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Condenaron a Marcos Bazan por el femicidio de Anahí Benítez

La adolescente fue secuestrada y asesinada a finales de julio de 2017. Otro hombre estuvo acusado en este debate pero fue apartado por problemas psiquiátricos. Organizaciones feministas, familiares y amigos, denunciaron que el cierre prematuro de la causa buscaba encubrir a otros responsables

La justicia dictó este miércoles el veredicto condenatorio para Marcos Esteban Bazán, el dueño de la casa de la reserva de Santa Catalina de Lomas de Zamora, donde se cree que fue retenida, drogada, sometida y asesinada la adolescente de 16 años, Anahí Benítez a finales de julio de 2017.

El fallo fue dado a conocer este miércoles al mediodía por el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora, que sólo pronunció un adelanto del veredicto condenatorio y anunció que la lectura de la sentencia, es decir la pena y el delito por el que fue condenado, y los fundamentos, recién se darán a conocer el 2 de junio a las 12.

La lectura del veredicto duró tan sólo un minuto y diez segundos y se transmitió por videoconferencia a través de la plataforma Teams, con Bazán, de 34 años, observando todo desde un monitor de la Unidad 9 de La Plata, donde está detenido.

«El tribunal, por unanimidad y previa deliberación en el marco de la presente causa 49707-17, ha decidido pronunciar veredicto condenatorio respecto del imputado Marcos Esteban Bazán con relación a los hechos por los que viene acusado», leyó la secretaría del TOC 7.

Si bien no se anunció el delito ni el tiempo que deberá pasar en prisión, fuentes judiciales señalaron que todo indica que el 2 de junio el monto de la pena para Bazán será a prisión perpetua por  la calificación que le imputaron.

Por lo que se vio en la videoconferencia, Bazán siguió la audiencia custodiado por un agente penitenciario y con la misma camisa azul de mangas cortas y barbijo que lució en los alegatos de la semana pasada, y no pudo observarse su reacción ante el veredicto, ya que en ese momento la cámara mostraba lo que sucedía en la sala de tribunales.

Lo que sí se escuchó a pocos minutos de terminada la lectura, fueron algunos insultos hacia la Justicia, por parte de los amigos de Bazán que seguían la transmisión.

«¡Andate a la c… de tu madre! Vos y los jueces y fiscales corruptos», le gritaron a la secretaria del TOC 7 que anunciaba el fin de la audiencia.

«¡Fuerza Marquitos!, estamos con vos, te vamos a sacar», dijo otra mujer que estaba siguiendo la videconferencia.

Afuera, en la puerta de los tribunales de Banfield, otro grupo de amigos del condenado e integrantes de asociaciones, expresaron su disconformidad con el fallo.

«Hay un muerto en vida, los culpables son ustedes, hay una madre que vela por su hijo, hijos de puta, corruptos, asesinos seriales», dijo una mujer.

En la sala de audiencias sólo estaban presentes, manteniendo la distancia social y con tapabocas colocados, los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; el fiscal Hugo Carrión; el abogado del particular damnificado, Guillermo Bernanrd Krizan; la mamá de la víctima, Silvia Pérez; y los abogados defensores Eduardo Soares y Rosario Fernández.

El debate se inició en febrero –y tuvo un parate de 57 días por la cuarentena– con otro imputado en el banquillo de los acusados, Marcelo Sergio Villalba, de 42 años, cuyo ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima. Este hombre dejó de ser juzgado en la segunda audiencia porque se concluyó que era «psicótico» que no estaba en condiciones de estar en el juicio.

En su alegato, el fiscal Carrión expuso que Anahí fue «torturada y cosificada» y pidió para Bazán la pena de prisión perpetua como coautor, o en su defecto partícipe necesario, de los delitos de «privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género –femicidio–»  y como partícipe necesario de un «abuso sexual agravado por acceso carnal».

Más allá de que ya no estaba siendo juzgado, el fiscal también se refirió a Villalba –quien tiene una condena por abuso en Capital Federal–, como autor de la violación de Anahí y coautor del crimen y recordó que el celular de la víctima se halló en poder de uno de sus hijos.

