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Balearon a una testigo de la causa que investiga a Esteban Alvarado

El hecho ocurrió este viernes en la localidad de Roldán. La mujer fue atacada a tiros cuando estaba por subir a su auto. La víctima y su hermano declararon en la causa dónde se investiga la asociación ilícita cuyo liderazgo achacan a Alvarado

Mariana O. y su hermano son testigos de suma importancia en la investigación contra la asociación ilícita que lidera Esteban Lindor Alvarado. Ambos presenciaron varias audiencias sobre el caso en el Centro de Justicia Penal y este viernes por la mañana la mujer fue baleada cuando salía de su casa de la vecina localidad de Roldán. Uno de los tiros le pegó en una de sus piernas, por lo que debió ser derivada al Samco local, según Fiscalía. La mujer y su familia rechazaron participar en un programa de protección a testigos, y tenían custodias de fuerzas federales durante el día, contactos telefónicos y custodia de la fuerza provincial pasiva, explicó la fuente.

Mariana salió de su casa ubicada en la zona de calles San Pedro y Dulcinea del Toboso de Roldán para ir a trabajar y cuando estaba por subir a su camioneta apareció un auto cuyos ocupantes comenzaron a disparar contra la víctima. Varios proyectiles impactaron en el vehículo. Uno, en la pierna izquierda de la mujer, precisaron desde Fiscalía.

La víctima fue trasladada al Samco local. Allí recibió las primeras curaciones antes de ser derivada al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Está fuera de peligro, según las primeras informaciones.

Voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que en el caso intervienen los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, quienes ordenaron medidas al personal del gabinete criminalístico para el relevamiento de la escena, levantamiento de rastros y toma de testimonios.

Testigos contra una poderosa banda

Mariana y su hermano fueron testigos en la causa Alvarado. La Fiscalía acusó al sindicado jefe de la banda como el instigador del crimen de Lucio Maldonado, un prestamista que fue secuestrado de la puerta de su casa cuyo cuerpo fue abandonado el 11 de noviembre de 2018 en Oroño y Circunvalación con tres tiros. Estaba atado y le colocaron un cartel que decía: “Con la mafia no se jode”.

Según la investigación fiscal, la organización intentó relacionar ese crimen y las balaceras que ocurrieron entre diciembre de 2018 y enero de 2019 a dos hombres. Uno de ellos, vinculado a la banda de los Monos. El otro resultó ser el hermano de Mariana O.

Para la Fiscalía, el grupo delictivo integrado por jefes de la Policía de Santa Fe, por orden de Alvarado, manipuló celulares truchos que intentaron infiltrar en la investigación para desviar las responsabilidades del caso en Leandro “Chulo” Olivera y el testigo de identidad reservada enfrentado con Alvarado. Para ello, hicieron diversas maniobras. Entre ellas, balaceras sobre el Centro de Justicia Penal, Tribunales y la casa de una funcionaria del MPA, en diciembre y enero últimos, contaron en una de las audiencias imputativas.

La casa de Roldán

Por un comprobante de pago de un impuesto encontrado en uno de los allanamientos, la Fiscalía llegó a una propiedad ubicada en calle Misiones 865 del barrio privado Tierra de Sueños 1 en Roldán. El testigo de identidad reservada enemistado con Alvarado le dijo a los fiscales que esa propiedad le pertenecía pero que por una disputa lo obligaron a punta de pistola a transferirla.

Dijo que esa “transacción obligada” se hizo enfrente de Tribunales, donde Alvarado estaba con un abogado. Así lo recreó en la audiencia el fiscal Matías Edery. Ese domicilio figura como el lugar de la firma Toia SRL, una de las empresas que la investigación le adjudica a la red de empresas que manejaba la asociación ilícita en su faz económica.

Fuentes del caso explicaron que en abril de 2019, la Fiscalía ofreció a Mariana O. y su familia el ingreso al programa de protección a testigos, pero no aceptaron.

Desde noviembre, la mujer contaba con custodia de las fuerzas federales durante el día y luego había chequeos telefónicos además de una custodia pasiva por parte de la policía provincial, que contempla un monitoreo diario mediante periódicos llamados telefónicos para chequear el estado en el que se encontraban.

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