El hombre que estaba prófugo acusado del femicidio de su ex pareja, la militante del Movimiento Sin Trabajo «Teresa Vive» Gladys Sanabria, a quien le disparó con una escopeta el martes en Virrey del Pino, partido de La Matanza, fue detenido este sábado en la localidad de Campana, informaron fuentes policiales y judiciales.
Se trata de José Antonio C., quien fue apresado en una vivienda precaria luego de múltiples allanamientos realizados por efectivos de Campana y La Matanza tras el crimen de Gladys Sanabria, de 37 años.
Los operativos fueron ordenados por el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia de Género, Luis Brogna, y su par de Homicidios, Claudio Fornaro, quien indagará al detenido mañana como acusado de femicidio.
Según las fuentes, el hecho ocurrió alrededor de las 19 del martes pasado, en las horas previas a los festejos de Navidad, en una casa del barrio Nicole de Virrey del Pino, donde el hombre se presentó con una herida en una pierna y una escopeta y con ella le disparó a la víctima y escapó.
Mónica Sulle, referente del Movimiento Sin Trabajo «Teresa Vive» y compañera de militancia de la víctima, contó que el conflicto surgió porque “después de un año de relación, Gladys había decidido separarse de este hombre porque era un violento y él no lo pudo aceptar”.
“Por eso -continuó-, el martes él se pegó un tiro en una pierna y le mandó fotos a Gladys para que fuera verlo. Ella no fue por temor a que le hiciera algo y por eso él fue herido hasta la casa con la escopeta y, cuando ella salió, le disparó a un metro y medio de distancia. Le dio en la ingle”, contó Sulle.
La mujer agregó que José Antonio C. efectuó el ataque delante del hijo de 2 años de la víctima y que una sobrina de Gladys la quiso ir a asistir: “El la amenazó y le dijo «Si la ayudás te mato a vos», y se quedó un rato para ver cómo se desangraba”.
La víctima fue internada en el hospital Simplemente Evita, de González Catán, donde fue sometida a una intervención quirúrgica y a varias transfusiones, pero falleció ayer tras tres días de agonía.
En tanto, el hombre escapó y, por lo que pudieron reconstruir los investigadores judiciales y policiales, primero pasó por lo de su madre, donde dejó abandonada la escopeta, y luego huyó hacia Campana, donde tenía amigos.
La mujer agregó que Sanabria solía militar en la sede de La Boca del movimiento, y que aparte del hijo de 2 años que fue testigo del hecho tiene otras dos hijas de 24 y 25, una de ellas viviendo en Paraguay, aunque aclaró que ninguno de los tres son hijos del presunto femicida.