El equipo argentino de Copa Davis se quedó sin la posibilidad de acceder a las finales, que se jugarán en España, al perder el sábado de visitante en Bogotá ante Colombia por un global de 3-1.
La serie, que estaba 1-1 tras la jornada de ayer, se resolvió rápido en favor de los colombianos en el Palacio de los Deportes de Bogotá, a 2.600 metros de altura.
En el primer punto de este sábado, la dupla argentina formada por Horacio Zeballos y Máximo González perdió contra Robert Farah y Juan Sebastián Cabal (en la actualidad la mejor pareja del mundo) por 6-3, 6-7 (3) y 7-5.
E inmediatamente luego, Juan Ignacio Londero no pudo con Daniel Galán, que se impuso por un cómodo 6-3 y 6-4.
El viernes, en el inicio del choque, Londero se había impuesto a Santiago Giraldo y el correntino Leonardo Mayer cayó con Galán.
El equipo capitaneado por Gastón Gaudio necesitaba ganar al menos dos de los tres puntos para llegar a la definición de la Davis, que tendrá lugar del 23 al 29 de noviembre en la Caja Mágica de Madrid.
Fue muy digno lo de Zeballos y González, que llevaron a Cabal y Farah, la pareja número 1 del ranking de dobles de la ATP, hasta el tercer set. Allí apareció la jerarquía de los colombianos para empezar a torcer la historia a su favor.
De de Londero, en cambio, estuvo por debajo de la expectativa: en ambos parciales cedió muy rápidamente su servicio y ya no tuvo capacidad ni juego para reaccionar ante el sólido Galán.
Fue la primera victoria de Colombia en el historial de series en Copa Davis con Argentina, que había ganado las tres anteriores en 1998, 2000 y 2018.
Los colombianos se quedaron así con uno de los pasajes a Madrid que estaban en juego en la etapa de clasificación a las Finales de la Davis: ya tenían su lugar asegurado España, defensora del título, Gran Bretaña, Rusia y Canadá (los otros semifinalistas en la pasada edición), junto con las invitadas Francia y Serbia.
Hoy también alcanzaron la clasificación Italia (superó a Corea del Sur), Alemania (a Bielorrusia), Ecuador (a Japón), Croacia (a India), Australia (a Brasil), Suecia (a Chile), Austria (a Uruguay), Kazajistán (a los Países Bajos) y Hungría (a Bélgica).
En la edición pasada, Argentina -que jugó también en condición de invitada-, había superado la primera fase y cayó en cuartos de final ante los españoles, luego campeones en lo que fue la primera versión del certamen en su formato renovado.
Esta vez, el equipo de Gaudio contó con bajas sensibles: sus jugadores de mejor ranking, Diego Schwartzman y Guido Pella, no pudieron estar por distintas lesiones. Y con Juan Martín del Potro, que hace tiempo anunció su retiro de esta competencia puntual, ni siquiera pudieron hacer un intento para convencerlo: se recupera de una nueva operación en la rodilla derecha.
De esta manera, la derrota en la capital colombiana deja al equipo nacional sin lugar entre los mejores 18 países del mundo. ¿Qué le depara el futuro a la Argentina? Jugar el 18 y 19 de septiembre próximos, después del Abierto de los Estados Unidos, frente a uno de los países no preclasificados del ranking ITF que cayeron en la serie de clasificación para Madrid -al igual que la Argentina; aunque los albicelestes sí serán cabeza de serie- o contra uno de los ganadores de los Play-offs del Grupo Mundial I (el jueves próximo se realizará el sorteo, en la ciudad de Londres): el triunfo dejará a los albicelestes en la clasificación para las Finales de 2021, pero una derrota lo haría descender a los Play-offs del GM I.
Para Gaudio, la serie contra Colombia representó el mayor desafío desde que es capitán del equipo, en septiembre de 2018. Por la altura que siempre genera trastornos en las acciones, porque la serie se jugó con pelotas despresurizadas («pinchadas», como se conocen popularmente) que por momentos se volvieron incontrolables, porque no contó con las dos mejores raquetas argentinas del ranking (Diego Schwartzman y Guido Pella, con problemas físicos) y porque dispuso de dos jugadores sin experiencia en la competencia (Londero y Facundo Bagnis), con la incertidumbre que ello siempre genera. En ese escenario, además, la serie contó con una carga emocional extra, que el propio Gaudio reconoció en una de sus declaraciones ante la prensa y que estaba presente en los pensamientos de la dirigencia: para la AAT, llegar a Madrid era fundamental por el premio económico que ello aseguraba -en 2019 fueron 300.000 dólares por jugar la etapa de grupos, más otros 300.000 por avanzar a los cuartos de final- y la ingeniería para diagramar las distintas acciones.
