contiene: son seis. Luego, cada bloque tiene una. El promedio de edad de las 23 diputadas electas es de 40 años, mientras que el promedio de varones es de 50. Además de Donnet, hay dos diputadas electas sub 30: Jimena Senn (UCR-FPCyS) y Gisel Mahmud (PS-FPCYS), ambas con 29. Les siguen Marlén Espíndola (PS-FPCys) y Georgina Orciani (UCR-FPCyS) con 31; Lucila De Ponti (PJ) y Lionela Cattalini (FPCyS) con 33; Damaris Pacchiotti (FSyP) y Armas Belavi (Unite) con 34 y María Laura Corgniali (FPCYS) con 35.

Las pibas diputadas en la capital provincial

Agustina Donnet, oriunda del barrio Barranquitas opinó en Periódicas sobre el cambio generacional: «Es algo histórico para festejar y celebrar porque, más allá de los techos de cristal que nos han impuesto y que hasta ahora no tengamos ley de paridad en Santa Fe por normativa específica, se ha demostrado en la conformación de las listas y ahora en la composición del cuerpo que las pibas han introducido el debate de la necesidad de tener una representación igualitaria de los espacios de decisión. Creo que las mujeres, las disidencias y la juventud vinimos a ocupar un rol protagónico que por primera vez en mucho tiempo desde que venimos exigiendo estar en esos lugares de decisión tenemos la posibilidad real de ocuparlos. Así que me parece sumamente importante poder estar ahí, en esa banca. Tengo mucho entusiasmo porque siento que vengo a representar a todas esas voces y esperamos poder estar a la altura. Será una etapa más que prometedora. El momento es ahora».

Por su parte, la rafaelina que reside hace años en Santa Fe, Gisel Mahmud, expresó a Periódicas: «Hay varias cosas que juegan. Por un lado, me parece que la sociedad está cambiando mucho de una forma muy vertiginosa, donde la tecnología juega un montón y donde las relaciones humanas se transforman. Eso permite que las personas más jóvenes empiecen a conectarse con un montón de cosas con las que antes no; desde tener acceso a la información de una manera diferente hasta generar la tuya propia. También a relacionarte con círculos y redes de personas para alcanzar tus objetivos, o simplemente vincularte por intereses personales o comunes. Ahí la juventud comienza a estar mucho más conectada, a involucrarse en más temas, y a organizarse de otra forma. De hecho hubo varias experiencias en el último tiempo de organizaciones virtuales, por las redes sociales, para movidas por causas como el medio ambiente. Las empiezan jóvenes. Como lo del movimiento estudiantil el año pasado en Santa Fe, el movimiento de mujeres y la revolución de las hijas».

«También me parece que como sociedad estamos en un momento de crisis, en el sentido de ruptura o cuestionamiento de algunas estructuras. Para mí el año pasado hubo dos hitos muy importantes de movilización joven: una fue la discusión por el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Generó una interpelación a jóvenes, de 13 a 15 años, que son mucho más chicas que nosotras que vamos a estar hoy en la Cámara. Son mujeres que empiezan a entender el feminismo, a mirar a la sociedad desde otra perspectiva, a ser conscientes de las violencias que sufren desde chicas. Esa discusión generó todo un movimiento y movilización que fue mostrando resultados. Porque a medida que nos íbamos organizando y comprometiendo, íbamos contagiando a un montón más, nos fuimos dando cuenta que éramos muchas y que siendo muchas teníamos la capacidad de hacer un montón de cosas. Como de instalar en la agenda política y pública debates, las percepciones que tenemos de la realidad», analizó.

Y agregó Mahmud: «La movilización vinculada a la educación pública también afectó mucho a los estudiantes secundarios y universitarios. Estamos hablando de edades de entre 13 y 28 años en promedio. Que están recontra atravesados porque no podés estudiar, no podés tener clases, tus docentes tienen salarios precarizados, los exámenes para los que te venís preparando no los podés tener, o las aulas no están en condiciones. Empezás a ver un montón de cosas en tu cotidianeidad que te afectan a vos, a tus pares. Fue un nivel de movilización importante, con las tomas en las universidades y escuelas, con asambleas y marchas. La revolución feminista se empieza a traspolar y permear en un montón de ámbitos. Creo que las mujeres jóvenes empezamos a estar a cargo del liderazgo de organizaciones estudiantiles, que antes no era algo que pasaba. De pronto, a los 23, 24, 25 años sos presidenta de un centro de estudiantes, sos consejera directiva, sos responsable nacional de una organización estudiantil. Y empezás a conectarte con otras mujeres que están en la misma sintonía. Con toda una generación nueva que empieza a estar en lugares que habitaron otros antes de manera muy diferente. De pronto para nosotros sentarnos con organizaciones políticas y diferentes a nosotras, siendo socialistas trabajar con el peronismo, la izquierda, el radicalismo o cualquier otro partido, empieza a parecer un ejercicio más cotidiano. Empezamos a aprender a dialogar, a consensuar y todas esas cosas permiten determinadas transformaciones de la política, de las personas, de la dinámica y empiezan a generar un efecto avasallante».

