En un nuevo gesto contrario a la cuarentena que impone la pandemia del coronavirus, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ocupó la mañana de este domingo en hacer un recorrido por Brasilia para interactuar con los ciudadanos, luego de que este sábado el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, defendiera la distancia social para evitar un colapso del sistema de salud por los contagios con Covid-19.
En las conversaciones que mantuvo con la gente el mandatario defendió que solo los ancianos y los enfermos se recluyan por el coronavirus, a contrapelo de las medidas de restricción que tomaron los gobernadores.
Bolsonaro también aseguró que «la cloroquina está funcionando en todas partes», en referencia al tratamiento que impulsa el infectólogo francés Didiere Raoult, una vez más en oposición a lo que dijo este sábado Mandetta, quien señaló que esa sustancia no es una «panacea» y se encuentra en las primeras etapas de estudio.
Tras el paseo, el mandatario publicó en redes sociales videos de su paseo por las calles, interactuando y sacándose fotos con los vecinos de las localidades de Ceilândia y Taguatinga, ambas en el Distrito Federal.
Bolsonaro dijo que aboga por que todos trabajen, excepto los ancianos. Luego de escuchar a un pequeño comerciante que se quejó porque después de dos semanas de cuarentena, la comida se estaba acabando.
«Cada gobernador ha decidido qué hacer en su estado. A veces, demasiada medicina se convierte en veneno», dijo el mandatario, citado por el diario O Globo.
«Defiendo que trabajes, todos los tontos trabajan. Por supuesto, cualquiera que sea viejo se queda en casa», agregó.
En la puerta de un supermercado, también en Ceilândia, Bolsonaro preguntó a las personas que se congregaban a su alrededor qué pensaban de la regla de quedarse en casa. En medio de gritos de «mito» y solicitudes de fotos, planteó la pregunta:
«Tienes que trabajar. Brasil tiene que caminar, no puede parar, no», le dijo a uno de sus interlocutores.