El parate del fútbol estaba cantado. Empezar la Copa de la Superliga fue una locura, pero mirando el ombligo propio, a Newell’s le vino muy bien que se disputara el fecha, ya que consiguió una victoria que le permitió alejarse aún más de los equipos que pelean por no descender, y quedó bien parado de cara a pelear el ingreso a una Copa.
El equipo de Kudelka pone el freno de cara a la crisis de saluda provocada por el coronavirus con siete equipos por debajo en la tabla de promedios, la mejor posición de la temporada en esa lucha. Incluso supera en puntos a Estudiantes, pero como el Pincha tiene un partido pendiente con Defensa y Justicia, tiene un mejor coeficiente.
Con un poco menos de una decena de puntos a la Lepra le va a alcanzar para asegurar su continuidad en primera, el objetivo principal de la temporada, que por los buenos resultados parece empezar a cumplirse antes de lo previsto.
Ahora, sin desenfocarse en la importancia que tendrán los choques ante Patronato y Gimnasia para la tabla de abajo, no hay dudas que la Lepra puede empezar a pensar en algo más ambicioso. Por ahora está clasificando a la Copa Sudamericana, pero no es descabellado imaginar que será posible intentar ingresar a la Libertadores, algo que logrará si concluye entre los cuatro mejores de la tabla general (hoy está séptimo) o incluso si termina quinto y uno de los cuatro mejores se queda con la Copa Argentina.
La ilusión de ingresar a alguna Copa está sustentada en la mejoría futbolística y en los puntos del equipo de Kudelka. La Lepra apenas perdió un partido de los últimos diez que disputó, y a la buena campaña que tiene en el Coloso, hay que agregarle que el equipo impone otra presencia como visitante, donde ya acumula cinco partidos sin derrota.
En otra mirada egoísta en tiempos donde la prioridad es la salud y las prevenciones, la suspensión del fútbol a Newell’s mal no le cae. La Lepra tiene lesionados en vía de recuperación a jugadores muy importantes: Pablo Pérez, Aníbal Moreno, Cristian Lema y Mauro Formica. Y si se disputaba la segunda fecha de la Copa de la Superliga el fin de semana, el único que podía estar en condiciones era Lema. Pérez y Moreno, en cambio, apuntaban a estar listos para la última semana de marzo, lo que en este nuevo contexto no le harán perder ningún otro partido.
Kudelka fue muy claro con su idea de suspensión, la misma que compartía con el plantel. “No es justo que con los jugadores nos tengamos que exponer para divertir a la gente”, disparó apenas terminó el partido en Santiago del Estero. Y en esa declaración no hubo un intento de sacar ventaja con la suspensión. Fue más bien una declaración de principios del DT, molesto por una situación de incertidumbre en el fútbol argentino que era insostenible.
Habrá que ver ahora cuando se reanuda todo. Por ahora Newell’s le dio licencia al plantel hasta el día 31, con un plan de trabajo individual para no perder ritmo ni forma, algo que será inevitable tras dos semanas donde los futbolistas estarán recluidos.
Y mientras se espera por esa recta final de diez partidos, Newell’s descansa tranquilo. Un alivio que llegó a partir de refuerzos de jerarquía, un cuerpo técnico que supo imponer su idea, y un grupo que casi nunca perdió de vista su principal objetivo: sumar para mantener la categoría.