Por su parte, la peronista nacida en la capital provincial Lucila De Ponti apuntó sobre la entrada de más mujeres jóvenes a la legislatura provincial: «Me parece que tiene que ver con que es la manifestación política de un proceso social que estamos viviendo, con una transformación cultural y social que está transitando la Argentina relacionado al rol de las mujeres y disidencias en la sociedad. Esto definitivamente de alguna manera se mete a la fuerza en los partidos políticos. No sólo modificando las representaciones, dando más espacio para que las mujeres estemos en los lugares de decisión, sino también haciéndolo con una reivindicación de la agenda y de la forma de pensar acerca de los proyectos políticos que trae todo este proceso de transformación. Me parece muy bueno que una de cada cinco bancas sea ocupada por una mujer joven porque evidentemente esto habla que la política no es tan ciega y no le da tanto la espalda a este proceso que estamos viviendo. Aunque esto es con disputas, con luchas y también con resistencias, creo que las mujeres vamos sosteniendo este avance ocupando estos espacios que históricamente nos fueron negados».

¿Juntas? y las expectativas

Al ser consultadas sobre qué políticas van a hacer las mujeres y cuáles son los desafíos a desarrollar a partir de diciembre, De Ponti respondió a Periódicas: «Me gustaría poder lograr, como lo hicimos con el Congreso de la Nación, acuerdos y estrategias comunes que tengan que ver con avanzar en la conquista y en la profundización de derechos de las mujeres y del feminismo. Me gustaría poder hacerlo construyendo estrategias comunes con estas otras diputadas aunque sean de otros signos políticos, de otros bloques. En el Congreso de la Nación pudimos lograrlo y obtener resultados muy importantes con estas prácticas como lo fue la ley de Paridad, la ley de Micaela García o la ley Brisa, que se aprobaron con el trabajo conjunto de algunas diputadas que pusimos en un lugar secundario nuestras pertenencias más partidarias y como prioridad poder alcanzar estas cuestiones y discusiones. Que igual no hacen que dejemos de trabajar en los proyectos políticos de los cuales formamos parte, sino que en determinadas situaciones particulares y con determinados objetivos específicos nos vimos en la posibilidad de trabajar en conjunto con compañeras que provienen de otros colores políticos. Me parece que lo podemos lograr también si tenemos esta misma mentalidad y perspectiva. Es una nueva generación que quizá también se puede permitir la posibilidad de pensar las construcciones, estrategias y objetivos políticos de manera interseccional. Al menos en algunos casos porque siempre las posiciones más tradicionales de nuestros partidos no suelen darle prioridad a esta agenda y creo que es con el trabajo conjunto y con la fuerza que logramos avanzar».

Por su parte, Mahmud aseguró: «Que haya mujeres no significa necesariamente que por estar ahí tengan todas una visión feminista de la realidad o que busquen una sociedad feminista. Creo que vamos a tener distintas posiciones en muchos temas porque una cosa son las representantes de los partidos como el Socialismo, el Frente Progresista, el Radicalismo, Igualdad y Participación, el Frente Social y Popular, y otra cosa puede ser el partido Unite, que sabemos tiene una mirada muy diferente de la realidad en torno a las relaciones sexuales, la salud reproductiva, a la educación sexual integral y un montón de cosas. Los próximos cuatro años habrá debates que empezaron a emerger en este tiempo que van a tener un plafón en la Legislatura provincial, eso intuyo. Las mujeres que llegamos a Legislatura lo hicimos después de un recorrido, algunos más largos que otros, muy vinculado al feminismo, al Ni Una Menos, a la campaña por el aborto. También de espacios que funcionan de manera colectiva, transversal, con debate, consenso, acciones comunes, colectivas, superando las fronteras partidarias. Tengo la sensación de que eso será algo que se va a plasmar en la Legislatura, esa mi intención y la de muchas de mis compañeras. Que podamos trabajar junto a las mujeres de otros partidos para plantear muchos temas que quedan en la agenda».

