En Nueva York se abrió en un cementerio municipal una gran zanja como fosa común para los cadáveres de fallecidos por coronavirus que lleven días sin ser reclamados por ningún familiar o pertenezcan a familias demasiado pobres para permitirse los gastos funerarios.
Las imágenes de los operarios municipales metiendo ataúdes amontonados en hileras dentro de la misma fosa, que va cubriéndose de tierra conforme llegan los fallecidos, trascendió en la mañana de este viernes en medios estadounidenses. Están enterrados en una trinchera larga y estrecha abierta por máquinas excavadoras. Según las autoridades locales, se están abriendo dos más por si fueran necesarias ante la avalancha de muertes que sufre la ciudad.
En condiciones normales, unos 25 cuerpos a la semana son enterrados en este cementerio público de Hart Island, una isla cercana al barrio del Bronx, que habitualmente se usa para personas cuyas familias no pueden pagar un funeral. Los entierros ya no se hacen un día a la semana sino cinco días a la semana y llegan alrededor de 24 cadáveres al día.
Tras el desborde de las morgues, un concejal neoyorquino dio a conocer el plan de emergencia para hacer entierros temporales.
Operarios protegidos por trajes especiales entierran a los fallecidos por coronavirus. La pandemia de coronavirus ha dejado ya 15.938 muertos en Estados Unidos, y el estado de Nueva York registró 779 fallecidos en el último día, lo que sitúa en 7.067 la cifra total de decesos en la región.
El gobernador Andrew Cuomo, indicó que de los más de 450.000 casos confirmados de Covid-19 en el país, 159.937 son personas de su estado, 10.621 más que el día anterior.
Un informe preliminar indica que un 34% de los 3.602 fallecidos por la Covid-19 en Nueva York son latinos.
Sin documentos ni seguro médico, hacinados en viviendas multifamiliares, forzados a trabajar durante la cuarentena para llegar a fin de mes, los inmigrantes hispanos son las mayores víctimas mortales del coronavirus en Nueva York.