Hay viejas costumbres que no deberían haber pasado de moda. Una de ellas es la compra a granel, ya que se trata de fomentar un consumo más sustentable y amigable con el medio ambiente. También más económico, acorde con las épocas de crisis. Cinco rosarinos decidieron revertir una realidad que se vive día a día: comprar alimentos o artículos de limpieza ya empaquetados o con envases reciclados. Crearon un mapa virtual que se llama Graneleando Rosario y allí se pueden ver los locales que venden artículos sueltos para que los clientes lleven sus tuppers, bolsos u otros recipientes con el fin principal de reducir la utilización de plásticos de un solo uso, buscando un consumo más consciente y responsable respecto de los residuos que genera el ser humano.
Martín Jacobo es parte de los jóvenes que crearon este proyecto y en diálogo con El Ciudadano explicó que el proyecto surgió hace un par de meses y tomó forma en diciembre pasado, para partir de la problemática ambiental y en particular del uso del plástico.
“En nuestro equipo tenemos intereses similares y a partir de una jornada a cargo de la ONG Global Shapers nos decidimos a dar forma y crear una herramienta concreta para reducir la cantidad de residuos que genera cada persona, con la intención de reducir la cantidad de plástico que se consume, en vez de dar segundos usos. Hay estudios concretos que demuestran que el reciclaje y los procesos de reciclajes son costosos y contaminan. Es más caro que hacer nuevos plásticos, por eso queremos evitarlos”, señaló.
Martín es ingeniero, al igual que sus otros compañeros, pero cada uno tiene una especialidad distinta. Una de las chicas es licenciada en Relaciones Internacionales y todos tienen un interés en común: evitar, en la medida que se pueda, el uso del plástico. Gabriela Leonardelli, Leonel Pesce, Gilda Suárez y Sebastián Muia son los otros jóvenes que participan de la iniciativa y dan vida a Granealeando Rosario: el mapa virtual que ya cuenta con 25 locales adheridos y pretenden que día a día se sumen más negocios con el mismo fin.
Fomentando hábitos
En diciembre se lanzó el mapa virtual Graneleando Rosario que busca resolver el problema de consumir plásticos de un solo uso. “Son soluciones que básicamente ya están inventadas, que requieren un mínimo esfuerzo y pretenden cambiar los hábitos”, se explayó Martín.
“En el mapa se muestran los locales con venta de artículos sueltos. Está en permanente construcción ya que pretendemos que sea colaborativo. Se puede rellenar un formulario y agregar negocios”, indicó Jacobo a la vez que recordó que en una de las dietéticas adheridas incentivan el consumo a granel, ofreciendo un descuento del 5% si se lleva su propio envase y se abona en efectivo.
Granelear
El nombre Graneleando Rosario surgió de «inventar» el verbo a modo de juego. La compra a granel no es algo nuevo, al contrario, y sin embargo se está volviendo un poco al pasado. Para Martín y su equipo es interesante cómo los ciudadanos van tomando conciencia y van pensando en dar soluciones a los problemas, en este caso el uso desmedido del plástico. “Hay lugares como en el supermercado que aún no se puede hacer, salvo en los sectores de fiambrería, panadería o de frutas”, explicó.
Viernes de graneleo
En las redes sociales –Facebook e Instagram– el equipo de Graneleando Rosario propuso un desafío: que los viernes se compren la mayor cantidad de elementos evitando la utilización de plástico de un solo uso. “La idea es que lleven sus propios envases, que si están en la calle vuelvan a sus hogares y los busquen, es un esfuerzo, pero vale la pena”, aconsejó.
Nuevos proyectos
La intención de los cinco jóvenes es trabajar en dos proyectos que se basan en crear herramientas concretas para que las dietéticas, despensas o comercios puedan adoptar este tipo de ventas de manera eficiente, y que no les lleve mucho tiempo vender a granel. “La idea es trabajar en conjunto con ellas si es que están interesadas. Hay ejemplos de este tipo de comercialización exitosas en otras partes del mundo”, acotó Jacobo.
Por otro lado tienen la intención de generar espacios de intercambio de envases para que la gente a la que le sobre frascos, tuppers o botellas los deje a disposición de quienes no tengan y de esta manera más gente se sume a la iniciativa de comprar a granel.