«Con el cambio de gobierno, pensar qué va a pasar con la ESI o la aplicación del protocolo de interrupción legal del embarazo es toda una incógnita. Lo primero es cuidar todo lo que hemos avanzado hasta acá con el gobierno del Frente Progresista en materia de derechos para las mujeres y las diversidades sexuales. Y después empezar a plantear algunos temas que quizás no están tan en agenda pero que hay que empezar a discutir. Por ejemplo, la reforma profunda de la justicia con perspectiva de género. Ya lo venimos viendo en casos en la ciudad de Santa Fe. Las instituciones hoy no funcionan de la manera que necesitamos para contener, dar respuestas, que sea posible el acceso y se haga de una manera que después permita llevar a sentencias que sean reparatorias, equitativas. Necesitamos modificar muchas de esas estructuras. Además, hay temas que afectan a las mujeres pero mucho más cuando son jóvenes y son pobres. Eso tiene que estar en la agenda de todas las que vamos a estar ahí adentro, en un contexto de crisis económica. Cómo hacemos para poder pensar políticas públicas para las pibas que tienen un hijo a los 15 años, que después les cuesta mucho llevar adelante un proyecto individual, o que no pudieron terminar el secundario o insertarse laboralmente, o que terminan sosteniendo el sistema de cuidados, de todo el mundo en negro, precarizadas, en condiciones laborales indignas. Son temas para poner en agenda y tengo esperanza de que lo vamos a poder hacer con mucha madurez», agregó.

En relación a las expectativas de trabajo en la Cámara baja, por su parte Donnet expresó a Periódicas: «Voy a seguir trabajando por la ampliación de los derechos de las mujeres y de las disidencias. Hay mucha mentira detrás de la campaña antiderechos, que se habla que van a proteger las dos vidas cuando es un tema que se trató con mucha irresponsabilidad. Creo que como sociedad tenemos que darnos un debate serio respecto del aborto. A partir del año pasado logramos salir y sacar del clóset un tema tan tabú como este, pero la verdad es que las mujeres se siguen muriendo por abortos clandestinos. Nuestro desafío va a ser discutir en relación a otras políticas que están a nuestro alcance en la provincia que no es lo mismo que en la Cámara nacional que en ese sentido, sí, tiene que haber una definición clara. En la Cámara de Diputados provincial no vamos a estar discutiendo el derecho al aborto, lo que vamos a estar discutiendo son otros proyectos que tienen que ver con cambiarle la vida a las pibas y disidencias en lo cotidiano de la provincia. Nuestras energías van a estar puestas en la prevención y erradicación de la violencia en todas sus expresiones. Ese va a ser el desafío. Y nada menos que continuar con la tarea de Silvia Ausburguer que es una referente de la lucha por los derechos de las mujeres en Argentina y ni hablar en Santa Fe. Tengo una vara más que alta para estar en ese lugar. Esto es una lucha para conquistar todos los derechos que nos faltan, que excede a las diferencias partidarias y políticas que podamos llegar a tener en nuestros espacios con respecto a otros temas. Con el deber y el deseo de seguir empujando este movimiento que excede nuestras identidades partidarias. Definitivamente, esta es la banca de las pibas y de las disidencias».

Sobre la integración de comisiones, Mahmud detalló: «Por ahora no hay nada en discusión sobre eso, en qué temáticas va a estar cada uno, ni la integración en términos de paridad. Calculo que en los próximos meses, antes de diciembre que se empiece a discutir el presupuesto, lo iremos charlando. Espero que se pueda garantizar y que no terminemos utilizando la paridad en la Cámara para que las mujeres estemos discutiendo sólo educación y salud como suele ser. Y que abordemos también temas como seguridad, justicia o presupuesto de la provincia». Asimismo, Donnet dijo que aún no sabe cuales integrará: «Tiene que ver con negociaciones, con cómo se integra la Cámara ahora y se discutirá más adelante. Mi idea es poder seguir teniendo presencia en la comisión de derechos y garantías que hasta el momento funcionó con la representación de nuestra diputada Ausburguer, aspiro poder estar ahí y en educación, por cuestiones que tienen que ver con la mirada estudiantil».

