«The Last Dance» arranca con la silueta de un hombre sentado mirando al horizonte en medio de una gran mansión. En los primeros momentos del documental ese hombre echa la vista atrás a su legado, consciente de que no hay cima en el baloncesto sin su nombre. Es Michael Jordan.
Un rótulo recuerda al comienzo de la obra que la franquicia de «la ciudad del viento» venía de ganar cinco títulos en los últimos siete años y que el futuro de la dinastía corría peligro en su objetivo de ganar tres campeonatos seguidos (1991, 1992, 1993, 1996, 1997) por segunda vez, debido, especialmente, a la tirantez entre Jerry Krause (gerente general del club), que reclamaba mayor reconocimiento a sus acciones, y Phil Jackson, entrenador del equipo.
Y ahí radica el origen de muchas de las tensiones y las incertidumbres que pesaban sobre los hombros de Jordan y compañía durante ese «último baile», tal y como calificó la temporada el propio Jackson, sabedor de que el cuento de hadas llegaría a su fin en junio de 1997 independientemente del resultado. Ya se lo había avisado Krause: “Aunque acabes con 82-0, no seguirás”.
Jordan era el primero que no soportaba a Krause (fallecido en 2017) y no perdía ocasión de ridiculizarlo: «¿Son esas las pastillas que tomas para mantenerte tan bajito? ¿O son las de la dieta?», le dice durante el primer entrenamiento de la pretemporada. Ya en París, antes de comenzar el torneo McDonald’s, le pregunta: «¿Vienes a echar unos tiros? Vamos a tener que bajar la canasta».
La estrella no podía entender cómo desde la franquicia se pretendía destruir un equipo ganador y comenzar una reconstrucción que dejaría más incógnitas que certezas. «Los Cubs (equipo de béisbol de Chicago) llevan reconstruyéndose 42 años», dijo con su característica sorna tras ganar el quinto anillo.
Jackson, convencido por Jerry Reinsdorf, propietario de los Bulls, firmó un año más. Y Jordan desde el principio había ligado su futuro al del técnico, así que todo el mundo daba por hecha su segunda retirada tras la del verano de 1993. No había marcha atrás.
Además, otros problemas afloraban: la desconfianza de Scottie Pippen hacia la directiva tras años de estar pagado muy por debajo de lo que merecía y la locura de Dennis Rodman, cada vez más insostenible e incontrolable.
Bajo ese contexto se inicia una travesía lineal por la temporada mientras se repasa la trayectoria de Jordan hasta llegar ahí, partiendo desde sus años universitarios bajo la lupa de Dean Smith en la Universidad de Carolina del Norte (impagable el momento en el que su madre, Dolores, lee una carta de su hijo pidiendo perdón por lo que gasta al teléfono).
Además de su impacto inmediato como novato en unos Bulls mediocres que, antes de su llegada, eran el patito feo de la ciudad en cuanto a franquicias deportivas.
En ese viaje, el documental se detiene con calma en la grave lesión de Jordan durante la temporada 1985-86, su frustración ante la imposibilidad de alcanzar las Finales hasta 1991, su creciente obsesión con el mundo de las apuestas y su temor a hablar de política.
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Puede que «The Last Dance» no sea extraordinariamente revelador para los más aficionados, pero ofrece material espectacular, inédito en muchos casos (con acceso exclusivo al equipo en esa última temporada de ensueño) y repleto de declaraciones jugosas por parte de los implicados y de personalidades como el expresidente de EE.UU. Barack Obama.
Pero lo más destacado es el contenido de la charla con Jordan, que sirve como claro retrato de su personalidad: carismático, competitivo, exigente hasta bordear con lo tiránico, arrogante, un prodigio de la naturaleza indiscutible a la par que insondable.
El documental estaba previsto para estrenarse el próximo mes de junio, justo como antesala para las finales de la NBA, sin embargo la pandemia de coronavirus provocó la suspensión de la liga, pero también que ESPN y Netflix (coproductores de ‘El Último Baile’) decidieran adelantar el estreno de la serie, aún cuando los últimos dos capítulos no están terminados.
Hasta antes de la pandemia, Jason Hehir comparó el proceso de edición con la preparación de la cena de Acción de Gracias, donde dice podría estar en la cocina, dando órdenes y pensando en las diferentes porciones de la comida, pero ahora en cambio, tienen que enviarle “las zanahorias y el pavo por mensajería, entonces no puedo probar y decirles lo que quiero que se haga”.
“Dirigir ‘The Last Dance’ fue una oportunidad increíble para explorar los extraordinarios impactos de un hombre y un equipo. Nos llevó casi tres años poder presentar un contenido completo y definitivo de la historia de una dinastía que define una era, presentar a estos héroes deportivos como seres humanos. Espero que los espectadores disfruten la serie tanto como nosotros lo hicimos realizándola”, explicó Herhir.
En una conversación con The Athletic, compartió las preocupaciones de Jordan sobre como este documental podría afectar la percepción del público.
“Le pregunté: ‘¿Por qué quieres hacer esto?’. Y me dijo: ‘Es que no quiero’. Le respondí: ‘¿Por qué no?’. Y me dijo: ‘Cuando la gente lo vea, no estoy seguro de que sean capaces de entender por qué era tan intenso, por qué hice las cosas que hice, por qué actué de esa manera, por qué dije lo que dije, etc’.
Me comentó que había un chico de nombre Scotty Burrell con el que tuvo que lidiar una temporada: ‘Cuando la gente vea esos videos, va a pensar que soy una persona horrible. Lo que pasa es que tendrán que entender que yo lo trataba así porque necesitábamos que fuera duro cuando nos enfrentáramos a Indiana, Nueva York o Miami en la Conferencia Este. Debía ser duro y yo tenía que comprobar si podía contar con él. Esas son la clase de cosas que la gente no va a comprender, no sabrá por qué actué así’.”
Una de las participaciones indispensables para el documental, es la del base del Jazz de Utah, John Stockton, quien fue una pieza clave en la rivalidad con los Bulls en las finales de 1997 y 1998 y que fue uno de los últimos personajes entrevistados para el proyecto, en una charla que ocurrió en Washington a principios de marzo, justo unos días antes de que el coronavirus obligara a cerrar el estado y el resto del país.
Cuándo y dónde verlo
The Last Dance se estrenará el 19 de abril para Estados Unidos, donde será transmitida por ESPN. Para el resto del mundo Netflix será la plataforma donde se podrá ver esta producción de 10 episodios durante cinco semanas. ¿Cuáles serán las fechas mundiales?
Episodios 1 y 2: lunes 20 de abril
Episodios 3 y 4: lunes 27 de abril
Episodios 5 y 6: lunes 4 de mayo
Episodios 7 y 8: lunes 11 de mayo
Episodios 9 y 10: lunes 18 de mayo