Hasta el martes no hay conflicto en un tema de nunca acabar. Después, se verá. La calidad y el financiamiento del sistema de transporte urbano de pasajeros de Rosario vuelve a colocar en la cornisa la prestación del servicio: los choferes de las dos prestadoras privadas –El Cacique y Rosario Bus– y de la pública Movi cobraron este jueves sólo una parte del sueldo de noviembre, el 60 por ciento, con la promesa de completar el pago el próximo 10 de diciembre. El gremio de los conductores, UTA, aclaró un día después del primer depósito salarial que hasta el martes esperarán sin medidas de fuerza, atentos a la situación económica general, pero que ese es el plazo sin estiramiento posible que le dan a empresarios y Estado local en función de sus propias promesas.
«Aparentemente no llegaron las partidas de subsidios», repitió a la radio LT8 las justificaciones oficiales Manuel Cornejo, titular de UTA, sobre el desdoblamiento salarial. El dirigente puso paños fríos a la coyuntura, aunque con fecha de vencimiento. «Son pocos días» de diferencia y hay un «compromiso de pago» para completar el pago, concedió. «Hay cierto malestar» en los delegados de las líneas, pero no propuestas de un paro inmediato, agregó. Hasta ahí llegó en calmar las aguas, que la semana que viene pueden encresparse. «Nos dijeron que los subsidios llegan hoy (por este viernes)», insistió sobre el dinero que permitirá abonar las deudas laborales. Si la plata no está, anticipó nuevos problemas: «Más plazo que el martes no hay, prometieron cumplir. Si no cumplen, es otra cosa».
El sistema de transporte local, en la coyuntura de cambio de gestiones local, provincial y nacional –las tres tienen injerencia en su financiamiento–, vuelve a entrar en zona de incertidumbre. Están pendientes los 65 millones de pesos prometidos por el gobierno nacional en concepto de subsidios. En principio, son para cubrir el 5 por ciento de aumento salarial fijado en paritarias para noviembre. Apenas para eso, pero hay nuevos costos. Por ejemplo, el reciente incremento de 14,6 por ciento en el biodiesel autorizado por la administración Cambiemos.
Otro de los inminentes desafíos es el de la actualización de los costos del sistema, que esperan los concesionarios para volver a presionar sobre un aumento de boleto o, en cualquier caso, más subsidios.