Las históricas, a un lado

Cabe destacar que en 2015 las bancas femeninas promediaron los 48 años en la Cámara baja de la Legislatura provincial, y ocuparon un 36 por ciento del total de diputados. Hoy, son diez las bancas que se van a renovar para cuatro años más: nueve varones y una sola mujer. Son Fabián Palo Oliver (UCR-FPCyS), Joaquín Blanco (PS-FPCyS), Gabriel Real (Partido Demócrata Progresista – FPCyS), Ariel Bermúdez (FPCyS), Leandro Busatto (PJ), Carlos del Frade (FSyP), Rubén Giustiniani (IyP), Luis Rubeo (PJ), Julián Galdeano (UCR) y Clara García Alonso (PS-FPCyS). Asimismo, de las 18 diputadas solo una renovó banca: García Alonso de 59. Otras representantes que tienen un extenso currículum como legisladoras en defensa de las mujeres como Alicia Gutiérrez, Silvia Ausburguer o Patricia Chialvo no volverán al escaño en el próximo período.

Al intentar comprender este punto, Mahmud analizó: «Creo que está habiendo un recambio generacional en la Cámara por completo en todos los partidos y que eso es muy positivo porque plantea un escenario nuevo para la política provincial. Sí, es cierto que los varones siempre tienen otras condiciones para encontrar cómo acomodarse en el esquema de la política, más que las mujeres que nunca hemos estado en las mesas de definiciones. Porque incluso las que llegamos y vamos a ocupar la Legislatura seguramente no estuvimos en el momento en que se estaba definiendo eso. Muchas todavía tenemos el desafío de ver cómo hacemos para llegar ahí, no sólo a las listas sino donde se definen esas listas. Algunas mujeres que vienen con mucho recorrido quedan fuera del esquema de lo que van a ser los próximos años. Me parece que ahí el feminismo tiene un gran aprendizaje para poner en práctica que tiene que ver con el diálogo y el pacto intergeneracional. Nosotras hoy podemos discutir con jóvenes de 13 años temas de derechos iguales para las mujeres, porque hubo muchas que lo hicieron durante mucho tiempo antes. Lo que está en las jóvenes que vamos a ocupar algunas responsabilidades y también en las compañeras de distintos partidos políticos mayores, es que podamos encontrar formas de vincularnos y de seguir trabajando juntas, más allá del cargo representativo que ocupemos. Es algo que venimos discutiendo en el movimiento de mujeres, que se discute dentro de los partidos. Habrá que ver si estamos a la altura de ponerlo en práctica».

Donnet por su parte, aportó: «Creo que las mujeres, a diferencia de los varones, entienden mucho más esto de la renovación de voces y caras que configuran un nuevo espacio en la política. En nuestro caso forma parte de una decisión colectiva, que se acordó así con nuestro partido. Pero no es así con los varones que por lo general no suelen ceder estos espacios, algo que las mujeres hacen porque están mucho más abiertas, dispuestas y entienden que necesitan de un cambio generacional. Es necesario seguir avanzando, no solo con la incorporación de mujeres sino de jóvenes en la política».

Los tipos, viejos

La lista con el promedio de edad más bajo es Unite con 42 años, y la más alta es el Partido Justicialista con 49. Al mismo tiempo, son seis los diputados electos mayores de 60 años: Miguel Lifschitz (PS-FPCyS) asumirá con 63, Real con 61, Giustiniani con 64, Rubeo con 62 y Olivera con 65.

Con este panorama, De Ponti explicó: «La lista de diputados del PJ se construyó a través de una interna en la cual compitieron alrededor de ocho listas. Los siete diputados que ingresamos representamos a cinco listas distintas que eran encabezadas por distintas personas. En ese sentido no fue tanto una construcción de una definición partidaria sino más bien se dio en el encuentro de distintas listas que se fueron ordenando a través de las Paso. Entonces, me parece que fue mucho más la elección que hizo la sociedad. Si bien es verdad que en todas esas listas solo dos éramos quienes podíamos ser considerados jóvenes me parece bueno que tiene que ver con determinados momentos. Procesos con las cosas que permite también el sistema electoral de Santa Fe con el sistema de boleta única en conjunto con las Paso. De cualquier manera, la edad no garantiza que se pueda guardar una agenda de avanzada, que tenga que ver con incorporar nuevos derechos, que tenga que ver con representar también lo que los jóvenes y las nuevas generaciones esperan de la política. De hecho uno de los compañeros que ingresan en nuestra lista que es Ricardo Olivera, es el más grande de todos pero es una persona con una mentalidad muy juvenil si se quiere de alguna manera. En todo caso será tarea de los más jóvenes ir orientando procesos y conducir determinados debates».

