Federico Aranda fue condenado este miércoles a prisión perpetua por el femicidio de Nadia Benítez, de 32 años, quien era su pareja. El crimen ocurrió en febrero de 2017 luego de una discusión. Nadia murió a consecuencia de los golpes que recibió, los que le produjeron un traumatismo encéfalo craneano grave. El acusado intentó despegarse del hecho, pero la Fiscalía lo acusó y pidió una condena de prisión perpetua al igual que la querella que representa a la familia de la víctima, a lo que finalmente hizo lugar este miércoles el Tribunal.
Eran cerca de las 21.30 del 5 de febrero de 2017 cuando Nadia Melissa Benítez y su pareja fueron a cenar a la casa de una pareja amiga en Giraldo al 1600. Federico Aranda ya había llegado al encuentro con unas cuantas cervezas encima y discutieron durante la velada hasta que se retiraron cerca de las dos. Ya en la casa que compartían en la planta alta sobre la vivienda de los padres de Aranda, en Einstein al 5700, volvieron a discutir. Los gritos los escuchaban los familiares de Nadia que vivían a dos casas de distancia. Cuando se acercaron vieron al hombre sobre la víctima tirada en el patio y un charco de sangre. Le decía “despertate”. La Fiscalía, tras una investigación, lo acusó por el homicidio calificado por el vínculo y por mediar contexto de violencia de género al sostener que la mató a golpes y no era el primer hecho de violencia que sufría Nadia en el marco de la relación, contó el fiscal Aldrián Spelta.
Nadia falleció como causa de un traumatismo encéfalo craneano severo. Tenía fracturas en la mandíbula. El acusado, en una primera versión, dijo que no estaba y cuando volvió la encontró en el patio y adujo que Nadia se había caído de la ventana de la planta alta. Pero las evidencias en su contra llevaron a la Fiscalía a acusarlo de femicidio y pedir prisión perpetua. En la misma sintonía, la querella planteó su teoría del caso y pidió que lo condenen por el máximo de la pena que prevé el Código Penal.
El debate comenzó el jueves pasado y estuvo a cargo de los jueces Román Lanzon, Ismael Manfrín y Mariano Aliau.
