La Argentina tiene los salarios en dólares más bajos de la región, mientras que en Perú se registra en la actualidad la relación más favorable entre salarios y costo de vida, según el último relevamiento de Tendencias en Compensaciones y Beneficios en Latinoamérica realizado por la consultora Mercer.
El informe elaborado por la consultora en recursos humanos coteja los salarios en pesos y su equivalente en dólares, a lo que agrega además la evolución del índice de costo de vida de cada país bajo análisis.
En ese marco, la Argentina quedó con los salarios más bajos de la región, medidos en dólares, mientras que Perú y Chile tienen los más altos.
“Actualmente, el crecimiento de la economía de los países andinos y su estabilidad han hecho que tomen la delantera”, explicó Valeria Bohórquez, líder de Productos de Career para Latinoamérica en un comunicado.
De hecho el Salario Mínimo, Vital y Móvil, medido en dólares, en la Argentina cayó casi un 55% en los cuatro años de gestión Mauricio Macri. Pasó de 580 dólares en 2015 a los 261 dólares de la actualidad.
Al sumar la evolución del costo de vida, la mejor relación se observó en Perú, seguido por Colombia, México y Chile.
Por el contrario, la relación menos favorable entre salarios y costo de vida se verificó en Brasil, la Argentina y Panamá.
El estudio de Mercer también analizó la brecha salarial entre hombres y mujeres en los distintos países.
En el nivel de gerentes, en el último año creció la proporción de mujeres respecto a los niveles más altos de la organización y la brecha de salarios se hizo más pequeña.
En este nivel, la brecha es prácticamente nula en la Argentina y es alta en Chile, Colombia y Costa Rica.
En tanto, en términos de edad, la Argentina tiene los ejecutivos y los gerentes más envejecidos con 48 años y 43 años de edad en promedio respectivamente, seguidos por Chile en los niveles de profesionales y Soporte con 39 y 40 años.
Alquileres bien arriba
Con contratos dolarizados pero ingresos en pesos, el alquiler es un dolor de cabeza para los trabajadores, que cada año deben destinar un porcentaje más alto de sus sueldos para pagar. Una encuesta concluyó que, en promedio, el 42% de los ingresos totales de las familias inquilinas se destinan exclusivamente a costear un techo.
Así lo relevó un informe de la ONG Inquilinos Agrupados en noviembre pasado, con una base de 5.000 personas domiciliadas en la ciudad de Buenos Aires, divulgado por el sitio Infogremiales.
Según el informe las condiciones no son iguales para todos. El porcentaje que ocupa el pago de un alquiler en el salario se eleva al 48% en jóvenes, es del 45% en adultos mayores y del 43% en mujeres, mientras que los hombres destinan el 38%.
¿Este 42% se explica porque los alquileres están por las nubes o porque los sueldos están por los pisos? ¿O una conjunción de ambas cosas? “Habría que plantearlo en términos más generales”, analiza el titular de Inquilinos Agrupados, Gerardo Muñoz.
“Los salarios aumentan una vez por año, en cambio los alquileres aumentan dos veces por año, en forma semestral. El metro cuadrado en la ciudad, o sea el valor del suelo, es el más caro de la región. La vivienda está dolarizada: no solo aumenta en pesos, sino también en dólares. Y tenemos una desregulación absoluta del mercado inmobiliario”, continúa.
Según sus registros, los valores promedio de alquiler son 14 mil pesos los monoambientes, 17 mil los de una habitación y 25 mil los de dos dormitorios. A estos montos hay que agregarle las expensas que, según Muñoz, “son muy difíciles de calcular porque cambian todos los meses”.