Entre las prioridades apuntadas en la agenda de la dirigencia de Rosario Central, además del cumplimiento de los salarios de los empleados de planta de la entidad, hoy aparece la necesidad de llegar a un acuerdo con jugadores profesionales y cuerpo técnico por el pago de sueldos para los meses de abril, mayo y junio. Con las arcas jaqueadas por la merma en la recaudación, tanto en cuota societaria como en esponsoreo, se hace imposible para lo mandatarios auriazules hacerle frente al total de ese gasto mensual.
El último fin de semana, los integrantes de la mesa directiva canalla se reunieron de manera virtual para darle forma a la propuesta que le enviarán a tanto a los futbolistas como a Diego Cocca y los suyos. De no mediar imprevistos, durante esta semana terminarán de pulir la proposición salarial para los últimos tres meses del primer semestre de este año. Y las charlas entre las partes deberían darse la semana que viene.
Desde que se decretó el parate del fútbol por la pandemia, allá por mediados de marzo, los dirigentes auriazules cumplieron con el pago de dos meses de salario del plantel profesional y cuerpo técnico, los correspondientes a los meses de febrero y marzo. Y lo hicieron tras llegar a un acuerdo de reducción del sueldo con refinanciación de del saldo. En ese momento, lo consensuado con los jugadores, fue publicado en la página oficial del club.
“Se ha llegado a un acuerdo en forma consensuada entre jugadores y autoridades de la Institución por la percepción de sus haberes correspondiente a los meses de febrero y marzo. El plantel profesional, con gran compromiso, acordó una reducción en la percepción de sus haberes mensuales con el fin de colaborar con la economía y finanzas de la Institución, demostrando su buena voluntad y solidaridad con el resto de los empleados del Club”, rezaba el texto principal del comunicado oficial.
En aquel momento trascendió el pacto entre las partes, que luego también fue aceptada por el cuerpo técnico, contemplaba una reducción del 30 por ciento de los haberes correspondientes al mes de febrero, con refinanciación de pago del saldo para el segundo semestre del año. Mientras que para el mes de marzo se trabajó sobre la misma modalidad, pero con otros porcentajes: fue algo menor el pago que se hizo del sueldo y, lógicamente, mayor el monto que se refinanció.
Ahora, para afrontar los pagos de los salarios de abril, mayo y junio de jugadores y cuerpo técnico, los directivos apuntan a conseguir nuevamente una reducción y refinanciación de los montos. Aunque saben que no será sencillo, negociarán con los jugadores y cuerpo técnico planteando las complicaciones y los inconvenientes que sufre el club en lo económico/financiero por la merma en la recaudación, que ronda el 40 por ciento mensual.
Lógicamente que la búsqueda de un nuevo acuerdo estará apuntada, como se hizo en el anterior, sobre los contratos más importantes. En cuanto a los vínculos con ingresos menores, dependiendo del arreglo al que se arribe, no sufrirían cambios y se pagarían en su totalidad sin necesidad de refinanciación.
Recién después de que consigan resolver este tema, los dirigentes canallas pondrán la atención en la renovación del contrato con Diego Cocca que, si bien está encaminada, aún no está acordada. Para ello tendrán que seguir charlando con el empresario Christian Bragarnik, representante de Cocca, sin perder de vista que el vínculo actual vence el 30 de junio.
Otro contrato por renovar que está en carpeta es el del Kily González, que también finaliza el último día de junio próximo. En este sentido, ya hay decisión de la dirigencia auriazul de proponerle al Kily otro año de vínculo como técnico de la reserva. Y no debería haber problemas para llegar a un acuerdo de partes. Aunque todavía no se juntaron.
Entre las materias pendientes a resolver antes del 30 de junio también aparece la renovación contractual de Marco Ruben. Aunque en este caso, los directivos centralistas aguardan que el delantero les comunique cuáles son sus planes de cara al futuro, ya que en diciembre último Ruben dejó flotando la posibilidad del retiro una vez que concluyera su vínculo con Central.
La suerte de los otros cuatro futbolistas que terminan contrato, parece sentenciada. Los delanteros Claudio Riaño, Sebastián Ribas, y los volantes Nicolás Colazzo y Kevin Gutiérrez, dejarían Arroyito. Aunque por Riaño o por Ribas podría existir alguna instancia de diálogo por una continuidad, pero siempre y cuando Ruben decida no renovar vínculo con Central.