En la adolescencia Tegan Guanco pasaba horas frente al espejo pintándose una barba que acompañaba con labios o uñas de colores. En secreto, jugaba a que era mitad varón, mitad mujer. El 8 de marzo de 2018 dividió su cara en dos. Agarró un labial y se pintó la mitad de la boca de rojo. Del otro lado, se hizo una barba verde brillosa con glitter. Fue la primera vez que salió por las calles de Casilda, a 60 kilómetros de Rosario, a mostrar su identidad de género en la marcha por el segundo Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y Personas No Binarias. Tegan tiene 24 años y no se siente varón ni mujer: es una persona no binaria.
La identidad de Tegan fue reconocida esta semana por el Registro Civil de Santa Fe, que cambiará su nombre en la partida de nacimiento y en el casillero de sexo no dirá femenino ni masculino, sino “identidad autopercibida”. Si bien Tegan había pedido que diga “no binarie” decidió aceptar el cambio porque considera que es un antecedente para otras personas no binarias del país y porque no ve las horas de tener el DNI con el nombre que eligió. Como Tegan, otras 6 personas iniciaron el trámite en la provincia. Una de ellas aceptó la misma terminología y el resto la rechazaron y evalúan ir por la vía judicial. A nivel nacional hubo dos reconocimientos de género no binario: en Mendoza y Tierra del Fuego.
Derecho a la identidad
La Ley de Identidad de Género de 2012 reconoce el derecho a la identidad autopercibida de todas las personas que viven en Argentina. Fue una normativa impulsada por las organizaciones de diversidad sexual, en especial las personas travestis y trans que por primera vez accedieron al derecho a ser nombradas con el nombre y el género autopercibido. Si bien el texto no especifica que hay que elegir entre femenino o masculino, en la práctica las partidas de nacimiento y los DNI se han dividido en ese binarismo.
Tegan vive en Casilda, estudia Trabajo Social en Rosario y es poeta. Milita en Ni Una Menos Casilda, forma parte de la Asociación de Varones Trans y de un centro de estudios de la UNR. El 5 de agosto del año pasado hizo el pedido en el Registro Civil de Casilda para cambiar su partida de nacimiento. Con la Ley de Identidad de Género como respaldo, pidió reemplazar el nombre que le dieron al nacer por Tegan Guanco. En el casillero de sexo pidió que dijera “no binarie”. Esta semana recibió la respuesta. Le informaron que habían aprobado el cambio de nombre pero que en vez de identidad no binaria pondrán “autopercibida”. Con la nueva partida de nacimiento podrá tramitar un nuevo DNI.
Para Tegan no es lo mismo. “Todos tenemos una identidad autopercibida. Decidí aceptarlo porque es una herramienta legal que me va a permitir vivir mejor. Una palabra no define quien soy. Mi identidad es no binaria pero estoy dentro de un sistema y necesito las herramientas legales porque el documento es necesario para todo. Para mí es importante tener mi nombre y es un granito de arena que aporto a la lucha de las personas no binarias. Ahora tenemos un nuevo antecedente para avanzar”, explicó en diálogo con El Ciudadano.
Hace dos años Tegan empezó a mostrarse como es y hace poco comenzó a tomar hormonas de masculinización. Se nombra con la E del lenguaje inclusivo o en masculino. “Elijo habitar ese punto de encuentro. No me autopercibo mujer ni varón pero elijo habitar la feminidad que me es impuesta socialmente desde lo biológico y también elijo la masculinidad no hegemónica. Mi identidad no binaria tiene que ver con dejar fluir mi deseo. Me veo con barba y las uñas pintadas o vestido”, contó.
Para Tegan ser no binarie es difícil en ciudades como Casilda, donde el activismo no es tan fuerte como en Rosario. “Me han cuestionado e insultado en las redes por no tener una identidad binaria. Más allá de la ciudad, creo que somos una sociedad del desabrazo. Cuesta mucho corrernos del yo y pensar que hay otra persona en frente. Si podemos ponernos en el lugar del otro vamos a poder construir una sociedad más equitativa en todos los sentidos, no sólo en género y sexualidad”, opinó.
Antecedentes en Santa Fe
En diciembre de 2018 seis personas hicieron el pedido para que en el casillero de sexo del DNI no haya F de femenino ni M de masculino. Cuatro lo ingresaron de manera colectiva al Registro Civil con el acompañamiento de las ex subsecretarías de Diversidad Sexual y de Derechos Humanos, que asesoraron jurídicamente y aportaron fundamentos basados en la Ley de Identidad de Género de 2012. Los otros dos entraron de manera individual, también avalados por las subsecretarías.
Desde el Registro Civil informaron que darían una respuesta conjunta a todos los casos. En julio de 2019 llegó la resolución pero no fue la esperada para la mayoría porque disponía usar la expresión de «género autopercibido». Una de las personas la aceptó. El resto rechazó el término y evalúa ir por la vía judicial.
A nivel nacional
El primer caso de reconocimiento de identidad no binaria fue en Mendoza y disparó otros pedidos en el resto del país. Fue en noviembre de 2018 cuando la Justicia de la provincia andina reconoció a una persona que había pedido llamarse Gerónimo Carolina. Consiguió el cambio de nombre y que en el documento no esté definido el sexo.
Cuando salió el fallo de la Corte Suprema mendocina, Eleonora Lamm, la abogada y funcionaria judicial que tomó el caso, explicó: “El género no es uno ni dos. Son tantos como identidades que hay. Esta es una persona no binaria. No es que se siente mal, pero no se identifica con ninguno de los dos géneros”. El fallo llevó a la diputada de Río Negro, Silvia Horne, a presentar un proyecto en el Congreso Nacional junto a la Federación Argentina LGBT. Pedía eliminar la categoría “sexo” de los documentos de identidad argentinos. El proyecto de ley está escrito en lenguaje inclusivo, con la “e”.
En diciembre de 2019 llegó el reconocimiento a la Patagonia. La Justicia de Tierra del Fuego hizo lugar a un recurso de amparo y le ordenó al Registro Civil provincial que inscriba a una persona con sexo “no binario/igualitario”. El Registro había rechazado el pedido de una persona de 25 años. Con el patrocinio de abogados locales de la Organización No Gubernamental (ONG) “Red Diversa Positiva”, se presentó un recurso de amparo y la respuesta fue el fallo que obligó al organismo a que en un plazo de cinco días haga una nueva partida de nacimiento y un nuevo DNI en el que figure el cambio de nombre y, en el casillero correspondiente al sexo, se haga constar no binario/igualitario. Fue el primer fallo judicial de esta clase en territorio fueguino.
Femenidad travesti
En marzo de 2019 la activista travesti Lara Bertolini consiguió un reconocimiento histórico. Pidió que su documentación dijera “Femineidad travesti” porque no se autopercibe en el binomio varón-mujer. Uno de los argumentos usados surgió del juicio por el asesinato de Diana Sacayán, cuando por primera vez se reconoció la figura de travesticidio. El planteo de Bertolini es que si se reconoce la identidad travesti con la muerte, debería aceptarse en vida. La demanda fue aprobada en primera instancia pero Dirección del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires se opusieron al pedido. En diciembre la Sala G de la Cámara Nacional en lo Civil avaló la negativa. Bertolini anunció que llevará el reclamo a la Corte Suprema nacional.