El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, confirmó su deseo de ser el próximo presidente del Partido Justicialista (PJ) nacional, al asegurar que le gustaría «formar parte de la discusión por conducir el PJ en esta nueva etapa», aunque aclaró que su intención no es «pelearse con otros dirigentes» peronistas por la renovación de autoridades partidarias que se realizará en mayo.
En el inicio del proceso de negociaciones para armar la próxima conducción del PJ nacional, que ahora lidera el diputado sanjuanino José Luis Gioja, «Coqui» Capitanich se sumó como un nuevo actor que ya le expresó sus intenciones de liderar el partido a varios mandatarios provinciales y a referentes del gobierno nacional con los que se reunió esta semana en la Casa Rosada.
En ese contexto, el gobernador de Chaco dialogó con Télam en la casa porteña de su provincia -Callao 322-, oportunidad en la que blanqueó sus aspiraciones: «Me encantaría formar parte de una discusión por la conducción del justicialismo, pero no para pelearme con otro compañero, porque sinceramente acá no se trata de vedetismos ni posiciones personales, sino de una visión colectiva».
«Debemos entender que los gobiernos se suceden, pero el partido y el movimiento son una columna vertebral de representación de base política y popular que continúa», agregó el ex jefe de Gabinete kirchnerista, quien además reflexionó: «El rol del PJ en esta etapa debe ser distinto al actual».
En ese sentido, opinó: «El rol que hoy debe tener el Justicialismo en esta articulación con el Frente de Todos debe ser distinto a lo que venimos acarreando, porque podemos tener un problema hacia el futuro por no tomar decisiones a tiempo en términos políticos, y seguiremos presos o esclavos de una visión incompleta de la realidad».
-¿Cuál debería ser el rol del PJ en esta nueva etapa?
-El justicialismo es el partido con mayor número de afiliados de occidente y no solo tiene que ser la columna vertebral de esta coalición que es el Frente de Todos, sino también coadyuvar para lo que es hoy una coalición electoral se pueda transformar en una confederación de partidos con una base de una unidad de concepción para una unidad de acción.
-Usted habla de un PJ en el marco de internacional…
-El justicialismo también tiene que ser no solo la columna vertebral del Frente de Todos, sino el partido o movimiento político que lidere una convocatoria a nivel mundial con el objeto de establecer un espacio para el debate internacional de lo que significa la distribución de la riqueza, la desigualdad, la justicia social, el hambre en el mundo, las asimetrías entre países y el problema del ambiente y el impacto en la calidad de vida de los pueblos.
-Sería encabezar una reestructuración del orden político internacional para generar un tercer bloque ideológico…
-Nosotros (el PJ) debemos liderar a nivel mundial el tema de la tercera posición ideológica para la defensa de una nueva concepción en el mundo de la política internacional, desde la perspectiva de carácter multilateral y no aceptando ninguna hegemonía o imposición de las potencias mundiales.
-¿Cree que ese rol internacional es preponderante?
-Ese es un rol que el Justicialismo nunca debería haber perdido, porque debemos tener una mirada a la verdadera política que es la política internacional, como decía (Juan Domingo) Perón.
-¿Por qué el PJ abandonó ese protagonismo internacional?
-El justicialismo está ausente en un debate de la política internacional porque durante años fuimos fluctuando en alineamiento de diversas características, desde la socialdemocracia, lo socialcristiano y hasta inclusive el liberalismo. Desde nuestra doctrina, tenemos una posición profundamente humanista y cristiana con un gran sentido de justicia social.
-¿Cuál sería el desafío del PJ en el ámbito nacional?
-Debemos tener una mirada para sostener, fortalecer y transformar la coalición (Frente de Todos) en una fuerza de expresión confederada del sistema político para fortalecer su institucionalidad.
-¿Le gustaría ser presidente del PJ en esta nueva etapa?
-Siempre sostuve que el justicialismo tiene dos tensiones irresueltas en su historia. Una es la tensión entre el partido y el movimiento y la otra tensión es entre el partido y el gobierno, porque cuando se ganan las elecciones y se conduce el gobierno, la conducción estratégica del gobierno pasa a ser la conducción estratégica del partido.
-Por tradición, cuando el presidente es un peronista, es el mismo que conduce el PJ.
-Claro. Siempre fue así.
-¿Alberto Fernández quiere ser el próximo presidente del PJ?
-Me parece que dada la concepción que tienen Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, en el sentido de que el partido puede ser conducido formalmente por alguien distinto, lo importante es que nosotros tengamos la voluntad de converger hacia un modelo de organización, participación y conducción que permita un espacio de debate abierto, plural y democrático.
-¿Y cuál es la segunda tensión irresuelta?
-La segunda tensión es cuando somos oposición, ya que el partido pasa a ser una herramienta electoral para un movimiento político que es dinámico y cambiante de acuerdo a las exigencias del mundo y de la realidad.
-Le vuelvo a preguntar. ¿Le gustaría ser presidente del PJ?
-Sí, me gustaría formar parte de la discusión por conducir el PJ, pero sin pelearme con otros compañeros.