Más de un centenar de tumbas del cementerio judío de la localidad francesa de Westhoffen, cerca de Estrasburgo, fueron profanadas con inscripciones antisemitas, informó la delegación del gobierno local.
Según el Huffington Post, se encontraron “inscripciones antisemitas”, principalmente “esvásticas”, en 107 tumbas del cementerio judío del Bajo Rin. “Estos actos infames y repugnantes son un insulto a los valores de nuestra República”, declaró en Twitter el ministro francés del Interior, Christophe Castaner.
El prefecto de la región, Jean-luc Marx, también condenó en un comunicado este nuevo “acto antisemita que golpea otra vez la zona” y mostró “su apoyo total a la comunidad judía”.
“Quienes atacan a los judíos, no son dignos de la idea que tenemos en Francia”, remarcó el prefecto.
La policía abrió una investigación preliminar y se confió el caso a una unidad especializada de la gendarmería.
El presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, también reaccionó a lo sucedido en Twitter: “El antisemitismo es un crimen y lo combatiremos, en Westhoffen como en todas partes, hasta que nuestros muertos puedan dormir en paz”, tuiteó el mandatario. “Los judíos son y hacen Francia. Quienes los atacan, incluso en sus tumbas, no son dignos de la idea que tenemos de Francia “, continuó el jefe de Estado.
Durante la mañana de este martes también se encontraron inscripciones similares en la antigua sinagoga del municipio de Schaffhouse sur Zorn, a menos de 20 kilómetros de Westhoffen.
Otros hechos similares
El 19 de febrero de este año, 96 lápidas del cementerio judío en Quatzenheim fueron manchadas con etiquetas antisemitas, al igual que Herrlisheim, al noreste de Estrasburgo, el 11 de diciembre de 2018.
A mediados de abril, se descubrieron inscripciones racistas y antisemitas en las paredes del ayuntamiento de Dieffenthal y unos días más tarde se encontraron esvásticas e insultos en la pared de una casa en Schiltigheim.
También se descubrieron escritos antisemitas a principios de marzo frente a una escuela en Estrasburgo y esvásticas en las paredes de una antigua sinagoga en Mommenheim, según el Huffington Post.