Organizaciones sociales, familiares y allegados a Pocho Lepratti, militante ejecutado en Rosario por la Policía durante la represión de diciembre de 2001, rechazaron la postulación de Esteban “Tiky” Velázquez, condenado por el homicidio del joven, para la Guardia Urbana Municipal de Arroyo Seco. Recalcaron, en un comunicado, que sobre el hombre, que ya está libre, pesa una inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Velázquez fue condenado a 14 años de prisión por el asesinato de Lepratti. Cumplió algo más de 9 años de prisión y salió en libertad condicional en 2011. Poco después, se afilió al PRO, espacio por el cual participó de una lista de concejales. Fue exonerado de la Policía, por lo que le está vedada la posibilidad de concursar por un cargo en el Estado.
Tras su postulación para incorporarse a un llamado para cubrir cinco puestos en la GUM de Arroyo, el ex policía quedó entre los preseleccionados tras sortear varias etapas, la última de las cuales fue una entrevista personal. Al conocerse esa circunstancia, se desplegaron los rechazos.
“¿La seguridad y la convivencia en una ciudad puede quedar en manos de quién asesinó al Pocho Lepratti?”, señala el comunicado posteado por Carlos Núñez, referente de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti de Rosario.
“Disparó a Claudio Lepratti el 19 de diciembre de 2001 en Rosario, bajo el gobierno provincial de Carlos Reutemann, cuando reclamaba desde los techos de la Escuela 756 (José María Serrano) de Barrio Las Flores –donde trabajaba en el comedor como asistente escolar– que los policías dejaran de disparar, dado que había chicos comiendo”, sigue el texto que, entre otros, rubrican la FM La Hormiga Radio Comunitaria, la Asamblea del 19 y 20, Arde Matria, ATE Rosario, APDH, CTA Rosario, Cultura en Movimiento y la Comisión Permanente de Recuperación Histórica de Arroyo Seco.
El texto admite que “Velazquez fue juzgado y cumplió una condena», pero insiste en reclamarle al intendente de Arroyo Seco, el peronista Nizar Esper, que vete la posibilidad de que el ex agente vuelva a ocupar un cargo público, máxime en un área de control, aunque sea sin portación de armas.
«Creemos en la necesidad de alertar y debatir con la ciudadanía toda si personalidades como la de él representan el modelo de quien debe brindar la seguridad y el espíritu de convivencia desde un organismo del Estado”, argumentan los firmantes del pedido. Y abundan en ello: “Consideramos que su figura está en las antípodas de una concepción ética, moral, humanista y de derecho para desempeñar tal función queremos dejar claramente sentada nuestra oposición ante la comunidad y el Ejecutivo, que finalmente decidirá sobre su admisión, invitando a que se sumen al rechazo todas aquellas organizaciones de Derechos Humanos, gremiales, políticas, estudiantiles, asociaciones de la sociedad civil, etc, que así lo consideren”.
El propio Velázquez salió a hacer un descargo durante una entrevista a la FM Radio Extremo de Arroyo Seco. Insistió en que fue acusado como parte de una negociación política para calmar las aguas por la represión desatada durante las revueltas populares de fines de 2001, cuando gobernaba el país el radical ya fallecido Fernando De la Rúa y la provincia el entonces peronista Carlos Reutemann. “Tenía 26 años y me hicieron firmar un papel para parar a la prensa, me dijeron que iban a ser 4 o 5 días”, dijo sobre la saga que terminó con su condena por el crimen de Lepratti.
“Creo que ellos realmente tienen que velar por los derechos humanos y yo tengo también la posibilidad de reinsertarme”, reprochó el ex policía.