«Para mi es importante que los jóvenes ocupen protagonismo, pero no siempre la presencia de personas con menor edad garantiza que el trabajo esté orientado a la conquista de nuevos derechos, y que no sea reaccionario como entiendo va a ser el trabajo de Unite. Es una paradoja», reflexionó.

En esta línea, Donnet agregó: «»Para nosotros Rubén (Giustinianni), al igual que Silvia (Ausburguer), es un referente político. Se explica por una estrategia política, porque los santafesinos lo reconocen a él y a una trayectoria política importante al momento de depositar su confianza en el voto. Silvia, a pesar de no estar en una banca, que es un lugar institucional, no quiere decir que no vaya a estar formando parte de nuestro equipo, de nuestras propuestas y de la actividad legislativa por los próximos cuatro años, al contrario. Todas las propuestas que tienen que ver con género y diversidad tienen un gran anclaje en su trayectoria también y ese es un rol político muy importante para nuestro espacio».

El Senado

Fueron 16 las bancas que se renovaron en el Senado provincial, de un total de 19. Uno de cada tres está en edad jubilatoria. Los mayores de 65 son seis Ricardo Kaufmann (77), Osvaldo Sosa (72), Cristina Berra (71), Eduardo Rosconi (67), Armando Traferri (65) del Partido Justicialista, y Joaquín Gramajo (66) del FPCyS. En 2015 la Cámara alta asumió con un promedio de 55 años, y a partir del 10 de diciembre de 2019 ese número aumentará a 57. Solo habrá tres nuevos senadores en el cargo (por Rosario, La Capital y San Jerónimo) y en esos casos los electos son más jóvenes que sus antecesores. Un ejemplo es Marcos Castelló (PJ) con 42, que será el más joven del lugar. Cristina Berra, del departamento San Martín, fue reelecta por un cuarto período este año.Fue la única senadora mujer entre 2015 y 2019 y será la única senadora mujer entre 2019 y 2023.

«El Senado sigue siendo nuestra deuda pendiente. Las cabezas de lista, porque de hecho uno veía cosas muy positivas, como listas con paridad en el Concejo o la Legislatura provincial, pero después recorres la ciudad y los afiches de las candidaturas más importantes son todos de varones. Ahí todavía falta, en el Senado lo mismo y eso va a representar un obstáculo importante para nosotras, como lo viene siendo, porque de hecho los proyectos como educación sexual integral y paridad para la conformación de listas provinciales están trabados en ese lugar. Creo que tendremos que rever las estrategias que utilizamos hasta acá para discutir hoy con quienes integran el Senado, para ver cómo hacemos para seguir avanzando. Va a ser un poco complicado. Muchos están hace más de 20 años y con un manejo del funcionamiento institucional de la Legislatura que las que vamos a empezar de cero no lo tenemos pero, además, con un establishment muy armado para que eso se perpetúe en el tiempo. También ahí hay una discusión para dar sobre muchas cosas pero sobre todo creo que necesitamos mucha sororidad entre las mujeres que vamos a estar en la Legislatura para empezar estrategias conjuntas y ver cómo seguimos dando pasos hacia adelante. Periódicas dice que “hay más mujeres que hombres en la Legislatura”, eso es un gran logro pero no en las dos Cámaras. Tenemos que seguir trabajando en este camino para intentar que pase en las próximas elecciones en el Senado provincial.», argumentó Mahmud.

Y De Ponti coincidió: «Me parece que se tendrá que establecer una nueva forma de discusión. La formación del Senado no varió demasiado. Es un debate pendiente cuántos años se puede ser senador, cómo se implementa un criterio lo más cercano posible a la paridad. Es decir, no puede ser una institución que quede exenta a los debates que tienen el resto de las instituciones de nuestra provincia. Si bien la Cámara mantiene su composición, ahora va a tener una presidenta mujer, la vicegobernadora Alejandra Rodenas. Ella es una compañera con quien hemos trabajado la construcción de estas agenda que tienen que ver con el feminismo, las mujeres y, sobretodo, las conquistas de los derechos. Ahí vamos a tener que encontrar una nueva forma de abordar la agenda de problemáticas y de los debates que los santafesinos esperan. Espero y entiendo que con los compañeros senadores vamos a tener la posibilidad de construir nuevos canales de diálogo con el resto de los actores institucionales».

10
toto togel
linitoto
dongjitu
slot depo 10k
cantoto
cantoto
cantoto
slot depo 10k
slot depo 10k
togeldong
cantoto