Gremios portuarios alertaron ante la llegada de un barco proveniente de Santos, Brasil, al cordón industrial del Gran Rosario este domingo. Según indicaron «fue uno más», ya que el arribo de embarcaciones continúa de manera normal sin medidas preventivas de sanidad ni cumplimiento de la cuarentena para quienes provienen del exterior exponiendo a los trabajadores marítimos a posibles contagios de coronavirus.
Pese a las medidas de prevención que se endurecen día a día respecto a la circulación terrestre en suelo argentino desde los gremios portuarios consideran que “el contagio más grande que hay en nuestro país es por la vía marítima”. Aseguraron que “la zona más riesgosa es en el cordón del Gran Rosario”. La franja afecta a Timbúes, Puerto San Martín, San Lorenzo y Rosario, por donde ingresan entre 4 mil a 5 mil barcos durante el año.
La protesta de portuarios empezó porque este domingo un barco cerealero que viajaba con unos 25 tripulantes brasileros a bordo amarró en la costa de San Lorenzo. Desde los gremios confirmaron que ningún integrante bajó, pero un importante grupo de trabajadores debía subir a realizar una tarea que los expone al contacto, algo que puede propiciar la transmisión del virus.
Si bien desde la Dirección de Sanidad de Fronteras aseguraron que los tripulantes gozan de buena salud, desde el gremio denunciaron que el dato fue impreciso. Explicaron que desde Brasil hasta el cordón industrial del Gran Rosario el viaje puede ser de no menos de tres días, un periodo mucho menor a los 14 días que deben cumplir quienes lleguen desde el exterior para descartar un caso positivo de covid-19.
“Sanidad de Fronteras está haciendo la inspección que no sirve de nada porque el barco tiene que permanecer los 14 días en cuarentena. Hoy quizás hacen una revisación y no sale nada, pero a lo mejor algún tripulante tiene el virus y hoy no va a saltar”, aseguró a El Ciudadano Alberto Maldonado, secretario interior a nivel nacional del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales.
Desde los gremios portuarios insistieron en que la dirección haga su tarea una vez cumplido el período de cuarentena dispuesto por el gobierno nacional para la llegada de extranjeros. Más allá de que se trate de un barco de carga cerealera y no de pasajeros en su interior llegan entre 25 y 30 personas que estarán en contacto con empleados del puerto local.
Expuestos
Quienes podrían estar expuestos son empleados del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), la Unión de Recibidores de granos y Anexos (Urgara), y controladores de carga, además del sereno de buque. “Es una cantidad de personas obligadas a subir al barco extranjero para cumplir su tarea y que luego tienen contacto con el resto de la población”, explicaron desde los gremios.
Otros casos
Maldonado agregó que en los últimos días llegó un barco proveniente de Brasil y otro de Chile a Villa Constitución y San Nicolás, respectivamente. “Subió personal de Sanidad de Fronteras, les hicieron los chequeos y dijeron que estaban bien. Nos obligaron a que procedamos porque sino te amenazan con la quita de la personaría gremial”, explicó.
La zona del cordón portuario recibe entre 4 mil y 5 mil barcos por año. La preocupación está puesta en los que vienen de países limítrofes, ya que son los que menos demora tienen en completar su recorrido y por ende de completar la cuarentena. Los que llegan desde Europa demoran alrededor de 25 días.
“En puerto San Martín, por ejemplo, llegan de dos a tres remolcadores paraguayos por día que amarran en la isla. Ahí van lanchas nuestras con trabajadores y no hay un control”, detalló Maldonado y concluyó: “Ojalá me equivoque, pero de esta manera el contagio que vamos a tener en la zona va a ser fatal”.