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Una película sobre la soledad y el paso del tiempo desde la óptica trans

Enzo Monzón, realizador rosarino radicado en Barcelona hace una década, rueda por estos días en la ciudad “Reina Hormona”, su primer largometraje, con un elenco numeroso y ecléctico que encabeza el emblemático Omar Serra

A poco más de una década de su partida de Rosario rumbo a Barcelona, donde se radicó y desde donde pone en marcha cada uno de sus nuevos trabajos proyectándose hacia otros destinos, el realizador cinematográfico y director teatral local Enzo Monzón volvió a su ciudad, como lo viene haciendo los últimos veranos, y por estos días rueda su primer largometraje, luego de filmar, postproducir y estrenar los cortos El Drac de Miuka en 2018 y Plastic Attack en 2019, dos odas a la estética kitsch que tuvieron un largo recorrido por festivales, además de su estreno en Barcelona, entre otras pantallas.

Dueño de un sello inconfundible que del mismo modo que homenajea con sus historias de mundos distópicos y su estética singularísima al cine de Pedro Almodóvar y también lo hace hacia cierta corriente del cine clase B norteamericano, pero siempre atento de abrir el juego al humor, la diversidad y la inclusión, Monzón transita por estos días las últimas jornadas de rodaje de Reina Hormona, una especie de sueño futurista donde la diversidad vuelve a ser el gran paradigma y donde ensaya una teoría sobre el destino de las personas trans.

En escenarios locales, particularmente en los interiores del Instituto Superior Provincial de Danzas Isabel Taboga, Reina Hormona fue, poco a poco, encontrando el climax en medio del rodaje.
“Es la historia que quiero contar ahora, sucede en un hogar de acogida para personas mayores de la comunidad LGTBI; una residencia donde tienen el don de producir hormonas de la felicidad para una sociedad que carece de ellas”, dijo Monzón a El Ciudadano. Y continuó: “No es un geriátrico regido por las heteronormas, que es como mirar la vida a través de un cristal hasta apagarse la luz del alma. Por el contrario, es un lugar donde poder buscar la felicidad cuando pensás que son los últimos años de tu vida”.

Feliz y movilizado por este nuevo logro en su ascendente carrera, Monzón volvió a filmar en su ciudad, una vez más, sin financiamiento. “Hago esta película con mi propia producción, la colaboración desinteresada y amorosa de un montón de artistas que me están acompañando y el apoyo de las autoridades de la Isabel Taboga, Griselda Montenegro, Marcelo Díaz, Pablo Ruiz Díaz y María Caila, que nos abrieron las puertas de una forma muy generosa, e invitamos a toda lo comunidad del profesorado, alumnes y docentes, a participar como extras en diferentes escenas de la película”, expresó el director y guionista cuyo profuso elenco está integrado por Omar Serra, su actor fetiche, a quien acompañan María Caila, Andrea Boffo, Mauro Guzmán, Oscar Mario Sanabria Rosso, Sebastían Tiscornia, Augusto Zürcher, Marzia Echenique, Bibiana Blason Jahn, Laly Rolón, Carolina Boetti, Diego Ullúa, Germán Germinale, Nacho Estepario, Nicolás Costantino, José Malé Franch, Leandro Barticevic, Amarú Bellydance, Daniela Ponte, Adriana Jaworski, Lisette Ann Belen, Raúl Marciani, Lisandro Quinteros, Damian Le Diable, Mauricio Aguil, Carola Cardinale, Lucas Rivero, Pablo Ruiz Díaz, Griselda Montenegro y Elektra Trash. La dirección de arte es de Irene Inés Depetris, la asistencia de arte de Amaru De Lucca Maye, esculturas de José Vivas, iluminación de Marcelo Díaz, asistencia de iluminación de Mario Cappadoro y Ulises Fernández, maquillaje y peinados de This is Art 44 y asistencia dirección Alejandra Campá.

“Llegué el 17 de enero y regreso a Europa el sábado próximo. Vine especialmente para rodar mi primer largometraje en mi ciudad con una muy buena producción pero sin productor, sin ninguna financiación más que la propia y con la colaboración de todo el equipo que aporta muchísimo consiguiendo vestuario y elementos que necesitamos para el rodaje, objetos escenográficos, y sobre todo, poniéndole el cuerpo a los personajes. Me llevo todo lo rodado y voy a montar la película en España, donde tendré un trabajo arduo de posproducción para terminar de dar forma a la imagen, al color y al sonido que estoy buscando”, adelantó el realizador de otros recordados títulos de finales de los años 90 y de su primera etapa en Rosario como El Castillo Meredith y Karla.

“En relación con la temática, lo trans vuelve a ser el centro, tanto la transexualidad masculina como la femenina; están los lugares comunes de la comunidad LGTBI, pero esta vez encarados desde otros aspectos como la soledad y la ancianidad, con un elenco muy ecléctico de gente que conozco de hace muchos años y otra gente que se fue sumando a este gran grupo en estos últimos viajes, pero nuevamente el protagonista es Omar Serra, que es Reina; Omar es un gran referente no sólo para mí sino para toda la comunidad”, comentó el director, que fiel a su estética, trabaja con un puñado de personajes “que son bichos y bichas como me gustan a mí”, según expresó.

Y respecto del film que piensa poder estrenar en la ciudad después de mediados de este año, cerró: “En el grupo hay mujeres trans que fueron víctimas de la última dictadura y que recibieron la reparación histórica que les otorgó la provincia de Santa Fe; son mujeres que rondan los 60 años, y junto a ellas, que hicieron su propio montaje teatral dirigidas por Omar Serra, Finalmente reparadas, aparecen más referentes de la escena local como María Caila y Andrea Boffo, que tienen grandes escenas y a quienes también he dirigido en el teatro, pero en todos los casos son artistas que sumaron mucho al proyecto, que logran armar una escena de corrido, casi sin cortes, que han aportado muchísimo al clima que yo busco para contar esta nueva historia”.

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