Le dicen profesional, pero está lejos de serlo. Las denuncias por incumplimiento de salarios o por falta de apoyo a los planteles se fueron propagando durante todo el torneo que este fin de semana está disputando la décima fecha, la última de este 2019. Y este sábado tuvo una nueva denuncia, tal vez la más resonante. El Porvenir jugaba de local en Gerli ante Independiente (NdR: cayó 4-0) y tras el partido, las futbolistas expusieron ante los medios las enormes dificultades que atraviesan para poder jugar, y no sólo se trata de lo económico.
Ya en la previa del encuentro, que se jugó a las 9 de la mañana con transmisión de TNT Sports, las jugadoras se ubicaron en el centro de la cancha y posaron con el brazo en alto, como símbolo de reclamo. Y luego, todas juntas, expresaron lo que están viviendo dentro del club al que representan. Solange Tarsia fue la encargada de tomar la palabra, con el resto del equipo junto a ella. “Nos encontramos así, creo que todo el plantel se encuentra así, por eso estamos todas acá, el club no nos da nada, no nos brinda nada, recién antes de ayer pudimos usar el predio desde que estamos en el club”, denunció ante las cámaras de TV.
Y luego detalló todo el calvario que atraviesan para poder jugar cada semana en el certamen de AFA. “El agua la cargamos de las canillas antes del partido y en el entretiempo”, destacó, una imagen que ni siquiera se asemeja al amateurismo. También detalló que no cuentan con los instrumentos básicos a la hora de practicar: “No tenemos pelotas, conos, pecheras, indumentaria, no tenemos absolutamente nada. La camiseta con la que salimos hoy la compramos nosotras”.
“Tuvimos amenazas durante estos días de que nos sacaban el cuerpo técnico. El técnico es un chico que trabaja en Lamadrid y que nos trae los materiales de allá, porque nosotras acá no tenemos absolutamente nada. No tenemos apoyo y según ellos nos iban a dar de baja porque dicen que ‘les damos vergüenza’. Por eso el saludo, también para agradecer a todos los clubes que nos están apoyando”, confesó Tarsia.
La desprotección que sufren las jugadoras de El Porvenir es grave, casi discriminatoria en un club que participa en el fútbol masculino de AFA en la Primera C y cuyos futbolistas no padecen las mismas contrariedades, aunque tampoco la pasan tan bien, ya que los atrasos salariales son moneda corriente. Las jugadoras no sólo no tienen los elementos básicos para entrenar y jugar, además tampoco tienen las pelotas que entrega AFA, “no sabemos dónde están”, cuentan. Y para peor, se van a quedar sin cuerpo técnico. “Van a tener que salir ellos a jugar”, dijo con enfado Tarsia, en referencia a los directivos del club de Gerli. Está claro que para que el fútbol sea profesional (como se llama el torneo) hace falta más que sacarse una foto y sonreír con la Copa.