El gobernador Omar Perotti aseguró este jueves que al momento de su asunción «los recursos no estaban; la caja estaba vacía». En ese sentido, subrayó que su gestión debía «empezar a ordenar las cuentas de la provincia». Y amplió: «apuesto a equilibrar las cuentas y ordenarlas; no me gusta el despilfarro, no me gusta el desorden».
Por otro lado, consultado sobre si la deuda de la provincia es manejable, el gobernador afirmó: «Con herramientas va a ser manejable, pero hoy no las tenemos». En ese punto, valoró: «He leído que la gestión anterior reconoce la deuda, y me alegra mucho, porque al menos hasta aquí sabemos que hemos dicho la verdad siempre».
Perotti remarcó también que «la deuda hubiese sido manejable si teníamos un presupuesto propio, o si pudiéramos contar con herramientas como las leyes (de emergencia) que mandamos a la Legislatura, pero no. No me la hacen difícil a mí, se la están haciendo dura y difícil a los santafesinos que no pueden cobrar en tiempo y forma sus salarios, o los trabajadores de empresas que no tienen espaldas y tienen que despedir».
Así, Perotti destacó que ante ese panorama «debíamos empezar a ordenar las cuentas de la provincia, con cronogramas que generan inconvenientes. Uno es consciente y no quiere empezar no pagando los sueldos en tiempo y forma, pero la alternativa era recurrir al mecanismo de descubierto bancario y consideramos que ningún santafesino debe pagar una tasa obscena del 70 por ciento».
Para finalizar, el mandatario insistió en que, comparando el primer trimestre de 2019 con igual período de 2018, Santa Fe es «la provincia que peores números tiene a nivel nacional cuando se compara la relación entre ingresos y lo que se gastó. Cuando uno mira las provincias vecinas, observa que no han tenido problemas para pagar sueldos, ni Entre Ríos ni Córdoba, donde han sido cuidadosos de cómo iba con su evolución de ingresos».
Sin emergencia
A fines de 2019, la bancada mayoritaria del Frente Progresista en la Cámara de Diputados votó en contra de la ley de emergencia remitida por Perotti, que ya tenía media sanción del Senado. De esa manera, el nuevo gobierno comenzó el año sin contar con una herramienta fundamental para enfrentar el déficit público y las deudas heredadas.
Al momento de presentar el proyecto, el gobierno hizo un diagnóstico sobre la situación de la provincia basado en tres datos económicos: un déficit fiscal de 8.129 millones de pesos al 30 de noviembre, una deuda flotante de 22.700 millones de pesos y la existencia de solo 118 millones de pesos en el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (Fuco), que era de 14.888 millones de pesos al 30 de noviembre.
Esta semana, el ministro de Gestión Pública de la provincia, Rubén Michlig, adelantó que el gobierno volverá a insistir ante la Legislatura por la sanción de la ley de emergencia. Y definió además que «el problema del endeudamiento está en la deuda flotante, producto de los déficits consecutivos de los últimos 12 años», en referencia a las tres gestiones del Frente Progresista en la provincia.
El gobierno va a volver a enviar a las cámaras el proyecto de declaración de emergencia, pero todo indica que no será un solo paquete de leyes, como se propuso en diciembre, sino «proyectos serán distintos en cuanto al formato», según indicó el ministro Michlig.
El argumento principal del gobierno de Perotti es que, sin ley de emergencia, Santa Fe no tiene vías de financiamiento ni posibilidades de reasignar partidas para atender de manera más eficaz las urgencias económicas. Por ese motivo, esta semana el gobernador mantuvo distintas reuniones con ministros y funcionarios nacionales en busca de recursos para retomar las obras paralizadas durante el segundo semestre de del año pasado.
Recorrida por Rosario
Las declaraciones de Perotti fueron este jueves por la mañana. El gobernador visitó, junto al senador provincial Marcelo Lewandowski, el Centro Comunitario María Madre de la Esperanza que coordina la hermana Jordán, en barrio Empalme Graneros de Rosario.
