Tenía una relación sentimental con una de las propietarias de la firma Don Celso S.A., ubicada en la ciudad de Reconquista. En un momento, desaparecieron unos 70 cheques en blanco, de los que una veintena fueron completados por el ahora condenado, conocido por todos como Gringo y de 30 años. Algunas fuentes aseguraron que completó cheques por una suma cercana a los 600 mil pesos.
La investigación determinó que el hombre, había cometido un abuso de confianza y se había llevado cheques destinados a pagos que utilizó en beneficio propio. Un vecino aseguró que el sospechoso jugaba a la quiniela altas sumas de dinero. El hombre fue arrestado e imputado en septiembre pasado.
Este jueves, Juan Carlos «Gringo» Hang aceptó su responsabilidad en el hecho ante la jueza de Rafaela Norma Senn y consintió un procedimiento abreviado que fue homologado por la magistrada, quien lo condenó a 3 años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de defraudación por abuso de firma en blanco y falsificación de cheques.
Según contaron fuentes relacionadas al caso al portal ReconquistaHoy.com, Gringo mantenía una relación amorosa con una de las dueñas de la firma. Aunque desde la Fiscalía informaron que el hombre trabajaba en la firma y se había ganado la confianza de la presidenta de la empresa. Se convirtió en una persona de confianza, explicaron en la audiencia de juicio abreviado.
Entre julio y agosto del año pasado, la mujer le entregó cheques con firma y en blanco para el pago de proovedores. La víctima denunció que descubrió que Gringo completada los cheques, los endosaba y los cobraba o también los transfería a terceros. Agregó que le faltaron cheques de terceros y documentos que fueron presentados al cobro, de acuerdo a la denuncia presentada por la víctima y que dio comienzo a la pesquisa.
El fiscal Leandro Mai imputó a Gringo por 21 hechos de defraudación especial por abuso de firma, dos en grado de tentativa y 11 hechos de falsificación de cheque, ya que los completó de su puño y letra. Tras la acusación el hombre quedó detenido preventivamente y al revisar la medida cautelar se supo que había iniciado un juicio laboral contra la firma que comandaba su ex pareja.
Mai contó que la mecánica de las estafas fue la misma, aprovechando la confianza ganada, se llevaba los cheques y los completaba para cobrarlos a través de pago diferido. Con esta modalidad completó 11 cheques en blanco y falsificó la firma de la presidenta en algunos de ellos para poder obtener el dinero.
Recientemente, Gringo reconoció su responsabilidad en las maniobras defraudatorias y aceptó un acuerdo al que llegó la Fiscalía y su defensa. Allí se hizo cargo de los 21 hechos imputados, dos de ellos en grado de tentativa y aceptó una condena a 3 años de cárcel, convenio que homologó la jueza y dictó la condena.
A su vez, se conoció que desistió de continuar con el juicio laboral a la firma a la que estafó.