Personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) irrumpió ayer en el departamento del ex secretario general del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario, Horacio Boix, como parte de las acciones ordenadas en la causa que investiga extorsiones y ataques a balazos contra domicilios de choferes.
El operativo fue en un departamento de uno de los edificios de Corrientes al 1300. Allí, la AIC (ex PDI) junto al Organismo de Investigaciones (policía judicial) secuestró documentación de vehículos y un teléfono móvil I Phone. En el domicilio también encontraron 55 mil pesos en efectivo, pero por orden judicial no fueron incautados.
Otro procedimiento, en principio también vinculado con la causa que indaga la interna del gremio y los manejos de su dirigencia, fue realizado en un departamento de pasillo de calle General Savio 1875, donde se encontraban dos hermanos y la madre de ambos.
Fuentes de la investigación aclararon que en ninguna de las irrupciones hubo detenidos, sino que tuvieron por objeto recolectar elementos para las investigaciones.
En septiembre, Boix fue denunciado por la comisión directiva del Sindicato de Peones de Taxis por malversación de fondos. Un choque que el gremialista protagonizó al volante de un auto de alta gama lo deschavó. Personal de PDI y Fiscalía allanaron la sede gremial en busca de documentación para la causa. Boix fue desplazado por la comisión directiva y en su lugar quedó el secretario adjunto Horacio Yannotti. Su domicilio, y el de otros nueve dirigentes gremiales fueron baleados. Los ataques fueron vinculados a Maximiliano “Cachete” Díaz, un allegado al detenido líder de Los Monos Ariel “Guille” Cantero que la semana pasada fue imputado por el fatal ataque al casino. En la audiencia donde lo acusaron, circularon escuchas donde Cachete le exigía al gremialista un “canon de seguridad”. “Si no hay plata, hay balas”, consta en la denuncia que Cachete le dijo personalmente a Luciano Llobera, un subalterno de Yannotti.
En las escuchas también fue nombrado Fernando “Enano” Morel, un hombre que gozaba de salidas transitorias en el marco de una pena por un crimen cometido en 2013. Morel está apuntado como uno de los enlaces de Guille Cantero para armar la logística de los ataques a los gremialistas. En una escucha, Morel le dice a Guille Cantero: “¿Qué vamos a hacer con ese del sindicato?”. A lo que Cantero le responde: “Le vamos a tené que mandar curso bien de vuelta a ver qué onda, boludo”.
Morel sufrió un accidente a comienzos de enero y debió ser internado en el Heca. Allí, aún malherido, fue capturado cuando intentó escapar por un conducto de ventilación, fugas frustradas por las que terminó formalmente acusado el último viernes.