Aplicaciones, equipamiento médico o insumos sanitarios fueron creados o desarrollados por las universidades nacionales de todo el país como respuesta urgente frente a la pandemia de coronavirus, claros ejemplos de conocimiento puesto al servicio de la sociedad.
Cinco ingenieros egresados de Universidad Nacional de Rosario (UNR) desarrollaron el Dispositivo Argentino de Remoción de Patógenos en Áreas de Salud (Darpas), un artefacto móvil y controlado en forma remota, que usa tecnología de radiación ultravioleta para eliminar el 99 por ciento de virus de cualquier ambiente, incluido el coronavirus.
También en esta región, un equipo de científicos de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del Conicet trabaja junto a expertos de las empresas Cellargen Biotech y Biotecnofe en el desarrollo de proteínas recombinantes para el uso en vacunas que puedan prevenir el coronavirus.
Enmarcado en un programa de extensión de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), un grupo de ingenieros en alimentos de la Unidad de Capacitación en Gestión de Producción de Alimentos produce prepizzas fortificadas con pescado, que son donadas a comedores que asisten a sectores vulnerables.
El proyecto «apunta a la integración de la universidad con la sociedad», dijo a Télam Gerardo Checmarev, profesor adjunto de Gestión en Procesos en la Industria de Alimentos de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP.
En el norte del país, docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) conformaron un grupo de investigación para analizar, a través de una encuesta anónima, «el consumo familiar alimentario en la provincia durante el estado de emergencia actual».
Por su parte, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Bahía Blanca desarrolló una aplicación web que permite relevar y monitorear 46 indicadores claves para un adecuado manejo de la pandemia como la cantidad de camas, respiradores, guantes, mascarilla y alcohol.
También en Bahía Blanca, «Para Ayudar» es el grupo de empresarios, médicos e investigadores que desarrollaron un módulo simplificado de internación (MSI), que mide la saturación de oxígeno, temperatura, presión y ritmo cardíaco a cada paciente, y lo transmite a un centro de control.
En tanto, integrantes del Ipatec, Conicet y la Universidad Nacional del Comahue (Unco) elaboraron «CoronaTips», una serie de documentos públicos para una alimentación consciente y saludable en cuarentena, según informó a Télam el biólogo Diego Libkind, director del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec) e investigador del Conicet.
Algo al oeste, un prototipo de respirador artificial fue creado por graduados y alumnos de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) e Ingeniería en Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Es un equipo de ventilación mecánica automatizado con tecnología accesible en todo el país.
De forma análoga sucedió en la Universidad Gastón Dachary, de la ciudad misionera de Posadas, para «dar un apoyo a la capacidad médica de la región», señaló su creador, el diseñador industrial y docente Gustavo Kraus.
En la universidad pública puntana, además, se producen 250 litros de alcohol en gel diarios y otros tantos de jabón, gracias al aporte del ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
En Córdoba, el gobierno provincial habilitó un centro de donación de plasma destinado a tratamientos de coronavirus ubicado en el Hospital San Roque Viejo de la capital provincial.
El plasma obtenido se usará para el tratamiento de pacientes con diagnóstico de coronavirus agudo y para la fabricación de inmunoglobulinas enriquecidas, que se hará en el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Además, el Laboratorio de Comunicaciones Digitales de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de esa misma universidad cordobesa inició una investigación para crear unos «radares» de vigilancia epidemiológica del coronavirus.
En Ríos Negro, la empresa estatal Alta Tecnología (Altec) desarrolló una aplicación llamada «Circulación RN», que permite a los usuarios autogestionar sus solicitudes de permisos de circulación y a los inspectores realizar ágilmente verificaciones en la vía pública.
El sistema rionegrino sumó a la web el programa «Regreso a casa», implementado por el gobierno nacional para tramitar el certificado para el regreso al domicilio habitual de personas que estén cumpliendo el aislamiento en un domicilio distinto al propio.
Finalmente, y en un recorrido siempre incompleto, el ingeniero tucumano Alejandro Alascio creó unas cápsulas para el traslado de pacientes en aislamiento con sospecha de coronavirus, un elemento que permitirá cubrir las necesidades de los profesionales más expuestos. Tiene diferentes aberturas para el manejo de la vía aérea, administración de suero y la realización de reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso de necesidad.