Julián Princic, paranaense y productor de TyC Sport usó la red social Twitter para opinar sobre la violencia en el rugby a partir de la muerte de un joven en Villa Gesell por la que están acusados un grupo de jugadores. «Voy a hablar de mi experiencia con el rugby, deporte que me fascina, que consumo, que practiqué durante gran parte de mi vida y que, a su vez, veo como un refugio de hombres que necesitan reafirmar su masculinidad constantemente. Bautismos, abusos sexuales, peleas bolicheras y más”, escribió en Twitter y rápido empezó a recibir respuestas y réplicas de su mensaje.
El hilo
“Mi papá fue jugador y entrenador del club en el que empecé a los 9 años y practiqué hasta los 20. En todo ese tiempo naturalicé un montón de situaciones que hoy percibo dañinas, cobardes, desleales y violentas. Una de esas situaciones es la vieja y confiable pelea bolichera”, escribió y siguió: “¿Quién no vio alguna vez a un grupo de rugbyers involucrado en un tumulto dentro o fuera de boliche? Yo varias veces viví eso desde adentro. Siempre como espectador, algo que me recriminaba en ese entonces. Pensaba que era un cobarde por no animarme a pegarle a otra persona”.
El periodista avanzó en la reflexión: “Escuchaba por horas a mis amigos hablar de las batallas libradas. Enaltecían las peleas vividas de tal manera que a veces me daban ganas de participar en alguna. Siempre se destacaba la unión y el trabajo en equipo para combatir porque esos «son valores del rugby»».
Princic continuó: “El objetivo implícito siempre fue causar impacto. Impresionar. Porque las peleas no eran mano a mano en una plaza vacía. Las chicas tenían que verlo. Porque lo importante es conseguir chicas. Es una de las metas que nadie te enseña como meta pero que sabés que está”.
El periodista luego siguió para hablar de los bautismos de quienes empiezan a formar parte de un grupo de entrenamiento de rugby. “Son rituales para forjar la personalidad. O al menos eso se cree. Yo vi con mis propios ojos abusos como palizas atroces a chicos desnudos y objetos metidos en el culo. Rehusarse no es opción porque el castigo será peor”, escribió y completó: “La excusa es que se hace esto para emular situaciones traumáticas en las que te veas obligado a sacar esa personalidad superadora y salir adelante, como si la vida no tuviera esos momentos. No debería ser tarea de nadie causar sufrimiento con motivo de dejar alguna «enseñanza»».
Princic opinó: “Es ahí donde encuentran respaldo los violentos. Se crea un entorno en el que los golpes son moneda de cambio, en el que los putos son motivo de burla y las minas son un objetivo. Entorno ideal para muchos cavernícolas”.
De fondo
El productor del canal TyC Sports continuó su hilo de Twitter y escribió: “¿Pero entonces el problema es el rugby? No. El problema es que en Argentina -porque esto no sucede en todo el mundo-, el rugby ha mutado a una «filosofía de vida» en la que se pregonan valores que han quedado desactualizados en este contexto histórico”.
“El rugby es un deporte hermoso, pero hay que limpiarlo. Las autoridades como la UAR y los clubes siguen repudiando con cartas los hechos que protagonizan sus deportistas como si fueran casos aislados en vez de asumir que es algo epidémico. Hagan autocrítica. Hagan algo”, señaló Princic.
“Estoy seguro que, cómo así hay muchos retrógrados en cargos importantes, también hay gente con ideas nuevas y con ganas de cambiar esto. El rugby puede y debe sanar», concluyó.