El avance desenfrenado del coronavirus en todo el mundo no sólo amenaza con llegar a contagiar en breve a medio millón de personas -según las últimas estadísticas y previsiones- sino también golpea a presidentes hasta antes de la pandemia consolidados como Donald Trump, que sufre rebeliones internas de parte de gobernadores y alcaldes por sus políticas, consideradas pasivas, ante la crisis.
El magnate se niega a decretar el confinamiento nacional en Estados Unidos, a pesar de que cada vez más gobernadores y alcaldes se suman a ese clamor con fuertes críticas hacia la Casa Blanca.
Este martes, Trump anunció que quiere flexibilizar el aislamiento provocado por el coronavirus en Estados Unidos y reactivar la economía en tres semanas. Esta idea, después de que el mundo ha visto la factura que le pasa a un país el virus, parece descabellada. Por demoras similares, Italia y España se encuentran en una fase crítica con más de 500 muertos al día.
Al menos la jornada de este miércoles le deparó al mandatario estadounidense una buena noticia, ya que dio negativo un test por coronavirus que se le hizo en las últimas horas.
El republicano Trump tuvo que apelar al test porque hace menos de 15 días estuvo en estrecha relación con una delegación de funcionarios brasileños que luego dieron positivo.
Trump enfrenta un conflicto con gobernadores y alcaldes propios y de la oposición, quien este miércoles salió a ocupar la escena mediática anunciando que trabaja «muy duro» para dar ayuda al estado de Nueva York, que con más de 30.000 contagios y 285 muertos, se transformó en una virtual zona cero del brote de coronavirus en el país.
En su cuenta de Twitter, el mandatario aseguró que trabajaba junto al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y que parte de la ayuda será para la construcción de «cuatro nuevos centros médicos y cuatro nuevos hospitales».
Trump criticó las «noticias falsas» según las cuales no ayudará a Nueva York porque no le gusta Cuomo, que es del opositor Partido Demócrata, y agregó: «¡Acabo de enviar 4.000 respiradores artificiales!».
En este contexto, Cuomo informó este miércoles que el número de casos de coronavirus superaba los 30.000 y consideró insuficiente el paquete de estímulo fiscal de 2 billones de dólares enviado al Congreso, porque la asignación que le correspondería al Estado, epicentro de la pandemia en el país, era «una gota» frente al «agujero» económico que se estima causará en sus finanzas.
En su actualización diaria retransmitida por internet, Cuomo informó que había 30.811 positivos en el estado de Nueva York, de los cuales 3.805 (el 12 %) están hospitalizados y de ellos 888 (un 3 %) en cuidados intensivos, «predominantemente personas mayores, con problemas de salud previos o inmunodeprimidas». Allí, fallecieron 285 personas.