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Saga de balaceras pone en jaque a los monoblocks del barrio 7 de Septiembre

A poco más de un mes de que acribillaran a balazos a un empleado de la construcción en Schweitzer al 7900, los disparos volvieron a sonar en esa cuadra. En la medianoche del domingo pasado, dos hombres terminaron heridos luego de que desconocidos pasaran a los tiros

Otra vez una balacera jaqueó la paz de los habitantes de los monoblocks del 7 de Septiembre. A poco más de un mes del asesinato de Luis Portillo, el obrero de la construcción que falleció acribillado en Schweitzer al 7900, dos hombres de 29 y 34 años resultaron baleados en un ataque a tiros en ese mismo sector del Fonavi, caracterizado por sus pintadas auriazules. Las víctimas estaban en un quiosco cuando al borde de la medianoche del domingo, aparecieron los ocupantes de una moto y abrieron fuego. Desde entonces ambos se recuperan, internados en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y el Eva Perón, respectivamente, precisaron las fuentes.

El domingo llegaba a su fin; el reloj no había marcado las doce de la noche cuando se escuchó el sonido de una moto y el tronar de las detonaciones. Luego gritos y motores alejándose. Mariano Rodrigo G., un hombre de 34 años, había hecho media cuadra desde su casa cuando quedó en medio de la línea de fuego: dos balazos le atravesaron la región lumbar.

José Jorge N., de 29 –algunas fuentes dijeron que lo apodan Papa–, un vecino del segundo piso de la tira 8, había bajado al quiosco, según declaró su novia, cuando un proyectil lo alcanzó en el cuello. No estaba claro si las víctimas se conocían. O quién era realmente el blanco de los agresores.

Lo cierto es que los vecinos de los barrios más periféricos saben que en estos casos no conviene esperar la ambulancia. Mariano fue trasladado al Heca, acompañado de su esposa en un auto particular que llegó a la guardia escoltado por un patrullero. José, por su parte, llegó a la 0.42 al Eva Perón de Granadero Baigorria por “sus propios medios”; allí los médicos determinaron que tenía un proyectil alojado en la zona nasal.

Ambos quedaron internados y, según las fuentes policiales, sus vidas no corrían peligro. En el lugar de los disparos los investigadores levantaron ocho vainas y cinco ojivas.

Los ataques armados con blancos difusos se precipitaron en los últimos meses en la zona del 7 de Septiembre. El sábado 26 de octubre, a las 4, Luis Portillo, vecino de 45 años, estaba con otras dos personas en mismo monoblock –jurisdicción de la subcomisaría 21ª– de Schweitzer al 7900 tomando algo bajo un árbol en la entrada de un pasillo. Fue entonces que se acercaron dos pistoleros encapuchados que dispararon al bulto para luego huir en un auto.

Los médicos de la ambulancia del Sies constataron al llegar que Portillo ya estaba muerto a consecuencia de varias heridas de bala. Lucas G., de 38 y amigo de la víctima, recibió un tiro en la pierna derecha, a la altura del tobillo, describieron aquellos días las fuentes.

El miércoles 23 de octubre, dos días antes y a cuatro cuadras, en la cuadra de Schweitzer al 7500  la mecánica fue la misma. Tres pibes que estaban fuera de una casa fueron baleados por un dúo que pasó por esa calle doble mano a los tiros. Ninguna de las heridas fue fatal, pero los amigos terminaron internados en el Eva Perón.

Voceros relacionados al caso indicaron que algunos trascendidos dejaron entrever que desde mayo pasado cuando fue detenido el ex barra de Rosario Central, Gustavo “Toro” Martinotti, a quien se le formó una causa en el fuero provincial por estar sospechado de al menos dos balaceras contra viviendas ocurridas en abril pasado y en la Justicia federal por la supuesta tenencia de estupefacientes, dejó tierra fértil para que otras facciones reclamen un espacio en ese territorio para el negocio de la venta de droga del noroeste.

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