El presidente Alberto Fernández mantuvo este miércoles a la mañana desde la residencia de Olivos un diálogo mediante videoconferencia con jóvenes de 60 ciudades del mundo convocados por el papa Francisco y que forman parte de la red educativa Scholas Occurrentes, con quienes compartió los desafíos que enfrentan los diferentes países ante el avance del covid-19.
“Es una alegría poder escucharlos y es una formidable idea que los jóvenes sean parte de las oportunidades que surjan después de la tragedia”, resaltó el mandatario nacional.
En este sentido, puso en relevancia la “cultura del encuentro” y destacó que la lucha contra la pandemia es la oportunidad de trabajar juntos porque el mundo es “nuestra casa común“.
Respecto a las consecuencias económicas por la pandemia, Fernández reiteró que se debe avanzar en la construcción de nuevos caminos que permitan un sistema mas justo y sostenible y llamó a transformar las decisiones que producen desigualdad y excluidos.
“No importa la fortuna, importa la comunidad. Estamos luchando contra un enemigo invisible y tenemos la oportunidad y la esperanza de construir una sociedad mas justa. Un abrazo a la distancia”, se despidió de los 120 jóvenes.
Scholas Occurrentes es una organización impulsada por la Iglesia Católica que integra a medio millón de escuelas y redes educativas de 190 países de los cinco continentes.
Entre los principales objetivos de la entidad se encuentra promover la cultura del encuentro entre todos los estudiantes del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas.
En este encuentro no solo estuvieron conectados jóvenes de 60 ciudades del mundo sino científicos que miden el impacto en términos de “empatía“ que en los adolescentes produce poder expresarse.
Días atrás, los jóvenes realizaron el primer ciberencuentro y fueron sorprendidos por palabras del Papa Francisco, quien les dijo: “Yo tengo esperanza en la humanidad, tengo esperanza en los hombres y en las mujeres. Tengo fe en que de esto vamos a salir mejores”.
Algunas de las ciudades desde donde se conectaron los estudiantes fueron Tampa (Estados Unidos); Maputo (Mozambique); Santo Domingo (República Dominicana); Roma y Nápoles (Italia); Madrid, Barcelona y Vigo (España); Puerto Príncipe (Haití); Lisboa, Cascais y Oporto (Portugal), Asunción (Paraguay), Barranquilla y Medellín (Colombia); Buenos Aires y La Plata (Argentina); Tokio y Setagaya-ku (Japón), Ciudad de México y Monterrey (México); Panamá (Panamá), y Bucarest (Rumania), entre muchas otras.