Personas en dos motos que circulaban por un barrio humilde del oeste de la ciudad de Santa Fe comenzaron a tirotearse en la noche de este miércoles y una de las balas que intercambiaron terminó impactando en el cuerpo de un niño de cinco años que andaba en bicicleta sobre la vereda de su casa. El chico resultó herido de gravedad y quedó internado en sala de cuidados intensivos del hospital de niños Orlando Alassia de la capital provincial, con fractura expuesta en un brazo y compromiso pulmonar, aunque estable.
Jerónimo Leonel R. jugaba con su hermano en la vereda cuando «cruzaron dos bandas a los tiros», recordó Gabriela, su madre, al portal Aire de Santa Fe. El tiroteo fue alrededor de las 20.30. El pequeño había regresado horas antes a su casa de la escuela, donde pasó el primer día de clases. La mamá preparaba la ropa para bañarlo dentro de su casa de Pedro de Vega al 4300, en barrio Villa Hipódromo. Fue entonces que escuchó el sonido de los disparos. Salió y alcanzó a resguardar en la vivienda a su nieta. La hija mayor de la mujer tomó del brazo al hermano y lo metió en un pasillo, pero ya era tarde: sintió su mano mojada y cuando miró notó que era sangre, la de Jerónimo.
Fuentes del hospital Alassia indicaron que el niño fue trasladado en una motocicleta por su madre y que lo ingresaron de inmediato al quirófano, ya que presentaba fractura expuesta de húmero y una costilla, lo que dañó la pleura produciéndole un cuadro de hemoneumotórax: ingreso de aire y sangre al espacio pleural, que cubre los pulmones. La herida del brazo fue la más grave, pero frenó la bala e impidió que la lesión en el abdomen sea más grave.
El director del centro de salud, Osvaldo González Carrillo, informó que el pequeño «se encuentra estable, en la terapia intensiva del nosocomio con fractura expuesta de húmero derecho y hemoneumotórax. Es vital su evolución en las próximas 48 horas». La preocupación de los médicos está centrada en las potenciales infecciones que suelen asociarse a las fracturas expuestas.
Agentes de la Comisaría 10ª y del Comando Radioeléctrico entrevistaron a vecinos de Villa Hipódromo que aportaron las identidades de dos sospechosos de protagonizar el enfrentamiento. Ambos fueron detenidos por tentativa de homicidio.
«No podes caminar ni estar en la vereda tranquilo, y las criaturas siempre se llevan la peor parte», se quejó Gabriela, la madre de Jerónimo, sobre la violencia cotidiana que desdibuja el barrio. «Cruzaron dos bandas a los tiros», describió el hecho que terminó con su hijo en el hospital. Y agregó: «Es habitual».
