Después de un fin de semana complicado en Australia con mucho calor y fuertes vientos que perjudicaron las labores de extinción, mejoraron las condiciones climáticas y los bomberos aprovechan el descenso de las temperaturas en el sureste para tratar de controlar los más de cien incendios que queman en la zona.
Además, aprovechando esta tregua, el gobierno de Nueva Gales del Sur decidió suministrar, a través de helicópteros, miles de kilogramos de verduras, sobre todo zanahorias y batatas.
La iniciativa busca así proporcionar alimentos también a aquellos animales que se encuentren en las zonas más rocosas y silvestres de difícil acceso a pie, con el objetivo de evitar que sigan muriendo.
Sin embargo durante las últimas horas, tres focos se unieron y crearon un monstruo de fuego. Como las llamas están devastando el territorio, los animales de la zona afectada se están quedando sin recursos para alimentarse.
Esta semana, la cifra de animales que murieron a causa de los incendios se elevó hasta unos mil millones. En las zonas más rurales, los ciudadanos también se organizaron para crear pequeñas estaciones con comida y agua para los animales.