La justicia de México ratificó un fallo que obliga a un periodista a pagar más de 500.000 dólares a un ex gobernador por haberlo llamado “corrupto” en un artículo de opinión publicado mientras el dirigente estaba preso, acusado de corrupción, informó hoy el propio sentenciado.
El periodista y académico Sergio Aguayo afirmó que ya depositó unos 24.000 dólares exigidos como garantía para evitar el embargo de sus propiedades.
Además, denunció que el juez Francisco Castillo, quien autorizó el embargo de sus bienes, tiene vínculos con la familia del dirigente que lo querelló, Humberto Moreira, lo que implica “un conflicto de interés”.
Aguayo agregó que esperaba que el caso llegue a la justicia federal, donde “será visto como lo que es: un acoso a la libertad de expresión”, informó la agencia de noticias EFE.
En enero de 2016, Aguayo publicó un artículo de opinión en el diario Reforma -y replicado por otros medios- en el que se refería a la actuación de Moreira como gobernador del estado Coahuila en 2005-11.
“Moreira es un político que desprende el hedor corrupto; que en el mejor de los escenarios fue omiso ante terribles violaciones de derechos humanos cometidas en Coahuila y que, finalmente, es un abanderado de la renombrada impunidad mexicana”, escribió.
Al momento de publicarse la nota, Moreira -quien presidió el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2011- estaba encarcelado en España, acusado en México de malversación y lavado de activos, cargos de los que finalmente sería absuelto.
El caso fue ventilado esta mañana en la conferencia de prensa diaria del presidente Andrés López Obrador, a quien la politóloga y columnista Denise Dresser forzó a prometer que condenará la criminalización de la difamación si, como la prensa espera, así lo decide la Fiscalía General de la República (FGR).
“Estoy aquí por Sergio Aguayo, un hombre de bien acosado judicialmente, pero su caso lo trasciende: se juega la libertad de opinar, de cuestionar y discrepar de todos; un juez quiere obligarlo a pagar por escribir una opinión crítica de Moreira, como las tantas que usted expresó cuando era líder opositor”, dijo Dresser.
“Usted prometió que las peores prácticas habían terminado pero hace unos días se filtraron documentos de trabajo de la FGR donde se propone una serie de reformas para seguir acosando a periodistas, incluyendo revivir la difamación como un delito que podría ser castigado con cárcel”, agregó.
Cuando López Obrador se desentendió de “la supuesta reforma” y recordó que “el fiscal general, en el caso de que sea cierto, es autónomo”, Dresser le preguntó si “se compromete a que su gobierno, su partido, su movimiento no impulsarán leyes que permitan acosar judicialmente a periodistas” o a quienes no piensan como él, a lo que el mandatario respondió: “Sí, por convicción, claro que sí”.