La oposición en Diputados logró reunir el número necesario para poder sesionar, y sin retraso comenzó el debate en el recinto donde se tratará la aplicación a las jubilaciones del 82% móvil del salario mínimo, vital y móvil.
Con 135 legisladores presentes, sin el kirchnerismo, el arco anti K se apresta a votar favorablemente el proyecto consensuado entre la UCR, la Coalición Cívica, el Peronismo Federal, y el PRO, entre otras fuerzas. Sin embargo, tendrá que afrontar cierta resistencia de la centroizquierda de Fernando Pino Solanas que lleva su propia iniciativa.
La diferencia sustancial entre ambos proyecto es la forma de financiamiento del fuerte costo fiscal que implica la medida: más de $ 31.000 millones. Según el proyecto de Proyecto Sur, elaborado por Claudio Lozano, esos fondos se captarán en parte con el aumento de los aportes patronales. El bloque de Solanas había anticipado que daría quórum, pero en principio no votaría con el resto de la oposición.
Antes de la sesión, un coro de voces oficialistas, con la presidente Cristina de Kirchner a la cabeza, salió a fustigar la propuesta opositora. De hecho, la mandataria advirtió que «si se aprobaran los proyectos que están discutiendo, en tres meses entraríamos en default». Detrás se encolumnaron varios oficialistas, entre ellos el jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el ministro de Economía Amado Boudou.
Se espera que el debate sea extenso como cada vez que se tratan temas calientes en el Congreso. Si la oposición logra la media sanción al proyecto será girado al Senado, donde su futuro es incierto. De hecho, semanas atrás la oposición optó por iniciar el debate en Diputados, porque intuyó que en la Cámara alta tenía menos probabilidades.
Igual, en caso de que se convierta ley, la medida tendrá seguro destino de veto presidencial.
