El plan para impulsar y sostener a las últimas dictaduras sudamericanas en los años 70 y 80 por parte de un sector importante de Estados Unidos es bien conocido, pero el documental Operación Cóndor, de Emilano Serra y Andrea Bello y que se estrena este jueves en Cine.ar y Cine.ar Play, intenta aportar una nueva mirada sobre ese período de la historia.
«El proyecto surgió hace diez años, cuando Stella Calloni sintió la necesidad de contar esta historia a través de una película. Ahí es cuando convocó a Eduardo Walger (director de Madres) y ambos se convirtieron en los guionistas. Nicolas Bellotti, el productor, me convocó a mí y a Andrea para codirigirla», dijo Serra en una entrevista con la agencia de noticias Télam.
A través de la cámara de Serra y Bello, una militante de derechos humanos fallecida en 2019, pasan entrevista a diferentes militantes, abogados, fiscales y dirigentes que sufrieron y dan cuenta del sistema de colaboración de los Estados vecinos para llevar adelante el plan.
Apoyado en los documentos desclasificados de Estados Unidos y bibliografía y filmografía sobre el tema, los directores comenzaron a filmar en el inicio del juicio por la Operación Cóndor en 2013, que duró hasta 2016, además de luego viajar a Chile y Uruguay para conseguir testimonios en esos países.
También se sumaron reportajes, videos y recortes de archivo sobre lo sucedido en Brasil y Perú, con una entrevista a un ex cadete que cuenta, con lujo de detalle, cómo era el sistema de colaboración para la represión.
«Quisimos aportar una nueva mirada sobre la operación, siempre estando del lado de los personajes, sin buscar el golpe bajo. Esto hacía que el compromiso sea grandísimo en cada nota, cada archivo, cada jornada dentro de los centros clandestinos de detención de los distintos países y en cada jornada de edición», explicó Serra.
Por su parte, Calloni describió a la operación como una mamushka: “Cada vez que se abre una muñequita, hay otra adentro”.
«Buscamos reflejar las distintas texturas, sonidos, músicas que tienen las distintas regiones, pero la película quiere dejar en claro que, más allá de las diferencias, las dictaduras y los servicios secretos de cada país de la región, trabajaban mancomunadamente para llevar a cabo la operación», comentó el director.
En total fueron 19 entrevistas, entre las que se destaca la de Calloni quien, según resaltó el documentalista, “se transformó en personaje fundamental para la estructura, junto con el fiscal de la causa».
Para Serra, dirigir junto a Andrea Bello fue una gran experiencia: “Lo disfruté mucho. Tuve la suerte de poder estar cerca de ella, «mi co», como decía. Hablábamos cada detalle del rodaje y mucho de la forma en que lo íbamos a editar, así que eso allanó mucho el camino. Aprendí muchísimo al lado de Andrea”.
Y agregó: “Luego de haber recorrido todo el juicio de la Operación Cóndor, leído los libros de Stella Calloni e investigado y entrevistado mucho, se ve claramente que los servicios secretos y las dictaduras del cono sur trabajaban juntas en la realización de las operaciones de secuestro y desaparición de dirigentes y militantes, todo bajo el apoyo de la CIA. También algunos países de Europa participaron, esto se verá reflejado en el próximo libro de Calloni, que revela la cercanía de la Otán en la Operación Cóndor”.
Asimismo, el realizador explicó cómo fue el rol de Cuba y la Unión Soviética en este plan: “Fueron de los países en que más se trabajó el tema de la Operación Cóndor y dieron a conocer muchos elementos de las dictaduras. El hecho de que se mantuvieran como socios comerciales (de la dictadura argentina) no implica ninguna otra cosa. En Cuba se refugiaron centenares de compañeros y hasta llevaron allí a sus niños”.
