Desde aquel 4 de noviembre de 2015 los partidos con Boca son más que especiales para el Mundo Central. Otros, con más canas, podrían asegurar que la bronca hacia el Xeneize data de aquella final en 1970. En ambas ocasiones el Canalla fue notablemente perjudicado por los “favores” arbitrales para el club de La Ribera.
Y este domingo, en el Gigante, no fue la excepción. El partido se hizo especial para todos. Central salió decidido a quedarse con los tres puntos. Los motivos sobraban. No solamente la rivalidad, también el hecho de ganar en casa en el último partido del año e irse a las vacaciones de la mejor manera en los promedios y en la otra tabla también. Y por último confirmar la buena racha que lleva el equipo de Cocca tras la derrota ante Estudiantes por la fecha 11.
Sin importar que enfrente estaba Boca, Central se mostró protagonista como ante Godoy Cruz y Aldosivi. El DT apostó a un equipo más ofensivo y en el primer tiempo acertó el pleno en varias ocasiones. Porque el Canalla le creó al Xeneize muchas situaciones de peligro. En una de tantas, Ribas encontró la apertura del marcador cuando empujó la pelota, con Andrada en el piso, hacia la red.
En el segundo tiempo Central decidió entregarle la pelota a Boca y apostar a una contra para liquidar el pleito. Una situación cuasi peligrosa. Alfaro puso toda la carne al asador, no dejó nada en la bolsa de los mandados.
El Canalla caminó por la cornisa, pero no logró caerse. O bien Boca no lo pudo empujar a pesar de los cambios híper ofensivos de Alfaro.
Central ganó ese partido especial. Ese que los hinchas piden festejar desde hace cuatro años. De yapa terminó el año de la mejor manera. A tres puntos de la cima, con un promedio holgado y sin perder ya hace rato.
