Mailén tiene 21 años, vive en Fray Luis Beltrán, y hace tres días fue a visitar a una amiga a San Lorenzo. Eran las 18.30 del jueves cuando estaba en la parada de colectivos de Luis Borghi y avenida San Martín con su bebé sobre la espalda envuelto en un fular. También estaba su amiga y un hombre de unos 60 años. Cuando la muchacha se agachó para cerrar el cochecito, el hombre le dijo: «Qué lindo culo que tenés». Mailén rápido le respondió: “Y a vos qué mierda te importa”. El hombre lejos de quedarse callado le retruca: “Por qué no te haces respetar y te bajás el vestido entonces”. Allí comenzó la odisea que hizo que Mailén volviera a su hogar recién a las 23. Radicó la denuncia en la comisaría donde también se sintió violentada por los uniformados.
La víctima, en diálogo con El Ciudadano, relató lo vivido. No sólo el acoso callejero, que es un delito penal, sino la falta de respuestas y la incomprensión por parte del personal policial de la Unidad Regional Número XVII de San Lorenzo.
“Estaba por volverme a Beltrán con mi amiga en la parada de colectivos en San Lorenzo. Cuando fui a cerrar el cochecito de mi bebé un hombre de unos 60 años, que estaba también esperando un colectivo, me dice algo lindo sobre mi culo, no me acuerdo bien, algo así como: «Qué lindo culo que tenés». Y yo le respondí: y vos por qué no te vas a la mierda”, describió.
El acosador le retrucó: “Hacete respetar, por qué no te bajás el vestido”. Mailén siguió: “No me rompas los huevos, lo que estás haciendo es acoso callejero”. En ese momento ella sacó su celular y lo empezó a filmar, y el hombre hizo lo mismo: le sacó fotos y la insultó: “Puta planera”.
Junto con su amiga llamaron a la policía. El hombre, antes que llegara el patrullero, se subió a un colectivo. Mailén le dijo al chofer que no lo dejara subir, que ese hombre es un acosador, pero el conductor le dijo que hacía su trabajo y lo dejó entrar.
Cuando llegó el móvil policial y las chicas hicieron un resumen de lo padecido, los efectivos fueron en busca del transporte. Otro patrullero se quedó con las dos jóvenes. Una de las oficiales les dijo si querían asentar la denuncia: Mailén quiso; su amiga, con mucho miedo, decidió que no.
Segundo mal trago del día
Ya en la comisaría Mailén esperó más de 40 minutos. Pasaron tres personas delante de ella que llegaron después. Siguió esperando. “No me ofrecen ni agua, ni baño y eso que estaba con mi bebé”, describió.
Cuando los uniformados se dignaron a tomar la declaración la muchacha percibió que le preguntaban siempre lo mismo: eran reiterativos con el cuestionario y con que ella volviera a relatar la historia.
En la comisaría, ubicada en las calles General López y Urquiza, se enteró que al sospechoso lo ubicaron, lo demoraron, pero no le mencionaron nada más. Cuando preguntó por el nombre, le explicaron que no podían decírselo. Se enteró días después que se llama Mario.
Terminó su testimonio y le dijeron que no se podía hacer nada porque faltaba que su amiga declarara. Como su amiga vive cerca, personal policial fue hasta la casa y finalmente contó lo acaecido esa misma tarde. Ya cerca de las 23, Mailén preguntó cómo seguía el procedimiento y le dijeron: «Ya está, no se puede hacer más nada». Añadieron que quedaba todo asentado. «Y ya está».
Este lunes Mailén irá a Fiscalía para ver en qué estado se encuentra su denuncia y si acusarán o no al hombre por acoso callejero.
Colectivabrujas
Mailén forma parte de un grupo de contención de apoyo a mujeres que se formó hace dos meses. Se denomina “Colectivabrujas” y son 15 chicas de Beltrán, una de Baigorria y otra de San Lorenzo. En el Instagram de la agrupación Mailén explicó que colgó el video, donde se observa el accionar del acosador, pero no sabe por qué razón no está más entre los posteos.
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