Como prueba clave contra el condenado, Carrión mencionó el olfato del conocido perro rastreador Bruno, de la brigada canina de Escobar, a quien definió como «el detector de femicidas».

Según el fiscal, el can detectó el rastro odorífero de Anahí dentro de su casa y la presencia del propio imputado en la fosa donde se halló el cadáver de la víctima, que está a 235 metros de su vivienda.

Otros indicios fueron una tijera secuestrada en la casa de Bazán que la chica solía tener en un morral, una llave que Anahí solía colgarse en el cuello y que se comprobó que abría la puerta del domicilio del imputado y una pala del acusado con tierra similar a la del sitio donde fue enterrado el cuerpo.

La hipótesis de la Fiscalía es que Anahí conocía a Bazán por el interés que ambos tenían por la naturaleza y por sus inclinaciones artísticas y que, en ese contexto, el imputado la secuestró, la retuvo en su casa, la drogó con burundanga y ahí fue violada por Villalba.

Para los investigadores, luego de ello y al ver la búsqueda policial que se desarrollaba por la adolescente, los acusados decidieron asesinarla para ocultar los delitos que habían cometido.

La querella también había solicitado la prisión perpetua para Bazán, mientras que la defensa había pedido la absolución por falta de pruebas y al sugerir que era una «causa armada». La teoría defensista a cargo de Rosario Fernández y Eduardo Soares, de la Asociación Gremial de Abogados, sostuvo desde el comienzo que con este juicio se protegió a la Policía Bonaerense. Remarcaron que a cuatro meses del asesinato de Anahí, el 22 de diciembre de 2017, el policía Damián Lozano, en aquel momento jefe del distrito Lomas de Zamora Norte de la fuerza, fue detenido por la Justicia federal de esa jurisdicción tras una investigación que lo vinculaba al narcotráfico y trata de personas que operaba en el barrio Parque Barón, donde vivía Anahí.

Con respecto a la exposición de la defensa, Silvia Pérez, madre de Anahí no desligó de responsabilidades a Bazán pero sí indicó en una entrevista brindada a Infobae luego de reanudarse el debate oral que estaba convencida que había más gente involucrada en el crimen de su hija, incluida la firme sospecha de la participación de policías: “Si todas las fuerzas de seguridad no pudieron encontrar a una nena desaparecida por seis días a unas cuadras de su casa no sirven para nada. Pero hay cosas muy raras. La lógica indica que la Policía sabe más o está metida. Es probable que esté vinculado con el negocio de las drogas”.

Anahí fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto su cuerpo fue encontrado con lesiones cortantes y golpes en la cabeza enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.

La autopsia determinó que fue estrangulada, que le habían suministrado drogas y que en esas condiciones había sido abusada.

«Faltan los demás»

Silvia, madre de Anahí, dijo tras escuchar el veredicto que Bazán es «absolutamente culpable a pesar de haber tenido una estrategia muy bien armada, con gente que ponía plata para engañar a las personas. Desde el primer día dije que mi hija había sido secuestrada y así fue. Así se fueron dando las cosas: no porque sea adivina, sino porque nunca dije mentiras», afirmó.

Respecto del juicio, la mujer remarcó que «hubo muchas pruebas directas y muchos indicios fehacientes, como catorce», que complicaron al ahora condenado.

«Deseo que Bazán recapacite y algún día se digne a decir la verdad, aunque no creo que lo haga. Los argumentos que él esgrimió evidentemente no convencieron a nadie y cuando se conozcan los fundamentos creo que tampoco van a convencer a nadie», continuó.

A su vez, Silvia dijo que ahora que termina el juicio va a estar «un poco más tranquila» porque no va a tener que «aguantar tantos insultos» por parte de los allegados a Bazán cada vez que entraba y salía de los tribunales.

«Para mí no hay retorno. Este juicio no tiene un premio que es volver a ver a mi hija; por lo tanto, es relativa la importancia que le doy. Sí que cayó uno, sí que faltan los demás y sí que van a caer uno por uno. Eso lo aseguro», concluyó.

 

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