Los dos son uruguayos. Pero hasta acá, a uno le fue bien y al otro mal. La realidad marca que Federico Martínez, con poco, se ganó un lugar en la consideración de Diego Cocca. Diego Zabala, en tanto, jamás explotó sus atributos futbolísticos para que el DT canalla pueda dormir tranquilo.
Federico Martínez hizo su irrupción en Central con una gran actuación en su debut ante Arsenal. Al uruguayo le bastaron un par de desbordes y una asistencia a Ruben para demostrar sus virtudes. Así le abrió los ojos grandes al hincha canalla. Contra Argentinos arrancó bien, siendo uno de los peligros latentes, pero debió ser reemplazado por una lesión muscular.
Diego Zabala llegó a Central con la chapa de haber hecho bien las cosas en su etapa en Unión. Pero a pesar de que hace ya un año arribó a Arroyito, el uruguayo nunca pudo asentarse. Cocca lo ubicó por izquierda y no funcionó. El técnico lo pone de titular un partido y al otro lo saca. De esta manera, el volante es el blanco preferido de los hinchas a la hora de sacarse la bronca.
Cocca repitió una y mil veces que a Martínez le faltaba para mandarlo a la cancha. El delantero llegó del Liverpool uruguayo y hasta el encuentro con Arsenal ni siquiera había ido al banco. Pero agobiado por el mal funcionamiento del equipo al técnico no le quedó otra opción que ubicarlo como titular frente al elenco de Sarandí. Y Martínez aprovechó su chance. Desbordó cuantas veces quiso. Le dio pase-gol bárbaro a Ruben. Y se fue con muchos aplausos en el momento que Gamba lo reemplazó.
Zabala no encontró su fútbol nunca con la camiseta auriazul. El uruguayo parece atado. Peleado con la pelota. En su estadía en Arroyito, la Bomba jamás pudo hacer pesar sus virtudes que traía desde Unión, en donde llegaba al gol en forma constante, era una rueda de auxilio a la hora de crear y tenía remate de larga distancia.
El parate obligatorio por la cuarentena les puede servir a los dos. A Martínez para ponerse a punto debido a la lesión que sufrió ante el Bicho. A Zabala para reencontrase con su mejor versión y justificar el gasto que hizo el Canalla para darle el gusto a Cocca.