Pasaron quince años de uno de los golpes más importante de la historia de Los Pumas. Porque más allá del resultado, empate ante los British & Irish Lions en el Millennium Stadium de Cardiff, el mismo tuvo sabor a victoria para Argentina. Fue un momento del rugby argentino que se recuerda porque marca una vez más que con una buena preparación los jugadores argentinos pueden jugar de igual a igual ante cualquier rival.
El 23 de mayo de 2005, Los Leones Británicos se preparaban para partir a la gira por Nueva Zelanda con el regreso de Jonny Wilkinson al rugby internacional luego de la consagración en Australia 2003 y justamente el entrenador era Clive Woodward. Los British & Irish Lions son un equipo de rugby que selecciona a los mejores jugadores ingleses, galeses, irlandeses y escoceses y cada cuatro años realiza una gira por el hemisferio sur, alternando sus visitas a Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
Ante ese súper seleccionado, Los Pumas, con la mitad de sus jugadores provenientes del amateurismo, tales los cosas de los rosarinos Pablo Bouza y Manuel Carizza, 32 y 20 años, respectivamente en ese entonces, demostraron estar a la altura. Bouza jugaba en Duendes y Carizza en Jockey Club, pero se preparaba para el Mundial de Menores de 21 años con Los Pumitas.
“De ese partido me acuerdo que a muchos de Los Pumas que estaban en Francia no les dieron permiso. Por ese motivo jugamos muchos de los que estábamos en Argentina, que habíamos estado frente a Japón, más algunos de Europa que les permitieron jugar y que lo hicieron muy bien. La semana previa fue muy buena, fuimos diez días antes a Gales y entrenamos muy bien. Me acuerdo de una charla de Les Cusworth, que dio y que nosotros no estábamos acostumbrados, nombró a cada uno de los jugadores de los Lions, y sobre sus características. Después el marco del partido fue impresionante”, dijo Bouza sobre la previa del partido ante los Lions, mientras que Carizza expresó: “En la previa me acuerdo que estaba jugando el Sudamericano con Provincias Argentinas y a mitad de semana antes del último partido con Uruguay me convocan y me dicen que íbamos a ir a Cardiff. No recuerdo con quién más, fue una locura cuando nos dijeron. Días antes nos habían dicho que nos concentremos en el seleccionado de Menores de 21 años, porque de Los Pumas no nos iban a tener en cuenta, y después nos llamaron para viajar a Gales a jugar con los Lions. Fue una semana súper intensa, de larga preparación, muchísimo entrenamiento. Estaba Les Cusworth dando una mano, mucha lluvia, típico del clima de ahí. Del partido tengo pocos recuerdos, si de la alegría de cuando termino, hay una foto mía con los dos brazos en alto con cara de felicidad, es difícil de olvidar, esos recuerdos no se borran”.
Los Pumas jugaron de igual a igual. Si bien es cierto que los Lions no presentaron su mejor versión y que se estaban cuidando porque a los pocos días partían rumbo a Nueva Zelanda, a nadie le gusta perder y mucho menos desaprovechar una oportunidad para ganarse un lugar en el equipo titular para enfrentar a los All Blacks en la gira.
“Fue un partido palo a palo, no sé si fue un partido muy lindo, pero si fue muy emotivo, en el final, jugué unos quince minutos, y ya estábamos jugando durante mucho tiempo cerca de nuestro ingoal, sabiendo que era muy difícil perderlo. Fue dudoso ese último penal, hubo mucho tiempo de descuento. La alegría hubiese sido mucho mayor si ganábamos, pero enseguida cuando terminó el partido en la alegría de todos se notaba que habíamos hecho algo histórico. Estábamos muy contentos y del partido tengo algunos recuerdos, pero lo mejor fue lo bien que jugaron todos. Legui (Juan Manuel Leguizamón) fue figura, Fede Méndez la rompió todo y Mario (Ledesma) también. Esa primera línea estuvo fenomenal, muy lindos flashes de ese día”, analizó el segundo línea formado en Jockey Club y agregó: “Sabiendo que se podía ganar estábamos muy tensos, también siendo conscientes que el más mínimo error nos los iban a hacer pagar, terminó sucediendo eso, nos mirábamos todos a tonitos que había sobrado mucho tiempo de los ochenta minutos y dispuestos a dejar todo, fue un poco dudoso”.
En tanto, el hombre formado en Duendes dijo: “Antes del partido no sabíamos que iba a pasar, ellos eran los Lions y nosotros un equipo con mayoría de jugadores que entrenábamos un poco más que los chicos en los clubes, pero no como un jugador profesional. Empezamos bien, hicimos un try, nos miramos y sabíamos que estábamos para más, y a medida que fuimos jugando agarramos confianza y tendríamos que haber ganado ese partido”.
Si bien en esa noche de lunes en Cardiff, el festejo argentino se hizo sentir, es muy difícil que ese grupo haya dimensionado in situ lo que habían logrado. Poder jugar de igual a igual, estar muy cerca del triunfo y forzar que el empate sobre la hora frente a un rival con la historia y jerarquía de los British & Irish Lions hacen que esa igualdad en 25 recién años después tome dimensión de lo importante que fue para la historia del rugby argentino.
“Festejamos el empate, hubiese estado mucho mejor ganar, pero no se pudo, festejamos porque no sabíamos que iba a pasar en el partido. Toda la semana se habló que teóricamente ese partido lo habían planificado como para jugar con Los Pumas titulares, y Francia no dio permiso, y el festejo fue un poco del alivio, de haber hecho un gran partido y que estuvimos hasta el final con chances hasta de ganarlo”, expresó Bouza.
Por su parte Carizza dijo: “Todos sabíamos que habíamos logrado algo imposible, porque muchos de los 23 veníamos de jugar en clubes de Argentina, jugadores amateurs, inexperimentados, un equipo que no había jugado nunca juntos, fue algo muy lindo, para mí un gran recuerdo de mi introducción al Mundo Puma y de mi historia en el seleccionado”.
De un partido así es imposible no guardar un recuerdo. “La camiseta esta guardada en la casa de mis padres en Rosario, junto a otras que también significan mucho para mí”, disparó Carizza, por el lado de Bouza: “Cambié la camiseta con el irlandés Donna O´Callaghan y el short con Jonny Wilkinson, tengo todo en casa. Fue una experiencia lindísima, hace unos días me escribió uno de los chicos del club que se acordaba que una semana antes había estado jugando en la primera de Duendes ante Los Caranchos y pase a jugar en el Millennium, cosa que ahora con el profesionalismo, juegan poco para los clubes y ahora no se podría, una linda anécdota que no me acordaba y que uno de los chicos más jóvenes de Duendes sí”.