Una tentativa de homicidio, un detenido que resultó ser el yerno de un policía y su padre, un alto jefe policial retirado –quien fue imputado por encubrimiento del hecho– son los protagonistas de esta historia. Pero la investigación no terminó ahí. Los pesquisas determinaron que dos altos jefes policiales estuvieron en el lugar del hecho: se trata del subjefe de la Unidad Regional II (URII), Natalio Marciani, quien también está al frente de la División Judiciales, y del Jefe de Orden Público, Raúl Romero. La fiscal ordenó que a ambos se le secuestraran el celular y quedaron bajo investigación al igual que la casi veintena de uniformados que tuvieron alguna participación en el procedimiento.
Ariel C. tiene 32 años. Cerca de las 21.30 del viernes caminaba por Copacabana y Biarritz cuando se cruzó con Damián V., de 42, quién lo apuntó con una escopeta y le disparó dos veces, según las primeras evidencias del caso.
La víctima recibió un disparo en el abdomen y cuando su pareja intentó auxiliarlo, el agresor la amenazó apuntándole con el arma. La víctima quedó tirada en el lugar. Como vive a siete cuadras la familia llegó y lo trasladó hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde el herido quedó internado en estado reservado.
Las primeras tareas investigativas arrojaron la identidad del presunto agresor y lo detuvieron la madrugada de ese mismo sábado cerca del lugar en el que ocurrió el ataque y de donde vive el sospechoso. Le secuestraron una escopeta calibre 28 con dos cartuchos, uno de ellos estaba percutado.
Por la gravedad del caso, la pesquisa quedó a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, quien dio intervención al personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y ordenó medidas. Los investigadores dieron con algunas declaraciones donde apuntaban a la intervención de personal policial, quienes a través de amenazas intentaron encubrir al autor de la tentativa de homicidio. Cuando la fiscal recibió esta información, dio intervención también al personal de la División Judiciales de la Unidad Regional II. El personal de Homicidios y de Judiciales trabajaron todo el sábado para recabar información: fue así que luego de un allanamiento pedido por Fabbro en la casa de Damián V., ubicada en Mar Chiquita y Biarritz. Cuando irrumpieron en la casa del sospechoso, los pesquisas se encontraron con la hija, de 21, y con su pareja, Leandro Z., un suboficial de 27, fue así que le secuestraron el arma reglamentaria y los celular.
Este lunes, Damián V. quedó imputado por tentativa de homicidio, amenazas coactivas, tenencia y portación de arma de fuego. Quedó detenido en forma preventiva por orden del juez Florentino Malaponte por el plazo de 90 días.
El vínculo policial
Con el correr de la investigación se determinó que un ex jefe policial, identificado como Eduardo Z., de 53 y padre del suboficial Leandro Z. –yerno del imputado–, había llegado al lugar poco después del hecho en un Volkswagen Vento en la casa del sindicado agresor. El tirador entró con el uniformado y éste se llevó el arma que presuntamente se usó en el hecho. Este ex uniformado también imputado este lunes por encubrimiento. Además, la Fiscalía le achacó la tenencia de un revolver calibre 32 secuestrado en su domicilio y un tumbera. Quedó detenido por orden judicial por el plazo de 30 días.
La pesquisa arrojó que, además de este policía retirado, hubo altos jefes policiales en actividad que tuvieron alguna vinculación con el procedimiento. Fue así que por orden, de la fiscal Fabbro el personal de la División Judiciales secuestró los celulares de casi una veintena de policías, entre los se encuentra: el subjefe de la Policía de Rosario y el jefe de Orden Público, además de todos aquellos uniformados que participaron en el procedimiento apenas fue baleado el vecino en Puente Gallego.